Blindemos a Vargas Lleras y el presidente. (el uribismo contra Santos.)

EL URIBISMO CONTRA SANTOS. Toda la campaña desatada contra el presidente Santos y su ministro estrella Vargas Lleras, tiene un sello en la frente; Alvaro Uribe Velez. La denuncia lanzada por el procurador de la República contra Vargas Lleras, obedece puramente a fines políticos, tratando de desacreditar a uno de los hombres más importantes de la política Anti-narcos, anti-corrupción. Efectivamente, Vargas Lleras sería el candidato en caso de que no lo fuera Santos a la próxima presidencia de la República. Y si no sería seguro para la siguiente. En todo caso, tratando de perpetuar la corrupción de su sistema, el ex - presidente Uribe ataca de todas formas posibles al Ministro Vargas Lleras, utilizando las artimañas típicas de su heredada condición. El ataque lanzado por Vargas Lleras contra el hermano del presidente Uribe, es en estas circunstancias, algo muy grave, ya que se trata de un complot organizado por el grupo del presidente Uribe. Este grupo, es un grupo altamente peligroso para el presidente Santos, ya que son quienes instigan y quieren volver al poder con los creadores del paramilitarismo a la cabeza. Toda la gente que rodeó a Uribe en su gobierno, en un 99% por ciento son corruptos, o ligados a las autodefensas de Colombia y al narcotráfico. La extradición de Tamayo a los Estados Unidos, tiene muy nervioso al ex -presidente, ya que el ex jefe de seguridad de palacio, jefe de seguridad personal del ex -presidente Uribe, estaría con demasiados nexos cercanos a los narcotraficantes y terroristas como para dar una enorme confesión. El procurador de la nación, es un hombre de Uribe, puesto en su momento para organizar las campañas contra otros políticos opuestos a Uribe. El hombre es solamente honesto con Dios, en forma aparente, pero no con la democracia, porque esta les huelga. A quien llaman la mano implacable de la justicia, no es otra cosa que alguien al servicio de toda una organización ligada con la corrupción del ex – gobierno, completamente confirmado que era una estructura del paramilitarismo y del narco paramilitarismo. ¿alguien tiene más dudas de que el ex – presidente es una persona rodeada de gente corrupta, y ligada a la exportación a la Estados Unidos ? El gobierno americano ya no la tiene. Ellos sostenían a Uribe por una cuestión de coyuntura y geopolítica. Esto se acabó. El presidente Juan Manuel Santos, representa una estirpe de políticos, que no se van a dejar corromper como los del anterior gobierno. Las próximas confesiones a la Justicia americana, de los últimos extraditados por el gobierno Santos, tienen un solo fin: comprobar y demostrar una corrupción galopante que hizo estragos la democracia en Colombia. Si el gobierno Uribe pudo meter más del 50 % del congreso paramilitarista, ¿cómo no iba a poder poner otros hombres en diferentes puestos del estado, que hoy actúan como lo están haciendo contra Vargas Lleras? El problema se agudiza. Los servicios de inteligencia de los EEUU tienen mucha más información de la que creía José Obdulio. No eran bobos como pensaba mucha gente allegada a Uribe, y que se creía que los gringos se comían todo lo que ellos les decían. No señor Uribe, ellos no confiaban en nadie, como usted y sus asesores lo creían, para la muestra bata un Tamayo. El grave problema para el ex presidente de Colombia, es que los problemas de relaciones con el narcotráfico, tienen causales de extradición. En todo caso sería importante saber, e ir preparando a todos los EX – Uribistas, que su EX , podría estar tener causales de apoyo a los sistemas del narcotráfico y del paramilitarismo, por lo que podría ir a acompañar a la gente que fue amiga de él, que se encuentra de vacaciones en EEUU, como todos los conocen. En otras palabras, en la lucha contra la corrupción del presidente Santos, de la misma forma que cayó Uribito, pueden caer los Uribotes. Ingenuamente el procurador intenta acusar, descaradamente y desacreditando suciamente, de nexos con los paramilitares, a alguien, como Vargas Lleras, que fue tratado de asesinar por los paramilitares de la línea que ya sabemos de Palacio en su momento. Esta gente, no tiene criterios, y menos el señor procurador en prestarse a este grado de corrupción. Los hombres de Uribe tienen muchos problemas. El procurador ingenuamente debe pensar que irán a regresar al poder, pero no analiza que Obama va a ganar las elecciones, y que sin algunos republicanos de la línea que defendieron a Uribe en USA, y lo mantuvieron en el poder, ya se trata la historia de un barco hundido. El procurador se sube a un Arca de Noé que no es un Arca, y es un submarino. Lamentablemente al tratar de enlodar a Vargas Lleras, quien será unos de los próximos presidentes de Colombia, el señor procurador se equivoca. Se alinea con el bando de corrupción, de la permisión de la exportación de la drogas, (como está comprobado), de la permisión de dejar matar la gente por que es de otro bando, de la permisión de dejar hacer lo que se les de la gana contra la democracia a una mano de ex convictos, como todos los que rodean a un ex – mandatario. El procurador podría ser acusado de participe de toda esta rama de gente extraditable, en determinado momento, por servir para defender los intereses de una gran línea corrupta. Donde la justicia americana, pida citación pública de ex políticos, y ex presidentes a Estados Unidos, para declarar por sus nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo, el procurador va a tener que reflexionar mucho, ya que él ha sido parte de todo ese clan. Dios no puede estar con esta clase de tipos nefastos para la sociedad, de seguro, el templo armado en su oficina, que parece un pesebre, se puede parecer más a una reunión de inquisidores. El peor castigo en todo caso para el procurador, no sería la justicia americana, a la cual se sometería sin mayores problemas. Su verdadero karma sería, que dios fuera real, que existiera, que no fuera una teoría imaginaria, y que apareciera desnudo, a mandarlo a una cueva hirviendo, donde quedaría depilado inmediatamente, y donde olería demasiado a carne quemada.