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¿Y qué es psicoanálisis?

Semana
18 de agosto de 2008

Luego de comentar nuestras vidas con un amigo de infancia, un connotado abogado a quien no veía desde hacía varios años, me preguntó: ¿y qué es psicoanálisis? Esa tarde acompañábamos entre la piscina a los niños, yo a mi hijo y él al de su novia, quienes se recreaban entre el agua en un domingo familiar. Resolver el interrogante en esas circunstancias me resultó imposible, como si me hubiera pedido que le dijera el sentido universal de la vida en una oración simple, hice lo que pude, y en todo caso, aburrido prefirió seguir nadando. Entre tanto, me quedó durante varias semanas la necesidad de hacerle justicia a este noble oficio, entonces decidí responderte con calma, en un ambiente más propicio, a través de esta nota.

 

Se trata de la teoría y la técnica para el estudio de los mecanismos inconscientes. Aquellos aspectos de la personalidad que no son evidentes, aún así, están presentes en reflexiones, opiniones, recuerdos, operaciones matemáticas, al igual que en el amor, el odio, la curiosidad, en fin, en toda manifestación psicológica; también abarca motivaciones, deseos, mecanismos de defensa, fantasías. Conforman modelos para relacionarse con otras personas y el mundo, que constantemente se modifican con la experiencia –el lector cuidadoso habrá notado que el desarrollo mental empieza con el nacimiento y termina en la muerte, los primeros años son determinantes para el porvenir psicológico, sin ser inmodificables-.

 

Además las vivencias se correlacionan con cambios cerebrales: representaciones de acontecimientos según el nivel de madurez neurológica del observador, los matices del suceso, las emociones que despierta y el conocimiento previo, construyendo un mapa de experiencias que aporta el punto de vista desde donde cada uno interpreta las cosas. Este aprendizaje enriquece la personalidad, da madurez, amplia el repertorio de respuestas frente a los estímulos. Sin embargo, en algunas oportunidades el proceso no se da con la fluidez y facilidad que dibujé esquemáticamente; pérdidas, frustración, angustia, miedo, depresión y otras sensaciones dolorosas hacen recurrir a respuestas que fueron eficaces en otras épocas, en las lontananzas de la vida, en la infancia temprana. Por así decirlo, la persona funcionaría como si estuviera en otra época –como en el caso de quien busca en su pareja primordialmente protección y seguridad, como si estuviera con sus padres-, estas conductas generan la sensación exasperante de vivir en un círculo vicioso, las relaciones se repiten y maltratan.

 

La técnica psicoanalítica genera conocimiento, cambios progresivos en el analizando que se dan más rápidos de lo que muchos suponen. La persona habla de manera libre y espontánea sobre ocurrencias, recuerdos, anhelos, preocupaciones, dudas, conflictos, en fin, sobre todo lo que ocupa su mente, mientras el analista le muestra la estructura inconsciente subyacente -escribir constantemente en este blog, por ejemplo, se parece a la periodicidad de las sesiones psicoanalíticas: siempre hay algo para narrar, la mente no descansa, ni siquiera al dormir, entonces sueña-. La finalidad del tratamiento es que el analizado sea más permeable al presente, sin desconocer su historia ni la necesidad de planear estratégicamente. Se construye una perspectiva más equilibrada sobre la vida y la gente, buscando su verdad personal, aquella que yace dentro de nosotros mismos, que al encontrarla nos permite ser más sinceros, libres y justos, más conscientes de las limitaciones y alcances, más tolerantes de la diversidad humana. En palabras de Sigmund Freud, el primer psicoanalista, el objetivo es aliviar el dolor neurótico para que quede el de la vida corriente; substituye síntomas, como ansiedad y enfermedades psicosomáticas, por una nueva capacidad para afrontar exigencias sin exagerarlas, negarlas ni perpetuarlas. En suma, el psicoanálisis es una ciencia que estudia y trata la mente.

 

Durante ciento veinte años se ha desarrollado nuestra disciplina, y en las últimas tres décadas se publicaron artículos en Europa y los Estados Unidos correlacionando fuertemente el beneficio terapéutico con el proceso psicoanalítico – para el interesado en el método científico hago esta aclaración: esos estudios se realizaron con técnicas cualitativas y cuantitativas, con muestras amplias, así como diseños retrospectivo, prospectivo y metanálisis-. Otro acontecimiento científico ha sido el resurgimiento del diálogo con la neurociencia en pos de puntos de contacto que articulen esos mundos intelectuales tan disímiles. Estos trabajos no intentan confirmar hallazgos psicoanalíticos con métodos de la neurociencia, ni lo contrario, su objetivo es construir un cuerpo teórico más amplio, con mayor poder para explicar los misterios de la unidad psicosomática.

 

Desde el principio se diseminó por el mundo, en la actualidad hay sociedades psicoanalíticas en casi todos los países, a su vez, articuladas por una gran sociedad mundial. En Colombia hay tres. Se encargan de promover el desarrollo de la disciplina, así como de enseñarla formando nuevos psicoanalistas y difundir sus ideas entre el público, además ofrecen servicios a la comunidad: centros de remisión que orientan a los pacientes, aportes pedagógicos en colegios y universidades, amplían la comprensión sobre asuntos sociológicos y enriquecen las concepciones del arte.

 

Querido amigo, espero haber disipado tus inquietudes. No dudes en contactarme si te surgen interrogantes adicionales, desconozco si lograré respondértelas satisfactoriamente, pero te prometo que haré el intento. Te mando saludos y ojalá nos veamos de nuevo en las actividades académicas que se avecinan: 'Curso introductorio sobre psicoanálisis y neurociencias' y 'Curso sobre introducción al psicoanálisis'.