EL ANACRONISMO DE LA FARC

Es Indudable que el movimiento guerrillero Colombiano está convertido en el primer cartel de la droga del mundo. El narcotráfico que le permitió fortalecerse económicamente en un tiempo, terminará por atomizarla. Los que conocemos perfectamente la historia, somos conscientes de la metamorfosis absoluta  sufrida desde cuando nació como movimiento campesino por los años 60 hasta la nefasta situación de hoy en día.

Nadie podrá negar el carácter de reivindicación social que tuvo el movimiento, ni las simpatías que despertó en la década del 60 en pleno auge de la guerrilla latinoamericana.  La FARC, nacieron de las disputas entre liberales y conservadores en el ocaso de la violencia de los cincuenta, de las injustas inequidades de la época. Estos movimientos campesinos, fueron abandonados por  las elites, quienes  crearon el esperpento del frente nacional que las marginó del escenario político.

No desconocemos la influencia que mantiene en algunas zonas del país. Pero es un hecho, que nunca respondió a las invitaciones de dialogo y que personajes como Cano, abatido el viernes, ayudaron a catapultar cualquier acuerdo de paz, por sus radicalismos extremos y la falta de visión, tal vez por el empoderamiento que le dio el narcotráfico y por decisión de sus principales líderes, que nunca han creído en la salida política.

Como terminó convertida en un cartel de la droga con conexiones internacionales y control de las rutas. La historia, que desconoce el país, tiene que ver, con el paramilitarismo, los acuerdos con algunos desertores de estas fuerzas, la catarsis que sufrió el narcotráfico, por la lucha de la tierras, la persecución del estado, los nuevos operadores, llamados carteles y la necesidad de tener una fuerza que protegiera la salida y comercialización de la droga.  Como el vicio, la guerrilla probó la droga y nunca más dejó el negocio.

Hoy es un movimiento anacrónico, sin norte e ideología, viola lo derechos humanos y comete delitos de lesa humanidad,a pesar de contar con un aparato militar importante, no tendrá futuro, por ausencia de líderes, ideología y consciencia, pues personajes como Petro, le están enseñando que el camino es otro desde hace mucho tiempo.

La muerte del último de sus grandes líderes la deja sin una cabeza visible. Ninguno de los personajes siniestros que quedan vivos tiene la capacidad de cohesionar el movimiento y la guerrilla, que será difícil de derrotar, tendrá como reto evitar la dispersión de sus frentes. Ahora, paradójicamente la paz, sería el único camino inteligente. Que deciden sus líderes. Siempre han estado en contravía del país y del mundo. Amanecerá y veremos