EN COLOMBIA SOLO HAY DOS GRANDES MOVIMIENTOS POLITICOS.
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El Movimiento de Unidad Nacional, con el presidente Juan Manuel Santos a la cabeza y cercano a la mitad de su mandato, alcanza un 83% de aceptación popular; y el Movimiento Significativo de los Progresistas, con un renombre de marca, el Programa de Gobierno Gustavo Petro – Bogotá Humana YA" (Brand Awareness) inicia su administración con un 76% de favorabilidad.
El panorama político de Colombia, muestra hoy un partido Conservador desdibujado, anquilosado en su pétreo directorio, arrinconado por los escándalos de sus figuras mas visibles en la administración, y con un procurador y varios ministros, que “no los representan”, según sus dirigentes.
Desde el partido Liberal, se evidencia un directorio sin voceros de peso, hábilmente migrando hacia la burocracia en sus figuras más representativas, especialmente ante el éxito alcanzado en seis gobernaciones, siete alcaldías de ciudades capitales, un ministerio propio y varios ministerios ideológicamente cercanos.
El Polo Democrático sin ministros, sin gobernadores, sin alcaldes importantes y sin pudor ante la debacle arrastrada por el maridaje creado por uno de sus máximos representantes, el ex alcalde Samuel Moreno y los carteles de la contratación, ataja la desbandada de sus dirigentes y militantes y pierde de paso su norte ideológico.
Los ufanados miembros del uribismo, renegados, mustios y silenciosos, representados por el partido de la U, Cambio Radical y el otrora partido Verde, con 6 gobernaciones y 15 alcaldías importantes, se pertrechan en ministerios, institutos, embajadas y el poder regional, mirando el horizonte a la espera de señales lejanas.
Finalmente, los movimientos cívicos e independientes que de las 1.102 alcaldías, 32 gobernaciones, 418 diputados, 12.063 concejales y 4.627 ediles elegidos el 30 de octubre del año pasado, ganaron diez gobernaciones y un sinnúmero de posiciones locales y regionales, brillan con luz propia con el triunfo en la ciudad de Bogotá, segundo cargo más importante del país.
La figura de la “Escisión”, artículo de la reforma del Código electoral en Colombia que les permitirá a los militantes de un partido abandonar sus filas e irse a otro sin incurrir en doble militancia, como un salvavidas para cambiarse de vestido político, tocará la composición de fuerzas políticas en el país y polarizará la presencia de un nuevo oleaje donde lideres de conocimiento y agentes nuevos tomarán posición en la movilización de la sociedad.
El anterior espejo, perfila un paulatino acercamiento de los lideres políticos del oficialismo tradicional, representados en el 95% del Congreso, en torno a la denominada Unidad Nacional, que estratégicamente mantiene la expectativa de un segunda mandato presidencial y mueve periódicamente figuras claves a fin de garantizar la oxigenación de sus componentes.
Y, en la otra orilla, los mas de 721 mil votos, que respaldan al Alcalde Gustavo Petro, ex militante del M-19, ex constituyente, ex congresista y ex candidato presidencial, se erigen como el patrimonio con que nace el movimiento de Unidad Significativa, fuerza política del siglo XXI que Colombia necesita.
Por: Miguel Ospino Rodríguez
