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EL DESASTRE INVERNAL Y LA CRISIS DE LA INFRAESTRUCTURA

Semana
4 de diciembre de 2011

La tragedia infernal que vive Colombia producto de  un invierno que parece eterno, deja sobre la palestra verdades irrefutables que dibujan en toda su esencia a un país contradictorio, sin previsión, con la peor infraestructura de Latinoamérica y que desde hace ochenta años se repite dramáticamente, con los mismos actores, damnificados, desplazamiento, pues las zonas afectadas son las mismas, simplemente las víctimas son otras, los funcionarios en una demagogia insulsa presentan las excusas consabidas  y planes de resarcimiento, que nunca terminan, todo en medio de escenas dantescas que reflejan nuestro grado de subdesarrollo.

Las escenas de los últimos años, para la fecha, son las mismas o peores. Este año rebasó todo antecedente, pues el diluvio no ha parado y los gobiernos y sus ministros, no han hecho otra cosa que salir al paso de la situación con paños de agua tibia, pues son tantos las zonas vulneradas, que es imposible atenderlas bien todas al mismo tiempo. Miremos, algunas perlas. El presidente acaba de terminar un periplo por el mundo trayendo inversionistas y repitiendo en todas partes, que somos el país de las oportunidades. Firmamos el TLC, con los Estados Unidos, pero nuestra infraestructura tiene un atraso de cincuenta años. El transporte terrestre de Bogotá a la costa, es imposible: ni por  Armenia pues el alto de la línea tiene más de diez derrumbes, ni por Manizales que tiene más de treinta sitios vulnerables, ni por el Magdalena medio. Estas carreteras, las dos primeras, tienen cincuenta años de construidas, por trazados que deben ser revisados y en un estado penoso y peligroso. Ninguno de los grandes proyectos viales, planeado en los últimos diez años se ha terminado y los que tuvieron éxito, como la vía a las palmas o la autopista del café, gozan de pésima salud.  A esto se suma la tragedia humana, con más de ochenta poblaciones inundadas, miles de hectáreas agrícolas anegadas y el comercio regional suspendido. Bogotá es una isla, para no hablar del cuadro de edificios y barrios que parecen una Venecia.

Es inexplicable como un país todos los años vive la misma tragedia y no pasa nada.  Hasta hace poco tenemos una verdadera planeación, lo que es un consuelo por ahora. Lo que no se ha podido erradicar es la corrupción, que se convirtió en otra tragedia más, pues en los últimos ocho años los escándalos sobrepasaron la justa media. Es una verdad de Perogrullo, el país está paralizado gracias a ella. Esperamos que este gobierno, tome medidas estructurales y  genere un plan para salir del atraso en infraestructura, que no esté signado por aquellas salidas cortoplacistas. Es inexplicable lo que le está sucediendo a Manizales, para citar un ejemplo, Aislada, sin agua, sin gas y con víctimas en plena zona urbana por deslizamientos.  Los costos en vidas humanas son irreparables, los daños económicos inmensos y la parálisis comercial ni se diga.  Doctor Santos, las crisis también son oportunidades, solo esperamos una política seria al respecto y a propósito donde está el dinero que se recogió este año para salir adelante con este invierno, que paso con el doctor Londoño….en fin.  Amanecerá y veremos.