Home

Blogs

Artículo

TLC: carrera corta o larga?

Semana
28 de enero de 2008

 

Anticipo de conclusión: opción nuclear no, y esto parece una carrera "larga".

 

El compromiso de la administración Bush con el TLC de Colombia es admirable, pero deberíamos tener presente que el gobierno de Bush acabará pronto y el de Uribe no. Para efectos de la aprobación del tratado, la capacidad de Bush termina en mayo.

 

Así que considerar la llamada "opción nuclear": presentar el tratado al Congreso sin el apoyo de la presidenta de la Cámara, parece una idea desesperada de quien cuenta con muy poco tiempo.

 

El nombre lo dice todo: "nuclear". Después, nada será igual. Bush no estará y nosotros sí. Es cierto que la Casa Blanca decide si usa la opción nuclear, pero Casa de Nariño puede pedirle no usarla.

 

Aparentemente, hay una perversa razón electoral para que Bush use la opción nuclear: si rechazan el tratado con Colombia, los demócratas quedarían dándole la espalda al aliado en la región, con un Chávez agresivo. Si lo aprueban, sería una gran victoria de Bush.

 

Los staffers demócratas que responden mis correos creen que eso no pasará. Los congresistas que vinieron con la Secretaria de Estado dieron respuestas que mantienen la decisión en el partido. La idea de conseguir que no haya voto de bancada es ... muy optimista.

 

Colombia debería encuadrar los valiosos esfuerzos del gobierno republicano en una estrategia que asuma lo más probable: los demócratas esperarán a que uno de los suyos esté en la Presidencia para votar el tratado con Colombia. 2009.

 

La administración Bush está en una carrera corta, debilitada por el costo de errores de variada índole. Colombia, en cierto sentido, está comenzando una carrera larga: recomponer la relación con Estados Unidos bajo mayoría demócrata.

 

Aun si ocurriera lo que parece improbable: que un republicano suceda a Bush, Colombia tendría que construir una relación con los demócratas. Para usar palabras de un excelente paper de Juan Fernando Londoño, que publicará Fescol, necesitamos salir de la condición de "caso ejemplarizante" de los demócratas (por haber tenido una "relación especial" con Bush).

 

Como la extensión de las preferencias de ATPDEA vence el 28 de febrero, la solicitud de renovación implica una decisión importante: o nos atenemos al horizonte de la administración republicana (corto) o nos avenimos al horizonte de los demócratas (largo).

 

En mi entender, esa decisión conecta con otra del mismo tamaño: hay que tomar más en serio el argumento político de los demócratas para retrasar la aprobación del tratado con Colombia. Ellos quieren "cambios", y no pueden aceptar que en tan corto tiempo Colombia los hizo.

 

Los mismos datos de progreso en los temas que levantaron serán mejor recibidos cuando haya transcurrido un tiempo normal para el tipo de cambios que pidieron.

 

Por ejemplo, los dos proyectos de ley laborales que obedecen a la OIT y a recomendaciones de los demócratas, el 144 de 2007 (contribuciones parafiscales a cargo de las cooperativas de trabajo) y el 190 de 2007 (declaratoria de ilegalidad de la huega a cargo de juez laboral, no del Gobierno, y sobre convocatoria del Tribunal de Arbritramento), ambos de Cámara, no han sido aprobados.

 

 Deberíamos analizar más, en público, cómo fue el proceso del tratado de Perú.

 

Además, los representantes tendrán elecciones en sus distritos, muchos bajo la influencia de un sindicalismo fortalecido, con una recesión en el ambiente.

 

En conclusión: desde este punto de vista, hay que seguir con la intensidad de una carrera corta, pero variar el lenguaje al de una estrategia de carrera larga. En últimas, no tan "larga", pues el 2009 está a la vuelta de la esquina.