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DESCUBRIR QUE EL AGUA MOJA

Semana
4 de mayo de 2011

El Presidente Santos, a diferencia de su antecesor quien protegía delincuentes, él mismo en persona denuncia por TV a quienes están saqueando los bienes públicos como producto de la avalancha privatizadora que ocurre en el país desde hace 20 años. Ahora ha colocado sobre la mesa el caso de los recursos de la salud, aunque no es nada nuevo por cuanto esto ya lo conocía la opinión pública.

 

Durante los ocho años del gobierno anterior, Colombia fue el único país del mundo donde el objetivo de la política social de salud, en lugar de ser la salud humana, era la salvación financiera del sistema, un sistema que no tiene salvación mientras existan los mercaderes de la muerte y traficantes de vidas humanas, alias las EPS. El uribismo se dedicó a expedir decretos y resoluciones para brindar piso jurídico a los atropellos de las EPS contra los usuarios, con el fin de que estas bajaran sus costos y tuvieran ganancias, para alimentar los bolsillos de los inescrupulosos capitalistas que han convertido los bienes públicos en objeto de lucrativo negocio. Y claro, con esto quedó abierta la puerta, para introducir todo tipo de  maniobras fraudulentas mediante las cuales se sustraen los recursos y engrosan, aún más, las arcas de los corruptos. Los reintegros por las tutelas, la negación de la atención al usuario con cualquier argumento que establece una norma, el subsidio a los medicamentos de alto costo, el amarre de la salud con las pensiones para crear obstáculos en el reconocimiento de derechos, el argumento del pago atrasado para no reconocer beneficios, y la mas aberrante de las normas, la destrucción del principio universal del aseguramiento creando la obligación del aseguramiento retroactivo, son sólo algunos de los atropellos al más sagrado de los servicios públicos como es la salud, que el gobierno anterior estableció para defender los intereses de los sanguinarios capitalistas mercaderes de la muerte.

 

En esta columna lo hemos anotado varias veces y ahora podemos repetirlo: las EPS sobran en el sistema; no se necesitan para que el engranaje funcione; son parásitos que se comen el mayor porcentaje de los recursos sociales del sector, que se van en gastos y ganancias de las empresas; y ahora como para completar, son canales propicios para que los corruptos se lucren mediante el saqueo de los fondos, que a la fuerza y obligados, los colombianos pagan, en miles de casos, no para recibir un servicio, sino para cumplir con la obligación y así lograr que el mismo Estado les cancele honorarios y salarios a quienes tienen celebrado un contrato como fuente de ingresos laborales. Aplausos  para el gobierno Santos por su empeño en combatir la corrupción que dejó de herencia el uribismo; pero conciencia de que esta no es la solución para la salud mientras existan las EPS con criterio mercantil y ánimo de lucro, porque aunque los funcionarios salgan por TV a mostrar su euforia y a sacar pecho por los hallazgos, no debemos olvidar que lo que han hecho es simplemente descubrir que el agua moja.