Home

Expertos

Artículo

LA ETERNA TRAGEDIA DE LA CONDICION FEMENINA

Semana
7 de junio de 2012

La mujer ha sido excluida, maltratada, silenciada, sometida, apedreada, expuesta, violada desde tiempos inmemoriales. El machismo exacerbado de las sociedades, ha fomentado una violencia de género de la cual no se han podido liberar pese a la igualdad y equidad reconocida en todas las legislaciones del mundo.

Federico  Engels en su libro sobre el origen de la familia, la propiedad y el estado,  en un capitulo denominado “Barbarie y civilización “afirmaba sobre la primera condición de la mujer en el nacimiento de la familia en las sociedades primitivas: “La división del trabajo en la familia había sido la base para distribuir la propiedad entre el hombre y la mujer. Esta división del trabajo en la familia continuaba siendo la misma, pero ahora trastornaba por completo las relaciones domésticas existentes por la mera razón de que la división del trabajo fuera de la familia había cambiado. La misma causa que había asegurado a la mujer su anterior supremacía en la casa -su ocupación exclusiva en las labores domésticas-, aseguraba ahora la preponderancia del hombre en el hogar: el trabajo doméstico de la mujer perdía ahora su importancia comparado con el trabajo productivo del hombre; este trabajo lo era todo; aquél, un accesorio insignificante. Esto demuestra ya que la emancipación de la mujer y su igualdad con el hombre son y seguirán siendo imposibles mientras permanezca excluida del trabajo productivo social y confinado dentro del trabajo doméstico, que es un trabajo privado.” El cambio contemplado de manera textual en la mayoría de las constituciones se produjo dos mil años después, por lo menos en el papel, pero este no ha evitado los continuos casos terribles de violencia y barbarie contra ellas,inexplicable en estos tiempos, pero insuperable hasta ahora, sino miremos la prensa Colombiana por estos días.   

No ha sido fácil para la mujer, pues esta  supremacía del hombre, que ha generado esta violencia descarnada, tristemente ha sido fomentada en casi todas las teologías desde tiempos ancestrales. Algunos ejemplos son emblemáticos: “Génesis 3:16: Dijo así mismo a la mujer: “Multiplicare tus trabajos y miserias en tus preñeces; con dolor parirás los hijos y estarás bajo la potestad de tu marido, y el te dominará”, Timoteo “: 11-15: “ La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio, porque Adán fue formado primero, después Eva y Adán no fue engañado, sino que la mujer siendo engañada, incurrió en transgresión, pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe amor y santificación, con modestia” . Levitíco 12: 1,2. Habló Jehová a Moisés diciendo: “Habló a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y de luz a un varón será inmunda siete días..y si diera una niña, será inmunda dos semanas.”, para no hablar del derecho de los hombres de apedrearle en caso de adulterio, recordemos que María Magdalena fue rescatada por Jesús de este flagelo.   El Corán aun es más cruel: La silencia, la somete, la excluye y la reduce a ser un objeto sexual del hombre, no escoge su marido, nunca se puede divorciar. Algunos pensadores han sido menos benévolos. Aristóteles la consideró un ser menor, Schopenhauer decía: La mujer representa una especie de capa intermedia entre el niño y el hombre. En Roma en principio no tenía ningún derecho hasta la reforma de Justiniano, la iglesia cristiana la reduce al papel de madre, sin ninguna posibilidad de participación y sometida por mandato divino. Una ley inglesa hasta hace muy poco permitía al hombre  vender a su mujer, siendo establecido el precio en seis peniques ( 1805). Incluso al declarar la liberación del ser humano de la esclavitud y del envilecimiento con la llegada de la Revolución Francesa, no se incluía completamente a la mujer, pues según el derecho ciudadano, ésta no tenía la libertad de realizar ningún tipo de contrato con quien quisiera sin el permiso de su tutor, situación que permaneció hasta 1938. Hasta hace muy poco pudo votar, tener propiedades y participar en política. Sobra excluir en este texto la condición en las sociedades primitivas, que las asesinaban en honor a los Dioses, el marido era dueño absoluto de su destino, la podía enterrar viva y no tenía ningún derecho herencial.

En Latinoamérica el machismo está fomentado a todo nivel y muchas veces son las propias mujeres la que los propician. Está inscrito en la educación, en la formación escolar, en las canciones, en la cotidianidad, en el comportamiento y actitud de la mayoría de los hombres, machismo histórico exacerbado que no será fácil eliminar del inconsciente colectivo. Esta realidad parece un verdadero engendro, pero son las propias mujeres mismas quienes nos han demostrado su  capacidad y serán las que haran valer sus derechos, la histoia igualmente así lo confirma: Hipitia fue gran matemática  e hizo valer su voz en la biblioteca de Alejandría entre la irracionalidad romana, Cleopatra se enfrento a un imperio, Boudica en Inglaterra en el año 43 organizó la resistencia en contra de la opresión Romana lideró la expulsión de los Ingleses de Francia y termino juzgada por herejía, Toda mujer debería conocer la historia de Catalina la Grande en Rusia quien reino como emperatriz durante 34 años, María Wollstonecraf, quien reivindicó los derechos de la mujer y quien fue la primera en hablar de superar la condición histórica de sometimiento de la mujer, para no hablar de María Curie, Jena Austen, Simone De Bouvier, Isabel Allende y tantas, que son ejemplo de inteligencia y capacidad.

No sobra reconocer los derechos inalienables de la mujer, sino debemos propiciarlos  a todo nivel y aceptar su condición e igualdad. Lo primero: Luchar contra nuestros propios prejuicios y condenar con vehemencia todo acto violento contra su naturaleza.