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Extrema derecha y FARC, cortados por la misma tijera.

Semana
22 de abril de 2011

Las FARC justifican sus actos criminales diciendo que luchan en contra de la injusticia social y en aras de la redención del pueblo; flaco favor le hacen sus ataques a la infraestructura, a los soldados - que provienen de sectores humildes- y a la población civil en general. Esa retórica no convence ni a la opinión pública y ni a muchos de sus integrantes.

Las FARC no son las únicas que atentan contra el Estado de Derecho en nuestro País. Algunos sectores de la extrema derecha también conspiran contra él y emplean su propia retórica; en este sentido dicen que sus acciones están orientadas al "beneficio de los más altos intereses de la patria", para justificar, entre otras, acciones como las que emprenden en contra de Instituciones que, actuando en derecho, realizan investigaciones y sindicaciones de presuntos actos ilegales y contra los supuestos delincuentes de "cuello blanco" que desde el Estado, en el anterior gobierno, los cometieron. Pero no solo se refleja la defensa retórica en esos casos puntuales que conocemos como AIS, DAS y otros, sino que también en el pasado reciente se usó para hacer presentable la modificación de la Constitución, mediante procesos controvertidos, para favorecer determinados intereses políticos particulares. Adicionalmente, esa misma retórica se usa para defender a los supuestos infractores de la Ley que, para quienes son sus defensores, siempre actuaron dentro del ordenamiento jurídico y pensando, de nuevo, en los "más altos intereses de la Patria".


Las dos son retóricas similares y que sirven, en ambos casos, como auto justificación. Subyace en ellas la lógica de la autocomplacencia mental en la que se convencen de: no somos criminales, nos inspiran altos y nobles ideales, luchamos contra sistemas judiciales perversos y amañados que no buscan justicia sino hacer daño al pueblo y a los más preciados intereses de la nación. Por ello todo vale en la lucha valiente y moral contra el sistema opresor. En ese aspecto la lógica subyacente de la retórica de las FARC, el Cartel de Medellín -y otros similares- y algunos sectores de extrema derecha en Colombia es igual, y no es otra que la de justificar la lucha subversiva, con intereses muy particulares, en contra de la ley y el orden, en contra de la institucionalidad y en contra de la sociedad en general en la medida que no se comporten como ellos desean que lo hagan. Finalmente, comparten la ambigüedad de los beneficios que su éxito en la lucha, desinteresada por el pueblo, nos traerían; no conocemos el planteamiento del "estado ideal" del grupo de izquierda y no conocemos cuales son los superiores intereses de la Patria del otro lado.


La expresión que dice que los extremos se unen se hace patente en lo que hemos expuesto, convergen las posturas ideológicas extremas en la retórica, para justificar la promoción de sus mezquinos intereses particulares, y en el poco deseo de favorecer el crecimiento y desarrollo social incluyente en nuestro País. A unos los conocemos y a los otros se les están empezando ha correr las máscaras. No caigamos en sus juegos y  si salgamos, si es del caso, a defender a la democracia.


Bogotá D.C., Colombia. Abril de 2011.

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