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Júbilo Herido

Semana
24 de marzo de 2012

Y si, me parece increíble que mientras en Colombia se gesta de nuevo un comienzo de tortura y apocalipsis política y social, los jóvenes estén mirando sus futuro bañados en fama, simplicidades, espectáculo y show, lleno de luces y mentiras, irresponsabilidad moral con su país, con sus propias familias, consigo mismos.

 

Veo y me decepciona profundamente que gran parte del estudiantado y la sociedad joven de Colombia enfoque su mirada a la tranquilidad, al disfrute de un país sedado, que prefieran las fotos y las “poses”, las telecomunicaciones de ocio, o la simple anonimia personal, a los debates, a las soluciones, al planteamiento de una mejor sociedad o por lo menos a una manifestación de inconformismo.

 

Y mis palabras son de rabia, ver como mis propios amigos y familiares, gente que dice tener una lucha mutua con el país y sueña con prototipos idealista de las sociedades, pasan sus días buscando una manera fácil de escapar del país, o de ser reconocidos para no tener que llevar en la espalda el acto de ser pobre y tener que, a la fuerza, alzar la voz de grito. No les preocupa nada que los rodea y aun así, esperan que aquello cambie.

 

Señores “Universitarios, Bachilleres” sea de un sector público o privado. Analicen al menos el arma que tienen en mano, sus perfiles sociales en las redes, su voz y voto en las comunicaciones (parte fundamental de la supuesta democracia) ¿qué han hecho entonces? ¿Un endulzante más para el opio? Miren como estamos. Eso lo concluye todo. Me saca de quicio y me decepcionan las personas que bajo el pacto que hacen a diario con los telediarios, hablan y no dicen nada, juzgan y no dicen nada, se les escucha algo, pero no dicen nada.

 

En países de Latinoamérica y Europa se han gestado organizaciones civiles jóvenes en pro de las igualdades del hombre dentro de las sociedades capitalistas a las que nos han sometido, países que han sufrido nefastas dictaduras, masacres, heridas de patria, pero que en muchas ocasiones, no han sufrido ni un 10% de lo que Colombia ha tenido que soportar gracias a descontrol social en las altas esferas del gobierno y aun así, vemos como a diario los jóvenes de 15 a 25 años (Un margen hipotético del desarrollo del pensamiento político en Colombia) dedican su tiempo a hacer del internet un exquisito cadáver de amarres, de eterna infantilidad, de sus talentos la busca desesperada y tonta por la fama, las mentiras, las altas sociedades, los premios, los reconocimientos y todo esto sin mover un solo brazo por su país.

 

USTEDES, los que se sienten aludidos, son culpables de éste país, ya no somos niños y la patria no la gobiernan ya los de barba y corbata, ahora está en nuestras manos, es nuestra juventud la que tiene que acudir al cambio generacional de gobierno, pero seguimos en la mismas, sentados, sin redactar al menos artículos de inconformismo por cualquier razón, mientras en España y Chile, en Argentina y los Estados Unidos, los jóvenes de apoderan de las plazas, de los sitios de encuentro, de las curules, y aunque su lucha no ha sido fructuosa en gran cantidad, hasta ahora, por lo menos vemos un avance de conciencia juvenil en un alto porcentaje (¿Cuántos somos aquí los que hablamos? 1 cada 20 estudiantes diría yo, y su mayoría en las universidades públicas, que son las que débilmente, pero con certeza, tienen claridad de nuestro futuro y gritan con furia, muchos alejados del vandalismo y la violencia, como debería ser) Y luego protestan cuando se dice, que hay países que si avanzan socialmente.

 

Me indignas tú, que pasas horas frente al televisor y el teléfono celular, haciendo de la universidad un nido de ignorantes que saben formulas matemáticas, ecuaciones, términos, datos curiosos, lenguaje extraño. Me indignas tú que no tiene ni idea de lo que te rodea, y luego, en pocos años, te verás quejándote de un futuro impuro, no soñado, cuando ahora no haces nada. Y más tú, que como yo, vives en la clase media-baja del país y simulas tener una vida tranquila ¿Tranquila mientras en estos barrios mueren personas a diario? ¿Tranquila cuando al salir de la ciudad nos encontramos con el símbolo de la pobreza en cada pueblo, vereda? ¿Tranquila mientras en la educación nos implantan ideologías de control, un gran flúor en nuestra adoctrinada rutina? ¿Tranquila mientras la desigualdad social crece como siempre, con una brecha enorme y peor aún, tú haces parte de la brecha baja? ¿Tranquila cuando los desfalcos, carruseles, grandes robos y asesinatos de los que se enteran quedan en impunidad GRACIAS A USTEDES Porque no hablan? ¿Tranquila mientras los ricos y los pobres ahora son razas diferentes?

 

Qué pena que me das, Colombiano, si es que así se te puede, te debo llamar, que pena que me da tu incapacidad mental de al menos (No te digo que tienes) pero si deber involucrarse en tu pueblo, es tuyo, vives en él, te tocan sus derrotas, no seas el ciego de siempre. La culpa también son de los que no ven, porque tienen los ojos cerrados para no tener que ser testigos de clara muerte de una patria y un sentido de propiedad. Y en una extraña contradicción, Qué pena que me da tu herencia del loro, que repite que todo va mal, que la injusticia, que la desigualdad, que los políticos, que las soluciones, cuando todo esto lo has leído en artículos fantasma, en voces sin argumento, y lo replicas como un canto de ave moribunda.

