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Ética, un solo rasero

Semana
28 de abril de 2011

                             La caricatura en el periodismo

 

En Inglaterra, año 1843, una serie de dibujos aparecieron en el magazine Punch que parodiaban unas caricaturas que fueron submitidas en una competencia para la decoración de la nueva casa del congreso. De esta manera la caricatura (cartoon), en el parlamento periodístico, empezó a significar cualquier dibujo humorista o satírico que empleara distorsiones para hacer énfasis, normalmente acompañadas de una frase u oración. Los elementos de la caricatura son usados en estos dibujos, particularmente aquellos que son editoriales o políticos. (1)


En Colombia hay y ha habido excelentes caricaturistas que detallan el acontecer diario con humor, franqueza y agudeza, lo que no siempre es del agrado de los objetos de esta práctica, pero que la aceptan como una manifestación de la libertad de expresión del artista-periodista que se dedica a ello. De hecho los políticos y personajes públicos en una sociedad saben y aceptan que el riesgo de ser caricaturizados va de acuerdo a las controversias y decisiones que tomen. De la misma manera, el caricaturista por ser personaje público puede ser sujeto de esta práctica, opción que aumenta entra más protagonismo quiere el personaje asumir en la sociedad a la que pertenece.


En los últimos 20 años, la internet ha revolucionado nuestra forma de vivir, estudiar, socializar y obviamente a afectado enormemente la distancia que existía entre un pueblerino y un periodista de importancia a nivel nacional e internacional. La internet no ha relajado o demeritado los principios éticos de ninguna actividad, por el contrario los reta continuamente, en cuando se trata de que la manipulación de los conceptos, otrora lentos, ahora casi instantáneos y en el calor de la presión de una información que fluye tan rápido como el pensamiento.


Los principios éticos de cualquier periodista están enmarcados dentro del marco moral del amor y el egoísmo, donde el primero predica y procura la verdad, mientras que el segundo distorsiona o miente al reportar una noticia. Podríamos citar muchas fuentes, pero La Verdad es la razón principal del periodista y el método periodístico no tiene porque ser menos veraz que lo que se persigue.


La internet ha permitido a millones de personas tener blogs, que los hace periodistas en su propio derecho. Necesariamente no son profesionales, pero son personas que por lo regular persiguen la verdad de una forma natural y honesta. Comentar una noticia en un portal me hace periodista, escribir un manifiesto en facebook me hace periodista, trinar me hace un periodista ante mi audiencia de seguidores. La calidad de ese periodismo recluta, depende básicamente de mi formación moral y del uso honesto que haga de mis herramientas.


De pronto, a mi disposición, está la oportunidad de mandar un mensaje directo a un presidente, a un artista, a un deportista, a un periodista o a una persona que para mi sería importante, aunque las posibilidades de respuesta sean mínimas en el algoritmo que maneje la red social a la que pertenezco.


Hay algunos que los leen todos, hay otros que no leen ninguno, hay otros que tienen quien los lea y seleccione, etc. La realidad es que la mayoría de esas personas llamativas al público en general no tienen forma de atender todos los mensajes y en otra cantidad de casos los mensajes no llaman la atención para ser contestados. En aquellos casos que el mensajero se vuelve repetitivo, se le ignora, se le bloquea y en casos más extremos se le puede anular completamente.


Este largo preámbulo me lleva a concluir que todo aquel que escoja interactuar en una red social, debe adaptarse a los protocolos de esa red, los cuales son reflejos generales de los protocolos de la vida diaria.


Cuando un caricaturista distorsiona anatómicamente a un personaje público, y exige de éste una respuesta con su dibujo, se abre explícitamente a respuestas y caricaturas de este personaje y del público que está de acuerdo con él. Es tácito el compromiso y está establecido en el derecho de libertad de expresión, normalmente no hay reacción del personaje ni de su público. A no ser que el periodista lo traiga a colación en un lugar público, lo cual es hecho en el momento en que se publica por cualquier medio.


Yo soy periodista, soy caricaturista, no soy profesional pero trato. Si en algún momento llamo la atención de un peso pesado, me siento halagado y si no encuentro respuesta es porque no tengo el talento y la destreza. Cada vez que trino dentro del protocolo, así distorsione para enfatizar, estoy siendo libre.


En Colombia hay un personaje de excelentes cualidades artísticas que genera aceptación en cientos de miles y aversión en millones, sus caricaturas expresan realidades incómodas y necesarias para madurar, trabajo que hace constantemente y por el cual ha sido premiado varias veces. Este personaje usa la distorsión para enfatizar dentro del marco de la libertad de expresión, pero a la hora de que otros lo hagan y demuestren sus excesos, le parece que censurar es la mejor opción.


Para mi esta práctica es un doble rasero que cuestiona 25 años de trabajo excepcional, ustedes qué piensan?

 

(1) http://j.mp/jKcVVu