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EN DEFENSA DE PETRO

Semana
24 de enero de 2012

POR UNA NUEVA CONCEPCION EN LA ADMINISTRACION PUBLICA

 

A escazos 20 dias de su poseción a Petro no se le puede evaluar sino por lo que dice, la consecuencia con lo que va hacer sera un balance posterior.


A estas alturas del partido hay que abonarle a Petro que quiere gobernar de manera diferente. La derecha y la extrema derecha le piden a Petro que gobierne como si hubiera ganado Peñaloza; la izquierda,  particularmente el POLO lo sigue cobrando sus deslealtades ideológicas y políticas con la Izquierda y con el mismo POLO, mas allá de su debate alrededor de la corrupción en Bogotá.


Petro va a dar que hablar a todo el mundo, el como el mismo Uribe conoce el principio elemental de la vigencia política: el principio de la gallina, poner huevos y cacarear. Poner huevos y quedarse callado, para la opinión publica es como si nada hubiera hecho y así le paso Samuel Moreno, mas allá de los problemas ante la justicia; cacarear sin poner huevo es mas efectivo, pero a la larga desgasta y es lo que le esta ocurriendo a Uribe.


Petro como alcalde a hecho pronunciamientos que deberían ser el centro de debate si no  estuvieran tan interesados en su descalificación: la defensa y el fortalecimiento de la propiedad publica de las Empresas Publicas de Bogota y su proyectada alianza con otras empresas publicas que aun sobreviven en el país; el proyecto de Bogota cero Basuras o el reciclaje de mas del 90% de las basuras de Bogota, que en términos ecológicos y económicos hay que hacerlo, pero esto solo puede ser posible con el apoyo decidido del estado; no a los grandes contratos, democratizando la contratación publica hasta ahora monopolizada por los grandes contratistas y fuente de politiquería y corrupción; y una ultima muy impopular, pero muy necesaria, el desestímulo al uso del carro particular y el fortalecimiento del transporte publico masivo, incluida la propuesta de Metro, única solución seria a largo plazo.


Como se puede observar es una agenda en contravía a las administraciones tradicionales, incluidas las llamadas de izquierda que hay que evaluar que tan alternativas han sido, porque mas allá de un mayor paternalismo, sus políticas podrían haber sido implementadas por un buen gobernante de derecha.


Lo anteriormente anotado son solo pronunciamientos, falta ver como quedan formulados en el plan de desarrollo y sobre todo cual va a ser su implementación; por eso lo mínimo que se merece Petro es un compás de espera y mientras tanto centrarnos en el debate sobre las políticas propuestas, que son de interés y no solo para Bogotá


Véase: PETRO EL SOSPECHOSO