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SOBRE LAS ENCUESTAS ELECTORALES

Semana
13 de septiembre de 2011

?No es nuevo que circulen encuestas electorales realizadas sin el lleno de los requisitos exigidos por la ley, lo que si es una osadía es que no sea en pasquines de restringida circulación en provincias alejadas, sino en los grandes medios nacionales, hechas por encuestadoras al parecer falsas y nada menos que sobre la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín, de acuerdo a la denuncia que hace Daniel Coronell en Semana (https://www.semana.com/opinion/misterioso-senor-montanar/163864-3.aspx) lo que es muy grave y hasta vale la pena averiguar de que artimaña se valieron para lograr entrar en tan altos y selectos círculos mediáticos, generalmente cerrados a esas situaciones.


Pero como este es un blog informativo, les cuento qué es una encuesta y cómo esta funciona.

Se trata de técnicas y procedimientos mediante los que se obtienen datos e información sobre la opinión de un grupo representativo de encuestados, usando un cuestionario específico, cuyos resultados pueden ser generalizados a toda una población previamente determinada.

El Consejo Nacional Electoral como suprema autoridad de la organización electoral, regula, inspecciona, vigila y controla, que las encuestas electorales y de opinión política sean procedimentalmente correctas y transparentes, porque si bien cualquiera puede hacer una encuesta electoral, para publicarla tiene que ajustarse a la regulación del CNE y con una encuestadora autorizada por dicho organismo.

 

Una encuesta bien hecha la aceptan hasta los perdedores, así sea a regañadientes, pero cuando es falsa, incorrecta, con oscilaciones o sesgada, se percibe de inmediato y se generan graves problemas de credibilidad en la propia democracia.

 

La política es un mundo regido por los medios de comunicación, por lo que una encuesta falseada o una serie de encuestas publicadas para jalonar una tendencia, es otra forma de corrupción que debe ser prevenida y si llegare a ocurrir, detenida de inmediato y sancionada ejemplarmente por el CNE, porque esta orienta la tendencia de los votantes, restando transparencia al proceso electoral.

 

Los partidos y los candidatos tienen sus propias encuestas, lo que les permite comparar y poder denunciar las falsas o mal elaboradas, lo que no debe ser necesario en un régimen bien instrumentado. Cabe anotar que una encuesta bien hecha no se equivoca, aunque haya diferentes maneras de interpretarla.

 

Una vez publicada, debe ser realizada por una empresa debidamente autorizada, indicar si es encuesta o sondeo (http://www.cne.gov.co/CNE/ENCUESTAS.page), enviarse al CNE para su análisis, tener cuidado con las encuestas telefónicas, pues se hacen en teléfonos fijos y el impacto de la telefonía celular es tan grande que pueden resultar distorsionadas, se las contrata porque son más baratas y rápidas, pero pueden no ser confiables, las encuestas electorales deben ser presenciales y la muestra recogerse sábados y domingos para asegurar que se entrevista al dueño de casa, finalmente el CNE debe regular la publicación de las encuestas en etapa preelectoral, ya que al publicar 2, 3 o 4 seguidas, podrían estar manipulando a la opinión pública.

 

Es importante también mantener la veda, se le llama así al tiempo que se prohíbe publicarlas previas las elecciones, no se debe ser tan exagerados como en Ecuador, donde se prohíben desde un mes antes, o como en Brasil, El Salvador, Paraguay y Perú, donde la veda es de 2 semanas; resultan más mesuradas prohibiciones como las de Colombia y México, una razonable veda de una semana anterior al debate.

 

Finalmente y para quienes quieran profundizar sobre el tema, las normas que regulan las encuestas son: Constitución Política artículo 265-6, las leyes 130 de 1994 y 996 de 2005, así como las resoluciones 23 de 1996 y 50 de 1997

 

@adelinacovo