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EL LUNES NEGRO EN EUROPA

Semana
12 de julio de 2011

La indecisión de los líderes de la comunidad para afrontar la crisis Griega tiene a Europa al borde de un colapso de términos mayores.  El editorial del “País “de España lo afirma enfáticamente: La convulsión permanente de los mercados, que apenas deja una semana de tranquilidad entre un episodio de ataques a las deudas periféricas y el siguiente, está llevando a la eurozona al caos financiero y al borde de la ruptura. La crisis, mal gestionada por las instituciones europeas, ha dado un peligroso salto cualitativo al involucrar a países como Italia que tienen gran parte de la deuda en manos de residentes.

No existe una posición homogénea para afrontar la crisis y persiste una desconfianza entre los miembros de la comunidad para brindar las ayudas pertinentes. Paralelo a ello, para los países en crisis, cada vez les resulta difícil adoptar medidas de ajuste, que definitivamente tienen un costo social muy alto.

En materia financiera las indecisiones se pagan caras. “La convulsión permanente de los mercados, que apenas deja una semana de tranquilidad entre un episodio de ataques a las deudas periféricas y el siguiente, está llevando a la eurozona al caos financiero y al borde de la ruptura. La crisis, mal gestionada por las instituciones europeas, ha dado un peligroso salto cualitativo al involucrar a países como Italia que tienen gran parte de la deuda en manos de residentes”.  Este fue un lunes negro para el mercado accionario Europeo, “los temores sobre la solvencia y la estabilidad política de Italia, sumados a la frustración del mercado ante la incapacidad de los líderes europeos para resolver los problemas de Grecia, provocaron que el rendimiento de los bonos soberanos de Italia a 10 años saltara más de 100 puntos básicos, alcanzando un récord de 285,6 frente a los bonos alemanes, en comparación con la semana anterior”. Esto genera especulación que aumenta los peligros de un colapso total. Dice el editorial del periódico Español: La prima de riesgo española alcanzó los 336 puntos básicos y la de Italia superó los 300 puntos. Es una situación insostenible a corto plazo para la solvencia española y, sobre todo, para la italiana, que acumula un volumen de deuda del 120% del PIB. En España, la explosión de los intereses de la deuda asfixia cualquier recuperación, porque los gastos financieros consumen cualquier margen presupuestario, reducido de entrada por la obligación de controlar el déficit. El castigo a la deuda se traduce además en el desplome bursátil de los sistemas bancarios, objeto de una reforma cuyo destino fatal en estas circunstancias es el fracaso.

A esto se suma posiciones políticas y expresiones generales, que no son buenas. Los alemanes dicen: por qué tendremos que pagar con nuestros ahorros las irresponsabilidades del pueblo Griego.  En Francia las opiniones son del mismo corte, España no está dispuesta a realizar sacrificios que afecten su economía y poco le importa la suerte de Grecia y Portugal.  La mayoría de países de la comunidad se desentiende del problema: Donde están los países nórdicos, que dice Holanda, realmente poco se dejan oír.

Es necesario decirlo con absoluta entereza: La caída de la comunidad sería nefasta para la economía mundial.  Afectaría al mundo y de hecho ya lo está haciendo.  A nadie le conviene, por lo que su suerte debe preocuparnos a todos.  Como están asumiendo los líderes mundiales esta situación. No es fácil, pues el momento no es bueno para muchos países. Estados Unidos puede entrar en cesación de pagos, si el congreso no se pone de acuerdo, su economía no despega, Japón continua en recesión y China, a pesar de las cifras que maneja aun está lejos de ser la locomotora que la economía mundial necesita.

Pocas veces analizamos el papel de los acreedores, que son los que llevan la mayor responsabilidad como catalizadores directos de la crisis, pues no ceden en sus pretensiones.  Dice el editorial del “País “: Los acreedores de las deudas europeas (y quienes gestionan sus carteras) tienen una responsabilidad indeclinable en esta situación crítica. Reaccionan con histeria a síntomas menores y son reacios a analizar los fundamentos económicos de cada país. Pero lo que los inversores cotizan sobre todo (a la baja, por supuesto) es la pésima gestión de la crisis.”

La situación está como para alquilar balcón. Esperaremos expectantes como termina este capítulo, que se mide minuto a minuto. El manejo de las decisiones en el tiempo es fundamental.