EN LAS SOMBRAS DE LA FAMILIA MORENO

Lo que demuestra el caso de los hermanos moreno, no es que la corrupción este ahora en su punto más bajo gracias a la labor encomiable de los entes del estado, sino que simplemente había llegado a unos extremos muy graves y prácticamente el estado estaba siendo negociado en todos los niveles, de la manera más descarada y frentera.

Quiero tener una mirada por fuera del contexto general. ¿Qué le pasó a Samuel Moreno? ¿Cómo  perdió el control de su administración y  se dejó involucrar en negocios turbios?, a no ser que nos prueba lo contrario.  Verlo esposado, camino al sitio de prisión, era un hecho inimaginable hace tres años, cuando sorprendió al país con la votación más alta en la historia electoral de la capital. La pregunta del millón: ¿Como una persona que lo ha tenido todo en la vida, preparado para ser presidente, termina de esta manera?

Samuel fue Senador durante diez y seis años y nunca tuvo manejos turbios en su labor como congresista. Obtuvo votaciones altísimas en las últimas elecciones que participó y en esencia fue siempre un buen congresista. El sufrimiento de su madre, la capitana María Eugenia, no está dicho. ¿Qué paso entonces?

En principio, es un hecho que la corrupción es el deporte nacional. El estado se negocia en todos los ámbitos. Los contratos son apenas la punta del iceberg. Es imposible que una campaña que vale tanto dinero no termine comprometida.  ¿Donde están los organismos de control? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de la empresa privada y como es que los interventores nunca han tenido un llamado en medio del galimatías procesal que se está viviendo?, de hecho son responsables por omisión.

Esto que llamamos carrusel de la contratación es una realidad nacional. En Colombia el noventa por ciento de los contratos tienen coima. Existen muchas formas de comprometer los dineros públicos y hay una pléyade de abogados expertos al servicio de la empresa privada listos para asesorar al respecto, como de igual manera existe una clase profesional que desde la administración hace lo propio.  El doctor Iván Moreno, quien está en la cárcel está seriamente comprometido en los hechos de corrupción del distrito. Venía de la alcaldía de Bucaramanga súper cuestionado, asumió que los contratos del distrito eran negociables y salió a negociarlos al mejor postor, si es cierto todo aquello que se ventila procesalmente.  Lo que no era corriente para Samuel era pan de cada día para Iván.  Señora María Eugenia, quien conoce muy bien estos menesteres, deberá usted poner la casa en orden.

Hay cosa que se deben decir, así nos salgamos de lo pensado por la opinión general. No era necesaria la detención del Doctor Samuel Moreno. Los jueces siguen pecando por exceso y están violando la presunción de inocencia y los principios esencial del  sistema garantista que nos cobija.  

Esperaremos como se desenvuelve el ovillo, pero el análisis debe superar el espectáculo mediatista que la prensa ha montado alrededor de estos  hechos. Es necesario ir más allá de este contexto y auscultar: que pasa con el deporte nacional: la corrupción, que pasa con nuestra sociedad, existe un problema mucho más grave del que imaginamos. Colombia es proclive al dinero fácil. Recuerdo la frase de Gabo, detrás de cada fortuna en nuestro país hay un burro muerto.

Detrás de todo lo sucedido hay un ser humano. Nunca se nos puede olvidar y el Doctor Samuel tiene todo el derecho a la defensa que el sistema le brinda.  No será fácil pues todo está en su contra.

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