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'Sin la seguridad democrática, hoy no podríamos pensar en un marco para la paz'

Semana
11 de noviembre de 2011

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El senador Roy Barreras, del Partido de la U, presentó a consideración del legislativo un proyecto de ley que busca darle herramientas jurídicas al Presidente de la República para que dialogue con las guerrillas. El proyecto acaba de pasar a segundo debate,  tras su aprobación en la Comisión Primera de la Cámara, con 27 votos a favor y uno en contra. Antes de ser llevado a discusión en el Congreso de la República, el ponente de la iniciativa dialogó con comunidades y líderes políticos en distintos lugares del país con el fin de recoger ideas que ayudaran a nutrirlo y que éstos a su vez tuvieran conocimiento del proyecto.

 

En entrevista con la Corporación Nuevo Arco Iris, el senador Roy Barreras, comentó algunos puntos de su propuesta y aclaró que ésta no se hizo pensando en los miembros de las bandas criminales, quienes desde su punto de vista se les debe aplicar todo el peso de la ley.

 

Corporación Nuevo Arco Iris (CNAI): ¿Qué respuesta obtuvo de parte de los líderes en cada región donde fue discutido el proyecto de marco legal para la paz?

 

Roy Barreras (RB): Todas las regiones de Colombia que han padecido la violencia saben que las guerras eternas no son deseables  y que, finalmente,  cuando se logra que los violentos entreguen las armas, se desmovilicen y acepten un acuerdo de paz democrático, se requiere la construcción de instrumentos jurídicos que permitan  ese regreso a la vida en sociedad, bajo las reglas de una democracia sana.

 

CNAI: ¿Cuál es el principal objetivo de este marco legal para la paz?

 

RB: El marco legal que estamos trabajando en aras de crear un escenario de justicia transicional, permite que, eventualmente, el Presidente de la República tenga el instrumento para propiciar acercamientos con los grupos ilegales y contemplar las condiciones en que esas personas se reintegren a la vida social y política de manera integral.

 

CNAI: ¿Será posible que los grupos ilegales se reinserten bajo las normas que crea este marco jurídico, cuando es claro que ellos tienen sus condiciones para llevar a cabo una desmovilización?

 

RB: No lo creo. Sería ingenuo pensar que el proyecto sea de su agrado. Lo que las guerrillas quieren es que los colombianos nos sentemos en la mesa bajo sus condiciones y con fusil en mano.  Desde la Comisión de Paz del Senado se propone que se acuerde una reglamentación con la sociedad civil, que los colombianos pacíficos sean los que decidan que se les puede ofrecer a los miembros de los grupos ilegales para que abandonen la violencia y luego poder sentarnos a la mesa con una oferta clara. Por esta razón, la propuesta de acto legislativo se tramita en el Congreso, discutiéndola con las comunidades, con las ONG`S, con los gremios, con la academia y todo aquel que está desarmado, rompiendo con el paradigma de pensar que primero hay que negociarlo todo con los grupos ilegales.

CNAI: ¿Ha considerado la posibilidad de que este marco legal para la paz choque  con una ley de defensa que se discute de forma paralela a este proyecto en el legislativo?

 

CB: No sé si en algún momento vayan a chocar, pero pienso que son proyectos que van por una carrilera diferente. Por supuesto que un país necesita marco jurídico para ejercer su legítima defensa y es la preocupación del señor Ministro de la Defensa. Como integrantes de la Comisión de Paz del Senado tenemos otra preocupación y es la de alcanzar la paz, hecho que no se opone en ningún momento a lo otro, porque la condición indispensable para la reconciliación, es que haya seguridad para todos los colombianos. Una cosa se complementa con la otra.

 

CNAI: ¿Es necesario la  creación de  un marco legal para la paz que haría las veces de justicia transicional, si en estos momentos tenemos la ley de justicia y paz, que se supone cumple con ese papel?

 

RB: La ley de Justicia y Paz hace parte del marco de ley de justicia transicional, como la ley de Víctimas, como la ley de Orden Público. Todas estas son leyes que hacen parte de un mismo marco. La Constitución no dice en ningún momento a que se refiere la justicia transicional y a que no. La importancia del acto legislativo es que limita esas posibilidades derivadas de la justicia transicional, excluyendo a los narcotraficantes, los delincuentes comunes, las bacrim. Esas definiciones no estaban expresas en la Constitución y permitía  falsos análisis e interpretaciones. A los grupos criminales hay que aplicarles la ley con todo su rigor, sin embargo cuando hay largos conflictos en el mundo entero, es necesario construir formas de resocialización, privilegiando la verdad a favor de las víctimas.

 

CNAI: El proyecto ha recibido fuertes cuestionamientos de parte  del ex director del Centro Internacional para Justicia Internacional, Michael Reed, quien no lo ve necesario. ¿Qué opina al respecto?

 

RB: Son declaraciones que me sorprenden porque el doctor Michael Reed participó en las mesas de trabajo que convoqué desde la Comisión de paz del Senado. Durante estas sesiones é hizo aportes valiosos y conoció la iniciativa del proyecto desde un comienzo. Esperemos a que el debate continúe y en esa medida daré las respuestas necesarias,  dejando en claro que esta iniciativa no aplica para el pasado, no beneficia paramilitares, pero sobre todo que no es cierto que el Congreso no tenga la capacidad para  legislar sobre la paz, sobre la justicia, sobre la salud o sobre cualquier otro asunto, porque entonces estaríamos acabando de tajo con la institucionalidad democrática  que representa el legislativo.

 

CNAI: ¿En los encuentros regionales se habló de cuáles escenarios como los del Caguán no se repetirán en un futuro?

 

RB: El país no necesita más caguanes, Colombia lo que necesita son reglas claras para propiciar una desmovilización masiva. La ley de Justicia y Paz está a punto de colapsar  y se necesita del acto legislativo para  poder priorizar y seleccionar los casos más graves, diferenciando  los más responsables de los menos responsables, para que  no nos tardemos más de una  década  imputando cargos.

 

CNAI: ¿Por qué abrir nuevamente el debate de si se les debe dar la oportunidad a guerrilleros desmovilizados para participar en política, si este tema se consideraba superado?

 

RB: El Vicepresidente Angelino Garzón dijo que para el entendimiento  de los ciudadanos del común, resulta lógico pensar que es mejor un colombiano desmovilizado y pacífico, que un colombiano disparando en la selva; que es mejor un colombiano que le apueste a la paz y no el que le siga apostando a la guerra. Cuando usted ofrece la posibilidad a alguien para que deje de hacer la guerra, es para que tramite sus diferencias haciendo política y, por supuesto, el acto legislativo abre unas puertas para que haya esta posibilidad, pero solo si el jefe del Estado considera que tales organizaciones ilegales merecen esa oportunidad,  si no entonces que alguien me diga que hacemos con ellos.

 

CNAI: Resulta curioso que una persona que dio su apoyo al ex presidente, Álvaro Uribe, presente a consideración del Congreso una propuesta de paz, cuando al ex mandatario estos temas no le suenan bien del todo.

 

RB: Aquí lo que está en juego es la patria y las instituciones. Sin la firmeza y la recuperación de la seguridad democrática, hoy no podríamos pensar en la posibilidad de un marco para la paz. Hace diez años con un país sitiado, secuestrado, bombardeado, casi desecho, nadie se atrevería a pensar en eso, pero hoy las condiciones son otras

 

Publicado en www.nuevoarcoiris.org.co