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Una experiencia científica con el método psicoanalítico

Semana
8 de mayo de 2009

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El protocolo Resultado de la entrevista psiquiátrica: el vínculo de conocimiento como factor protector del riesgo suicida en Bogotá DC’ fue seleccionado por la International Psychoanalytic Association para una beca de investigación en Londres. Se trata del organismo mundial que agrupa a los psicoanalistas, vela por su formación y desarrollo científico a través de cursos, congresos globales que, por ejemplo, este año se realizará en Chicago, así como con su revista de circulación planetaria. Se trata de un estudio cualitativo ya aprobado por el Comité de Ética de la Fundación Santafé de Bogotá y en proceso de selección en Colciencias, el organismo promotor de la ciencia colombiana. Los investigadores son: el psicoanalista Jorge Ballesteros, líder del proyecto, la epidemióloga Constanza Collazos, quien estructuró su coherencia estadística, el también psicoanalista Santiago Barrios que aportó la metodología para evaluar la muestra y el psiquiatra Carlos Mantilla, encargado de los aspectos de salud pública.

Se contestará la siguiente pregunta de investigación: ¿un factor protector de riesgo de muerte es el vínculo constructivo entre el terapeuta y el paciente que intentó suicidarse, al generar conocimiento desde la entrevista psiquiátrica inicial? Observaremos la naturaleza del vínculo terapéutico en relación con el desenlace del caso, sin modificar el tratamiento establecido por las instituciones donde atiendan las urgencias guiados por factores de riesgo mediante medicamentos, hospitalización, psicoanálisis u otras psicoterapias. El resultado esperado es una conexión matemática firme y constante entre el nexo terapéutico adecuado y la mejoría en la expectativa de vida un año después: disminuye el riesgo porque el paciente unifica y neutraliza impulsos destructivos al dar sentido a su agresión, sin rechazarla ni juzgarla aprende a manejar la adversidad, pues el suicida potencial anhela aniquilarse a la vez que sin contradicción aparente tiene la intensión de entender, sobreviviendo a ese dilema.

En general, la calidad de los vínculos del paciente está presente en la experiencia que genera la entrevista, influenciada por su capacidad recibir y utilizar los aportes del terapeuta, refleja su manera de ligar ideas sobre sí mismo y los demás, disminuyendo el peligro pues piensa en lugar de actuar. Se involucra con sus percepciones inconscientes sobre el terapeuta al comunicárselas con la finalidad de que aprenda sobre sus expectativas al relacionarse con otros. Su capacidad de entender y usar las intervenciones aclara ideas sobre sí mismo y los demás, al igual que sentimientos, fantasías, anhelos, mecanismos de defensa, incluso sobre el acto suicida, generando la posibilidad de conocer mientras resuelve conflictos.

Para medir la calidad del vínculo terapéutico se empleará la metodología de Lester Luborsky. En 1975 ideó una técnica para estudiar procesos de terapia psicoanalítica con el objetivo de localizar ideas que se repiten en el discurso del paciente, indicando áreas de conflicto a partir de la estructura de la narración, que suele constar de lo que se desea de otros, la reacción obtenida y cómo responde frente a ella. En el caso de este trabajo, la información de la entrevista será consignada por cada especialista en la historia clínica, sin embargo la identidad de pacientes y terapeutas se mantendrá en reserva, luego sobre esas transcripciones psicoanalistas entrenados en esta metodología, y ajenos al proyecto, identificarán los elementos que sugieran la sensación de ser comprendidos para indicar la exposición.

La muestra abarcará más de 600 pacientes para lograr conclusiones confiables en un 95%, incluirá a mayores de quince años, de ambos sexos y todas las condiciones socioeconómicas, con diagnóstico de intento de suicidio; se excluirán del estudio a quienes estén en coma, inconscientes o con deterioro cognitivo. Además se tendrá en cuenta los niveles socioeconómico y educativo, así como el tipo de IPS y la influencia de factores de riesgo reconocidos: edad, sexo, estado civil, ocupación, alcoholismo, intentos previos y su letalidad, es decir la gravedad del suceso según el método empleado, la persistencia de ideas suicidas, situaciones de pérdida, el apoyo familiar y la presencia de otras enfermedades. Se entrevistarán en tres ocasiones durante los primeros diez días desde el evento, luego se seguirán durante un año y cada paciente firmará un consentimiento informado en caso de decidir libremente participar en esta investigación.

Indudablemente se trata de un problema que afecta a muchos, aun cuando es difícil determinar el número exacto, que además varía ampliamente entre países, en el 2006 la tasa de suicidio en Bogotá fue de 3 por 100,000 habitantes, mientras la de intentos 17,8 por 100,000, y se estima que la tercera parte de los pacientes lo hará de nuevo durante el siguiente año. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud predice que la depresión será la causa principal de incapacidad laboral para el 2,020 y la tercera enfermedad, solo superada por el infarto del corazón y los accidentes de tránsito, este dato es importante porque el 15 % de ellos se suicidan y por cada uno consumado se dan entre 10 y 20 intentos, es decir unos 10,2 millones de pacientes en el mundo requieren atención y cerca de 30 millones podrían estar en riesgo. Entonces se iniciaron campañas de prevención: entre las prioridades del Plan Nacional de Salud Pública 2007-2010 está la salud mental, en especial el suicidio, tan frecuente entre adolescentes y adultos jóvenes. Así mismo, la información de este trabajo tendría implicaciones en la construcción de nuevos programas de educación médica y protocolos para quienes no lograron beneficiarse de la relación terapéutica.