Juliana Ángel Posada Un día antes de un matrimonio
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El día antes de un momento tan importante ¿Quién no se siente ansioso nervioso estresado? Tranquila, ¡¡¡¡¡por favor no entren en pánico!!!! Aquí te expongo algunos truquitos para que te recargues de la mejor energía positiva y puedas disfrutar al máximo de tu gran esperado momento.
El día antes del acontecimiento; la intensa actividad que has llevado a cabo en los últimos meses para organizar el evento. Los preparativos, detallitos de última hora, las llamadas y cartas de invitados que no llegaran pero que tienen el anhelo de felicitarte… cada uno de estos detallitos llenarán tu agenda el día antes de tu boda. Es tu ultimo día de soltería no creo que quieras pasarlo trabajando en detallitos. Segura estoy que no. así pues te dejo unas recomendaciones:
Relájate: Aunque es casi imposible, ¡¡si!! Es un día ideal para relajarte y si no lo consigues, ¡al menos inténtalo! Así que nada mejor que una sesión de masaje para relajar tu cuerpo y mente y ya de paso liberar la tensión. Puedes optar también por una sesión que combine masaje con aromaterapia, así la fragancia que elijas te ayudará a relajarte.
Debes ir a el salón: También es un día propicio para depilarte, hacerte la pedicura y manicura, la última limpieza de cutis, de soltera ¿no? Obviamente lo repetirás en tus días de casada y exfoliante de cuerpo…
Tal vez el día antes del matrimonio sea la mejor ocasión para agradecer y compartir con tu familia y amigos por todo el apoyo que te han brindado durante tu vida. Esperemos que el día no se nos termine tan rápido para dedicarles parte de tu tiempo, hablar con ellos, tener un tiempo en común…
No olvides esto es muy importante tienes que alimentarte comidas muy ligeras, porque la ansiedad pueden inestabilizar tu organismo, come verduras, frutas y pescados y evita las comidas grasas, porque te pueden hacer daño con mucha facilidad.
Desfoga: Pero si eres puro nervio y necesitas hacer cosas… lo mejor será que realices actividades que no requieran de un gran esfuerzo físico, no vaya a ser que te lesiones. Por ejemplo, puedes desplazarte hasta un pueblo cercano a tu ciudad para realizar, sola o con familiares y amigos, una pequeña ruta de senderismo o cualquier actividad al aire libre. Si el tiempo no acompaña, también puedes asistir a alguna clase de pilates o yoga para canalizar tu energía.
