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¿Son los machos o un/a periodista el que está en peligro?"

Semana
5 de junio de 2010

He encontrado en Revista Semana el articulo “Los machos en peligro”. El(la) autor/a relaciona la homosexualidad con los problemas biológicos que se generan por exposición a diferentes químicos alterando el sistema reproductivo de las personas, especialmente por los efectos modificadores en fetos machos de la especie humana, según se lee en las interesantes apreciaciones científicas provistas por Jaime Mendiola, investigador de la Universidad de Murcia (España). Otras fuentes citadas proveen excelentes aportes. Sin embargo, como puede comprenderse con la lectura total del artículo, incluyendo sus mismas fuentes, dicha relación no existe…

 

De acuerdo con muchos reportes de serios estudios de diversas universidades sociedades científicas en el mundo, hace ya rato se confirmó que nada tiene que ver la homosexualidad con el bloqueo de la función de las hormonas masculinas, tampoco con las modificaciones evidentes en el sistema reproductivo, los penes pequeños, los testículos no descendidos, con una menor distancia anogenital, con que nazca un niño por cada dos niñas, menos aun con el creciente número de casos de cáncer testicular y mucho menos con los problemas de fertilidad generados por la caída de los recuentos de espermatozoides. Ahora bien, no dudo que algún homosexual sufre de esas situaciones, pero puedo aseverar que no se ha hecho marica por ello.

 

“Es indudable que cada vez estamos más expuestos a compuestos químicos ambientales, y el principal problema es que no sabemos el efecto que pueden tener sobre nuestro organismo", señaló Mendiola, pero de ahí a decir que la homosexualidad se origina en dichos supuestos hay un gran trecho, uno mucho más pequeño si se aceptara lo que Evo Morales, el Presidente Boliviano, afirmara cuando dijo hace más de un mes que consumir pollos hormonalmente influenciados o alimentos modificados genéticamente era una de las causas de la homosexualidad, porque esto no tiene ninguna argumentación científica. El mismo presidente ofreció disculpas por dicho pronunciamiento, que había puesto los pelos de punta a la industria avícola.

 

Partiendo del beneficio de la duda, prefiero creer que lo que es dudable es este artículo no es la capacidad de comprensión del escritor del artículo publicado, sino que apremiado por las circunstancias y en su fiebre de tener que publicar sobre lo gay dio un doble salto mortal conceptual con graves lesiones en su capacidad de comprensión, como consecuencia.