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EL DILEMA DEL PRISIONERO: DEPREDADOR VS SAS

Semana
27 de mayo de 2012

                                                                                            Sirius:

                                                                                            “Si quieres saber cómo es alguien mira de qué

                                                                                            manera trata a sus subalternos, no a sus iguales”

                                                                                                                    Harry Potter y el cáliz defuego

 


Es muy fácil darse cuenta de que el clima organizacional colombiano en su mayoría, es de carácter competitivo-agresivo. En el transporte público, en ascensores, en cafés, en telenovelas (cotidiano reflejo), se habla de chismes,  jugadas sucias, hipocresía, de  esa movida para quedarse con un ascenso de…matoneo social.

Esas prácticas se inician en la escuela y siguen en la universidad, muchas veces incentivadas por la caridad de los mismos profesores, quienes observan la cualidad canibalesca y la ven como el verdadero modelo a inculcar si se pretende ayudar a triunfar a los pupilos en del futuro: “Mataos los unos a los otros como yo os he matado”. La política, corrobora esta realidad pues las traiciones allí son un inherente, algo que se espera y por lo mismo la gente sigue votando por los mismos pues se comportan como el modelo lo manda.

A modo de testimonio les contaré una experiencia propia: Al ser una alumna altamente competitiva, cuestionadora y participativa, el día que me enfrentaron al dilema del prisionero (luego de largos discursos sobre lo efectivo que es ser un economista agresivo), mi decisión de cooperar, una de las pocas, fue públicamente expuesta  como humanización inesperada. Me molestó claro, más de por quien venía la crítica que por la crítica en sí. Sin embargo ambos cometimos el mismo error, pensamos que seguíamos la misma senda de pensamiento, pero no era así y al equivocarnos el uno respecto al otro, irrespetamos la libertad de pensar y actuar diferente al decepcionarnos mutuamente. El sigue siendo una eminencia de la economía agresiva y le funciona y yo debo demostrar si mi teoría opuesta funcionará. Pero sí puedo decir, que desde mi punto de vista, una cosa es bromear con ser el chico malo y otra serlo; una cosa es disciplinadamente prepararte para ser el mejor y otra patear para serlo.

Pero digamos que esa cultura está tan arraigada que obviamente, el bicho errado soy yo. La decepción lógica es el que no se acopla al modelo imperante. Mi deber no es llorar sino demostrar que mi modelo también funciona y puede ser una opción. Para eso habrá tiempo de errar y errar.

Dicho esto con cierto patetismo, les confiaré que mi decisión  de cooperar no sólo proviene de una satisfacción interna inocente, sino de una convicción por los logros (parroquiales por cierto) que en mi vida he visto. Tratar a los demás como si fueran grandes y exitosos en realidad los lleva  a ser grandes y exitosos, lo que ha redundado en una ganancia para mí porque siempre me enfrento a los mejores, a los que me retarán y obligarán a crecer.

Pero corporativamente tengo un ejemplo (entre muchos, para fortuna de mi futuro) del éxito de cooperar:

La Corporación SAS,  35 años de éxitos consecutivos en el desarrollo de software de análisis empresarial, crecimientos hasta de dos dígitos, estables en tiempos de crisis y con ganancias en los mismos tiempos negros, primer lugar en la revista Fortune en los años 2010 y 2011 y siempre en las 100 mejores empresas. Su creador Jim Goodnight, promotor de la Cultura SAS que promueve el respeto, comodidad, aprecio, innovación y sobre todo cooperación con sus empleados a quienes trata como iguales y en los que invierte porque sabe que son la clave de su éxito. Copiado en su cultura por Google es considerado el mejor sitio del mundo para trabajar. No despiden  a sus trabajadores en tiempos de crisis y recibieron a muchos creativos que si lo fueron de otras empresas, su planta es impecable y llena de atractivos que hacen que el trabajador “quiera” ir a trabajar. El activo que le genera más dinero a este visionario ser humano, es el de sus empleados, quienes no tienen que apuñalarse entre sí, sino cooperar para crecer cada día más y así ganar más. Obviamente Goodnight no recibe órdenes de la bolsa ni de organizaciones con miembros indisciplinados que hay que sacar de su despilfarro, no, él creó una empresa para que dure no para venderla.

Cooperar y tomar en cuenta los gustos del sujeto, respetar las diferencias y aceptar que el consumidor manda desde sus gustos, es la nueva tendencia en el management y el marketing. El milagro lo hicieron las redes sociales, pero Goognight el visionario ya poseía esta característica desde antes en su cultura laboral. Allí la  ayuda mutua se ve como un activo y no como una debilidad. De hecho Zappos, una compañía comparada por Amazon pero no influenciada por la cultura Amazon, es una compañía donde la humildad es el componente más importante y si el perfil del aspirante no la posee por muy inteligente que sea, no entra. Sobra decir que es una compañía altamente exitosa.

Tal vez yo me haya apartado de una eminencia, pero ciertamente no me apartaré de mí misma. Cooperaré con mis socios o empleados, con mis empleadores y con sus corporaciones. Creo firmemente que el respeto a los demás, la innovación puesta para los otros y la creatividad compartida redundan en beneficios no solo espirituales sino monetarios. Por eso, en Colombia, hay que empezar a crear empresas pequeñas con culturas nuevas como una opción, sin tratar de acabar con los otros modelos sino más bien midiendo cual es más aceptable para un mundo nuevo como el que se ha descubierto en las redes sociales. Total si uno respeta, debe empezar por respetar a los que no piensan como uno.

                                                                                        Natalia Laverde (GreenInk7657)