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Seguridad Democrática: el declive de los analistas independientes

Semana
29 de noviembre de 2009

El debate desatado por el informe de Arco Iris ‘2009, ¿El declive de la seguridad democrática?’ mostró que el país se está quedando sin analistas independientes en esta materia. ¿Quién velará por “la verdad”?


De las tres instituciones que misionalmente siguen el tema, dos están alineadas políticamente, percibe el público.


La Corporación Nuevo Arco Iris, con la oposición; la Fundación Seguridad y Democracia, con el gobierno. Sus directores, León Valencia y Alfredo Rangel, respectivamente, son eminentes representantes de sus sesgos.


Más que discutir lo que dicen, se les descalifica, inhibiendo un verdadero debate. La tercera institución, la Fundación Ideas para la Paz, ha permanecido un tanto al margen.


La  formación de la opinión pública necesita de los insumos de organismos especializados. Si hubiera más de tres, no importaría tanto que los voceros de dos reflejen más sus convicciones que los hechos.

 
Pero tenemos tres. Ciertamente, sin reelección la discusión sería más sosegada, pero tenemos referendo reeleccionista. Así que lo mejor a la mano parece ser pedirle a Ideas para la Paz que participe.

 
 Ahora, ¿quién ‘controla’ a los organismos especializados? En principio, corresponde a los medios impresos, a través de los editores del área. La noticia va, pero después puede venir el análisis, si la siguiente noticia lo permite.

 
Los ‘tanques de pensamiento’ regularmente promueven y defienden ideas, y sus investigaciones no suelen contradecir esas ideas.  Son fuentes ‘interesadas’, aunque con mayor prestigio.


Nuevo Arco Iris y León Valencia, por ejemplo, difícilmente llegarán a una conclusión distinta a esta: “o se profundiza en la guerra o se escoge la vía negociada, ya” (disyuntiva).


Seguridad & Democracia y Alfredo Rangel tenderán a preferir: “llevemos a la guerrilla más cerca de la derrota militar y entonces sí la negociación” (secuencia).


Mediante distintos niveles de ‘tortura’, los datos y hechos terminan ‘cantando’ lo que ellos ven y quieren oír.

 
Ideas para la Paz tiene “la convicción de que el conflicto colombiano necesariamente concluirá con una negociación o una serie de negociaciones de paz”.


Parece que estamos bien de think tanks con convicciones fuertes; tal vez nos falta un par de grupos de investigación con objetivos más descriptivos, taxonómicos, científicos, neutrales (más comprometidos con "la verdad"), y menos interpretativos, estratégicos y políticos.


En un futuro tal vez resulte posible separar la ‘auditoría’ (investigación de los hechos) de la ‘consultoría’ (propuesta de ideas).


Probablemente Arco Iris y Seguridad & Democracia no han sido “independientes” respecto de visiones político-ideológicas en disputa, pero si en cierta medida lo parecían (en términos ‘partidistas’), ya casi no es así.

 
De nuevo, eso no sería problema si no dominaran la oferta de estudios sobre el conflicto armado.