Rojas Birry el personero de Bogotá, cuestionado y condenado
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Foto: El Tiempo.com
Francisco Rojas Birry pasará a la historia como el Personero Distrital cuestionado al inicio de su gestión, señalado durante el período que estuvo en el cargo, sancionado al final de su mandato y condenado a los tres meses de dejar el cargo. Elegido con 40 votos de 45 concejales que tuvieron que escoger entre 27 candidatos que aspiraban a dirigir la entidad durante el período 2008 -2012.
Su candidatura a la personería de Bogotá fue cuestionada por la opinión pública, en primer lugar por el abierto respaldo que le brindó el exalcalde Samuel Moreno Rojas, hecho que para el senador Carlos Baena, para entonces concejal de la capital, resultaba ilógico que la persona que vigilaría la función del Alcalde Mayor de la Capital en materia de Derechos Humanos y el cumplimiento legal de las normas, fuera cercano al burgomaestre. En segundo lugar por las dudas jurídicas que existieron por una presunta inhabilidad derivada de un contrato que celebró a través de la ONU para asesorar a la administración distrital al finalizar el período de Luis Eduardo Garzón, sin embargo pudo acceder al puesto gracias a un concepto favorable de la Procuraduría General de la Nación quien no vio impedimento alguno.
Su gestión en la Personería Distrital estuvo tan señalada como su misma elección, no solamente por la investigación disciplinaria en la Procuraduría General de la Nación y posterior destitución del cargo, por conflicto de intereses al no haberse declarado impedido para actuar en acciones realizadas por el Cuerpo Técnico de Investigación en el 2008 contra la captadora ilegal DMG. Para ese entonces se realizaron operativos de la Policía y la Fiscalía, en los que Francisco Rojas Birry, delegó funcionarios de la entidad a su mando para que sirvieran como veedores. Según el concepto del Procurador General de la Nación, se cometió falta gravísima, a título de dolo al autorizar a los servidores para que vigilaran una inspección y a su vez le informaran de esta, a sabiendas de que Rojas Birry tenía un proceso disciplinario en su contra por recibir 200 millones de pesos de manos de David Murcia para su campaña en 2008, y otra en la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía General de la Nación por aumento injustificado en su patrimonio, por la cual el Juez Noveno Especializado de Bogotá le acaba de condenar dictándole una sentencia de ocho años de cárcel .
Durante su período al frente de la Personería Distrital Rojas Birry no ejerció un papel preponderante en la ciudad, en primer lugar porque su llegada a la entidad fue apoyada por Samuel Moreno Rojas y su familia, hecho que le impedía ejercer control su administración como lo ordena la ley, y en segundo lugar por sus líos judiciales y disciplinarios. Ante esto la solución fue delegar funciones en los servidores a su cargo, los que en su mayoría fueron personas eficaces y con entrega total a su labores, más que por una línea de mando de la cabeza de la entidad, según lo dijo una funcionaria quien pidió omitir su nombre.
Inicio político de Rojas Birry
Este personaje representante político de la tribu Embera, nacido en Catrú, una pequeña población del Alto Baudó, en el departamento del Chocó ha pasado por varios cargos de la vida nacional, desde la Asamblea Nacional Constituyente, hasta la Personería Distrital de Bogotá, último cargo que desempeñó.
Su paso por la Asamblea Nacional Constituyente estuvo acompañado por Lorenzo Muelas, un indígena guambiano del municipio de Silvia en Cauca, con quien conforma una dupla para llegar a la Corporación en representación de la Organización Indígena de Colombia, Onic, quienes aprovecharon sus conocimientos como jurista para llegar pisando fuerte, lo que traducido en hechos, no se hizo mediante un papel activo y destacado de Rojas Birry en la institución, en la que prefirió ejercer acompañado de un equipo de personas eficientes que le rodearon y por las cuales logró gestionar y aprobar el artículo 63 de la Constitución, que considera inalienables las tierras de grupos indígenas , junto con el número 171, que creó la circunscripción especial en el Senado para los pueblos indígenas.
