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EL NUEVO FISCAL Y LA ESCUELA GARANTISTA

Semana
25 de marzo de 2012

Se demuestra con la elección del nuevo fiscal que el doctor Uribe por razones conocidas por todos y gracias a su actitud frentera y terca, que en algunos casos es una virtud, pero en otros es nefasta, logró polarizar al país y que hasta ahora empezamos a desenredar el ovillo de tan engorroso embrollo. Ejemplo típico, el enfrentamiento entre la corte suprema de justicia y el ejecutivo, que el presidente Santos está dirimiendo sabiamente.

El Doctor Eduardo Montealegre al igual que el  doctor Gómez Méndez es un penalista a carta cabal, de esos que solo produce el Tolima. Su trayectoria está descontada y su probidad igual, a pesar que saldrán a flor de piel muchos impedimentos por razones de su ejercicio profesional. Quiero hacer énfasis, en la escuela que representa, en los principios con los cuales manejará la entidad. Hablo de la escuela garantista.

Se ha vuelto lugar común que se dictan órdenes de captura a granel en este país, la fiscalía las pide basado en evidencias muy fragiles. Estamos en un estado carcelario, paradojícamente sin cárceles y sin política criminal, ni resocialización a su interior.

Sobra decir que no somos penalistas ni mucho menos, pero que gracias a nuestras preferencias por los derechos fundamentales y la filosofía hemos leído con atención “Razón y derecho” de Ferrajolli. El garantismo nació en el Derecho como una respuesta frente a la gran divergencia existente entre lo que establecen las constituciones y demás normas superiores de los ordenamientos jurídicos, que consagran derechos y garantías ideales para los ciudadanos, y lo que acontece en la realidad, en donde tales derechos y garantías muchas veces no se cumplen. Para el caso, en Colombia  no se cumple con la presunción de inocencia como principio constitucional. “Así, desde la óptica del garantismo, especialmente en el ámbito del Derecho penal, es fundamental diferenciar no sólo entre “validez” y “eficacia” de las normas, sino también entre “validez” y “vigencia” (o “mera existencia”) de las normas.

Son muchos los retos del fiscal. Esta el grueso de procesos por la contratación pública, la Jidispolítica, el paramilitarismo, las investigaciones sobre las chuzadas, la delincuencia común, la suerte del doctor Luis Carlos Restrepo. Las responsabilidades sobran, esperamos diligencia, compromiso y rectitud, de antemano su trayectoria y preparación en principio lo respaldan, esperaremos como cumplirá su tarea.