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!!!AVARIENTOS!!! - ¿QUE PASO EN LA DIRECCION NACIONAL DE ESTUPEFACIENTES?

Semana
19 de mayo de 2011

“Quién se iba a imaginar que a la mafia le iba a salir otra mafia de cuello blanco que la terminaría robando. Ver para creer”

María Jimena Duzán

 

 

 

Durante la última década los hechos de corrupción en Colombia han desbordado nuestra capacidad imaginativa;  AIS, INCO, DNE, DAS, solo para mencionar algunas entidades estatales, fueron permeadas por una clase política al extremo de servirse de ellas para sus fines electorales sin  que nada les importe los altos índices de pobreza y miseria que rondan al país.  Y hechos tan lamentables como la yidispolitica, el teodogate o la compraventa de notarias, los falsos positivos, la farsa de las desmovilizaciones y los mil y un carruseles de la contratación donde quedo al descubierto que Colombia es un país suficientemente abonado para todo tipo de fechorías.  Lo que no esperábamos los colombianos de a pie era el alto grado de cinismo de quienes ostentan el poder y perciben grandes sumas de dinero por ello al tiempo que se apoderaban de la cosa publica para uso y disfrute personal.

 

Ni viendo se puede creer tanta desfachatez.  Ni metiendo el dedo en la llaga, ni sacando el pus como lo dijera el presidente Santos.   Grave pústula la de la corrupción que nos hace creer a los colombianos que todo está perdido en materia ética o de moral.  Y si todo hace pus, si por todos lados huele a corrupción, si en las entidades estatales predomina el amiguismo y el compadrazgo, si el bien público se lo ha feriado al mejor postor, ahí, seguramente, encontraremos las verdaderas causas de la miseria y la pobreza que ronda a la gran mayoría de colombianos. Y no acabamos de salir o de asimilar un escándalo de corrupción cuando ya está sobre la palestra pública un nuevo caso  de podredumbre sin que su pus tan solo inquiete a sus autores.

 

Es gracias a la prensa y a los medios de comunicación, y más concretamente al valor de algunos periodistas de opinión que se llegan a destapar las grandes ollas donde se cuecen actos de corrupción administrativa.  La justicia, en gran parte politizada, únicamente actúa cuando ya es imposible sostener ante la opinión pública ese andamiaje que desangra al país  y lo sume en índices de verdadero  caos social.  Parece dormir la justicia ante tanta evidencia, seguramente por cuanto quienes la representan son también cuotas políticas de quienes desangran al país.  Fichas que quitan y ponen de acuerdo a beneficios electorales y que deben actuar de acuerdo a las mismas conveniencias.

 

Hace poco nos escandalizábamos de Agro Ingreso Seguro y su repartija multimillonaria de recursos a reinas de belleza, narcos y paramilitares. Hoy, y en un drama de nunca acabar, nos ruborizamos de los acontecimientos de la Dirección Nacional de Estupefacientes donde los bienes de narcos y paras se repartieron como una simple baraja de naipes entre familiares, amigos y testaferros de políticos ampliamente conocidos por la opinión publica nacional.  Mafia entre las mafias que hizo expresar a un reconocido líder de la opinión publica que la DNE era un circo de la mafia  al servicio de la misma mafia.  Un juego absurdo que en verdad desborda nuestra capacidad imaginativa por lo  sofisticado de su engranaje;  una especie de legalización de bienes que se utilizaba en el lavado de activos por la que podríamos denominar mafia de las mafias. 

 

Políticos avarientos que les ha parecido poco lo usufructuado hasta hoy; insaciables y dementes que parecen no entender el clamor del pueblo colombiano que se sume entre la pobreza y la miseria.  Avarientos que se escudan en la doctrina cristiana mientras le hacen el juego al diablo.  Avarientos que juegan con el hombre amasando grandes fortunas que jamás los saciarán.  Pus de la sociedad que por doquier apesta su hedor;  sepulcros blanqueados “relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre repugnante y vomitiva en su interior”.

 

 

peobando@gmail.com