Al finalizar la Asamblea Nacional Constituyente, Rojas Birry llega al congresito, (instancia de transición entre la Constituyente y el primer Congreso después de la nueva Carta), de donde pasa al Concejo de Bogotá entre los años 1992 -1997. Más adelante es elegido Senador de la República entre los años 1988 y 2006 por el Polo Democrático, logrando varias vicepresidencias.
Durante el tiempo que ocupó el cargo de Senador de la República fue señalado por la Reed de Veedurías Ciudadanas por supuestas recomendaciones al entonces Contralor Carlos Ossa Escobar, para el nombramiento de personal en el ente de control. Por este hecho tuvo que pagar una multa de 45 días de salario en el 2004. Para este entonces se inicia una relación de amistad entre el recién destituido Personero, Francisco Rojas Birry y el exalcalde en prisión Samuel Moreno Rojas, a quien apoyó abiertamente durante la campaña a la Alcaldía Mayor de Bogotá para el período 2007 -2010.
Señalamientos e investigaciones:
De las nueve investigaciones que se le abrieron a Francisco Rojas Birry en la Procuraduría General la Nación, hasta el momento solo una tiene fallo en contra, por la cual deberá estar durante 12 años por fuera del servicio público y no podrá acceder a cargos por elección popular. En las ocho indagaciones restantes que están en etapa preliminar, se encuentra una por el nombramiento de su ex esposa Angelith Shirley Núñez González en la dirección disciplinaria de la Empresa de Acueducto de Bogotá, otra por presunta omisión en los procesos que se le abrieron al exalcalde Samuel Moreno Rojas, denuncias por maltrato laboral a personal vinculado a la Personería Distrital, etc.
El concejal Javier Palacios, su más fuerte crítico realizó un debate en el cabildo en diciembre de 2011 donde cuestionó el Programa “Personería a la Calle”, en el que señaló presuntas irregularidades en la adquisición de un bus de doble piso por 922 millones, más la adquisición y posterior instalación de equipos de oficina en este artefacto por un monto superior a los mil millones de pesos. A estos señalamientos el funcionario público respondió que estas compras se hicieron de manera limpia y transparente y que “lo estaban inculpando hasta de que la guerrilla exista y se preguntó también si le iban a echar la culpa del calentamiento global”.
De las citaciones que le hizo el Concejo de Bogotá, a pocas asistió y en su lugar delegó a funcionarios de su confianza. Su más fuerte apuesta que consistía en una reforma administrativa a la Personería Distrital a su mando, no la pudo presentar a consideración del Concejo de Bogotá, según el Concejal Antonio Sanguino porque políticamente quedó maniatado por todas las investigaciones y señalamientos que en su contra se hicieron.
En 2008, la Revista Cambio dio a conocer una serie de contratos, en los que se realizaban una serie de compras que lo pusieron en el ojo de las entidades de control, y por las cuales aun no se han dado respuestas.
Francisco Rojas Birry estuvo ausente de los de los grandes debates de la ciudad en los que la Personería debería haber llevado la voz principal. No hizo un solo pronunciamiento público sobre el carrusel de la contratación, y guardó silencio frente a las denuncias que se hicieron sobre irregularidades en el trámite de licitaciones y adjudicaciones de negocios multimillonarios como el relleno Doña Juana.
Tampoco ha sabido responder a los señalamientos de paramilitares de alias el Iguano excomandante del Bloque Fronteras de las Autodefensas quien en sus versiones libres de Justicia y Paz en marzo de 2011, aseguró que Rojas Birry, buscó la colaboración de paramilitares del Bloque Pacífico para las aspiraciones políticas de exalcaldes y exgobernadores del departamento del Chocó como Patrocinio Sánchez y Juan B Hinestroza, ambos presos por vínculos con grupos ilegales.
Francisco Rojas Birry, terminó su período al frente de la Personería Distrital el pasado 29 de febrero, con un balance más a favor de sus funcionarios que de él mismo.
Oscar Fernando Sevillano