 

Qué pena que me das tu joven que has de decir que eres “revolucionario”, que eres critico y solo te quedas en la habladuría infantil. ¿Y la lucha? ¿Y las canciones? ¿Y las marchas? ¿Y los debates? ¿Y la creación de movimientos fuertes? ¿Y los dibujos? ¿Y tu aporte? Pero es quizá más importante para ti alejarse de esos temas que son cosas de los viejos. Quizá es más conveniente decir que no estamos obligados a movernos inconformes.

Jóvenes; muchos pensarán que esto es pensamiento de izquierda, pero no, si planteamos soluciones a cualquier postura política, sea que defiendas la derecha, la izquierda o lo que se te venga en gana, en donde ganemos todos, hacemos de éste país algo mejor, si respetamos las ideología ajenas a la vez que la vida de quienes la predican, si defendemos la nuestra en las calles, en los escenarios, en las publicaciones, verán que el país podrá vivir de zurda o de diestra, pero con PAZ, donde tengamos constantes revoluciones, gente que tengan propuestas DE CUALQUIER INDOLE, pero que aporten al mejoramiento de Colombia. Si eres de izquierda o de derecha, no importa, ten en cuenta que lo importante no es la mano con que se gobierne, es la otra con la que AYUDEMOS.

 

Nuestros padres tiene culpa también, de todo aquello que vivimos, y aun así no les reprochamos y recibimos su herencia sentada para cederla y darle a nuestros hijos lo mismo que tenemos ahora, las mismas historias y los mismos cuentos, una continuidad de la Colombia muerta. Que desgana que me da tener que pensar en qué le diré a mi hija cuando me pregunte por el presente que está viviendo, y no me crea cuando le diga que quise cambiarlo, y no sepa cómo explicarle que mi generación destruyó el interés y una vez más, como desde hace 30 años, se quedo en silencio.

 

Si, tú tienes DERECHO a permanecer callado y no participar de nada, tienes derecho a la fama y la tranquilidad, a soñar con tu futuro y hasta tienes el derecho de ser parte del sistema, de ser un pez más. Pero pobre de Colombia después de ésta generación de panfleto, de blackberry, de facebook, de jóvenes que con casi 20 años limitan sus capacidades a show, al circo, a ser PAYASOS.

 

Pero a veces siento que hasta yo hago parte de la traba mental, a veces me avergüenzo de no haber logrado nada, pero al menos muchos de nosotros, algunos que leen esto y otros que aprovechan el tiempo planteando soluciones, tenemos la capacidad de decir que estamos inconformes, con argumentos, con intentos de cambio, con el apoderamiento de la plaza pública, de las publicaciones, de los escenarios, de las curules, de distintos lugares desde donde podemos actuar, no solo con saliva manchada de McDonalds y estados de Facebook, Twitter y Tuenti, nunca con cosas tan ofensivas como “Viva la revolución” ¿Cual, la de la lavadora?

Esto es ya una problemática social. No quiero imaginar el mayordomismo que viviremos en los próximos años, donde nos quedemos en empleados de fábrica y eso, que si nos dan empleo.
Nos veo como los que recibieron mayor cantidad de likes, retwits, y tuvieron mayor cantidad de seguidores, pero que a su país han heredado las ruinas de siempre. Me siento débil al poder visualizar el futuro y saber que no es mucho lo que cambiará.

 

Sé que muchos no lo entienden, o si, y lo ignoran, pero no me extrañaré si un día dejas de hablarme y me tachas de inconforme, al igual que lo haces con tus amigos, tus familiares y todos aquellos que si, lo estamos, y tomamos rienda del futuro y sabemos bien que tu no estarás en ello.

 

Sonríe frente a la cámara, amigo mío, familiar mío, que aquí no ha pasado nada, aquí nada es mío ni tuyo, aquí las cosas están bien, lo dicen los noticieros. Aquí con la ayuda del señor vamos a tener empleo, y con la del celador salud y con la de la palanca, educación. Sonríe amigo que las cosas marchan bien y hay rumba el viernes por la noche. Sonríe que todos sonríen, que los otros luchen por nosotros. Sonríe frente a la cámara que la única preocupada debe ser la universidad pública, que la novela tuvo un buen final, y aquí, de nuevo, no ha pasado nada. ¿Cierto?

 

Así que amigo, ya lo dice Benedetti; “No hagas del mundo un lugar tranquilo. No te salves”.

 

Y así concluyo, haciendo de ésta una carta personal y a la vez pública.

 

Si de verdad te cansas, levántate.
Si de verdad te duele, desgárrate.
Si de verdad te aturde, grita fuerte.


Derrotado estas si no te mueves.
A la vez que en las calles hierve el júbilo herido.
No estarás solo de aquí hasta la plaza.
Ni en los remolinos cuando la corbata apriete.
Y no me digas entonces que me aparte del camino.
Y me juzgues si en las calles mudas mi garganta me talla.


Si de verdad no cansa, siéntate.
Si de verdad no duele, cúrate.
Si de verdad no aturde, calla.

 

(Diego Trujillo  - Júbilo Herido)