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ELECCIONES PRESIDENCIALES VENEZUELA : La carrera hacia el 7- O y los bandos polarizados

Semana
7 de junio de 2012

Enclave

Nº 59

MAYO 2012

 

La carrera hacia el 7-O y los bandos polarizados

 

La incertidumbre que han desarrollado los venezolanos se incrementa cada día que pasa. El solo hecho de tener que enfrentar la cotidianidad, la cual es atípica frente a lo que ocurre en otros países, es el mejor entrenamiento. Además de tener que vivir con la paranoia de la inseguridad que no es poca cosa, el ciudadano no sabe si funcionarios del Estado en vez de combatir el narcotráfico y la violencia, más bien la promueven. Por otro lado el Presidente dice estar sano pero aparenta y se comporta como enfermo. La República Bolivariana de Venezuela es ahora un país con ingresos de divisas inmensurables, pero en donde no todos tienen acceso a las mismas. En el país supuestamente se produce café, carne y caraota, pero todos esos rubros son importados. Las cosas parecieran ir mal pero según algunas encuestas, Venezuela es uno de los países más felices de la región. En fin el país está al revés.

 

Sin duda, esta dinámica hace bastante complejo el poder predecir el rumbo político del país y, en consecuencia, el futuro para la sociedad venezolana. En todo caso la salud del Presidente de la República es indudable la variable de mayor relevancia en cuanto a la definición de los escenarios posibles. Esta situación es un reflejo y un reconocimiento de la fortaleza que como contendor representa el Presidente Chávez. En ese sentido cuál es su condición de salud, qué padece con exactitud, cuáles pueden ser las secuelas y cuándo puede evidenciarse algún desenlace con consecuencias políticas, son las preguntas que se hacen tanto los analistas de oficio como los aficionados. El Presidente acostumbró a la ciudadanía a su omnipresencia mediática, estaba todo el día y todos los días presente en las vidas de cada uno de los venezolanos; pero desde mediados de junio del año pasado todo cambió. Ahora, además de sus extensas estadías en Cuba, las ausencias del Presidente son frecuentes y largas, y a diferencia del pasado donde se ocupaba de arengar a sus seguidores, fijar el rumbo del Socialismo del siglo XXI y atacar a sus adversarios; ahora sus apariciones pretenden demostrar que está sano, recuperándose y en capacidad de seguir capitaneando el barco.

 

De las respuestas a las preguntas que se plantean surgen varios escenarios que podrían tener distintos resultados o desenlaces. Igualmente surgen miles de interrogantes entre las cuales: ¿El Presidente estará en condiciones de inscribirse personalmente antes del 11 de junio próximo?, ¿podrá abordar la campaña con la vehemencia con que lo ha hecho en el pasado hasta el 7 de octubre? y de ganar ¿podrá asumir el cargo el 10 de enero de 2013 y gobernar los seis años que dura el período presidencial?.

 

Sin ninguna duda para el oficialismo su mejor escenario pasa por- que el Presidente esté sano, participe en las elecciones el próximo 7 de octubre, las gane y pueda tomar y ejercer el cargo. En caso de que la gravedad de la enfermedad del Presidente le impida abordar la campaña, para el oficialismo el mejor escenario sería que el candidato, es decir el mandatario nacional, ganara y sí esto sucediera, pudiera resultar que no pueda tomar el cargo y/o ejercerlo. Es decir no podrían garantizar la sostenibilidad de un gobierno que emane de ese proceso. Además, la lucha entre los herederos sería más encarnizada frente a la falta física del Presidente, que si se repartieran en vida los activos políticos del mismo. Por ahora la mejor estrategia electoral del gobierno sigue siendo administrar la imagen del gobernante, que éste se inscriba y participe en las elecciones. Más allá de los resultados reales de las encuestas, la matriz de opinión según la cual la cabeza del gobierno actual aventaja por varios cuerpos al candidato de la Unidad, Henrique Capriles, ha calado, gracias a la amplia difusión comunicacional del aparato del gobierno. Esta matriz le da una ventaja de arranque al Presidente que paraliza y desmotiva a los financistas opositores, que se sienten amenazados por actuar en contra del régimen, así como a la masa opositora en general que tenía mayores expectativas de crecimiento después de los resultados de las primarias. Sin embargo, hay que afirmar que las encuestas publicadas, indistintamente del bando de donde vengan, siempre tienen una intencionalidad. Además las encuestas son fotografías de un instante específico y todavía faltan más de cuatro meses para la elección y el Presidente arrancó adelante. Es decir que las encuestas no dicen nada que no se supiera antes.

 

Por el lado opositor el mejor de los escenarios sería que el candidato de la Unidad, Capriles, derrotara al Presidente Chávez el próximo 7 de Octubre y que éste último mostrará buenas condiciones de salud. Bajo este escenario sería mucho más fácil desmontar el andamiaje revolucionario y la conquista de la simpatía popular y de las élites y grupos de poder nacional e internacional.

 

En lo que respecta a la campaña desplegada por Capriles, la misma apunta a conquistar a los votantes menos polarizados, al centro político, a los no alineados, a los indecisos e inclusive parte de la oposición y el chavismo light. Esta estrategia evadirá mensajes altisonantes o confrontacionales que alejen al candidato de las preferencias de estos sectores antes mencionados. Adicionalmente, como línea táctica fundamental está el “casa por casa”, también conocido como “puerta a puerta”, el cual busca arar la tierra y sembrar la semilla de la candidatura, es decir darse a conocer y generar una primera percepción de cercanía y empatía con el candidato. La intención de voto o la cosecha de lo que se está plantando se puede capitalizar una vez comience la campaña intensa en medios masivos, la cual no arrancará hasta después de la inscripción de las candidaturas. El verdadero piso político de los candidatos y las tendencias se podrán apreciar mejor después de la inscripción. Además una vez que arranque la carrera se podrá valorar mejor la capacidad del Presidente para desplegar su campaña.

 

En estos momentos los sectores polarizados, en especial los del lado opositor al régimen, demandan mensajes y desean que el candidato actúe como ellos creen debe hacerlo, confrontando al mandatario nacional. Esa situación no va a presentarse por decisión del comando de Capriles y se suma a la matriz de las encuestas que se promueve desde el gobierno, lo cual genera cierto desánimo. Igualmente, la ausencia del Presidente, su falta de vitalidad confluirá con la aspiración de muchos de parar la amenaza que representa la continuidad. Ambos sectores con seguridad se irán activando a medida que pase el tiempo, frente a la esperanza del cambio.

 

Otro tema fundamental en esta carrera será la capacidad de movilización de la maquinaria del voto, que en el caso del gobierno es fundamental. El evidente deterioro de la salud del Presidente en la medida que se cierre la brecha entre los candidatos, se producirán trabas en el funcionamiento de dicha maquinaria. Es fundamental que en los sectores opositores entiendan que deben ahondar en este camino. La estrategia opositora, tiene que estar coordinada y alineada con la estrategia del Comando Venezuela, pero la misma tiene que ser más amplia para cubrir todo el espectro político. Además tiene que desplegarse en los múltiples tableros, en los que se desarrolla este complejo e inédito juego.

 

Faltan cuatro meses para el 7 de Octubre. Para unos es poco tiempo, para otros será una eternidad; los meses y quizás años por venir no se han escrito y son difíciles de predecir. La flexibilidad y la inteligencia sumados a una visión de largo plazo con conciencia de los obstáculos que enfrentamos como país, serán atributos necesarios del liderazgo político para poder salir de este agujero de la historia que con certeza el país lo dejará en el pasado.