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LA EXTREMA DERECHA AL ACECHO

Semana
6 de junio de 2011


 

UN PARALELO  ENTRE COLOMBIA Y PERU Y COMO APRENDER DE LA EXPERIENCIA

Perú va adelante, Colombia detrás y su experiencia la podríamos tener en cuenta los colombianos. Los procesos de Fujimori y Uribe Vélez, con sus particularidaes, fueron una muestra de que la extrema derecha son una sola concepción, cuya practica produce los mismos resultados.

Altísimos niveles de corrupción, impugnidad crímenes desde el estado por agentes propios o por grupos ilegales, apoyos del OPUS DEI, de los políticos corruptos, de los capitales extranjeros y del narcotráfico. El país gobernado por una mafia y la presidencia convertida en la cueva de Ali Baba, destrucción de la economía del país y privatización de las empresas y de los servicios públicos a favor de las transaccionales y de la corrupción; son los agentes del capitalismo salvaje o del enriquecimiento a sangre y fuego. Regimenes en los cuales ser miembro de la oposición, de una ONG o de un sindicato era sinónimo de “terrorista”. Ambos forzaron las instituciones para acomodarlas a sus intereses y pretendieron perpetuarse en el poder. Cualquier cosa que se diga al respecto sobre el Perú es aplicable a Colombia, incluido el apoyo de la derecha que medro bajo su sombra y fue su heredera.

Diez años después el Fujimorismo, a pesar de que se cúpula y su mismo líder fueron juzgados y condenados, casi regresan al poder; y todo porque en el Perú, al igual que lo estamos haciendo los colombianos, solo queremos saldar las deudas de la extrema derecha en el campo judicial sin pedirle cuentas en el terreno político.

Empezando porque aun nos negamos a reconocer y catalogar al gobierno Uribe Vélez como un régimen de extrema derecha, al igual que el de Nuñez en 1886 y al de Laureano Gómez para mediados del siglo XX, lo cual nos ayudaría a tener mas claridad sobre la violencia paramilitar con mas de 200.000 muertos y 4.000.000 de dezplazados y 450.000 familias expropiadas de sus tierras oficialmente reconocido, que aun no hemos terminado de pasar; nos ayudaría también a explicarnos porque teníamos un presidente mas interesado en los intereses foráneos en el país que los del propio pueblo colombiano, del entreguismo de los intereses nacionales y la corrupción con que se manejo el país y donde fueron a parar el movimiento democrático y popular  que en las elecciones de 1992 en medio de la violencia, elegía la tercera parte de los alcaldes del país, con 363 alcaldías; mientras los tradicionales partido liberal obtenía 389 y el partido conservador apenas 363, con perdida de 229 alcaldias en relación a las anteriores elecciones del 90.

No sea que dentro de pocos años salga el Uribismo de las cárceles a gobernar nuevamente el país, como casi sucede en el Perú.