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LA FARC EN BUSQUEDA DEL TIEMPO PERDIDO

Semana
15 de julio de 2012

La FARC busca recuperar la importancia política que alguna vez tuvo dentro del marco de  desarrollo del conflicto armado. Después del fracaso del Caguan y ocho años del gobierno del Doctor Uribe, se le viene señalando continuamente como narco-terrorista, gracias a su torpeza política y con hechos que se tradujeron en continuas violaciones del derecho humanitario, como el secuestro, para sólo citar uno y una actitud inercial e indiferente inexplicable, ante estas acusaciones frente a los organismos de derechos humanos. Es un hecho: hasta la fecha y gracias al fortalecimiento económico producto del secuestro y el narcotráfico, a sus líderes poco les importó en este periodo que se les tildara de narco-terroristas  en el contexto mundial y por razones que solo ellos conocen, se olvidaron del origen y su razón de ser, lo que alguna vez les permitió tener  legitimidad y voz en el viejo continente. Desafortunamente se convirtieron en un cartel más, el eje de sus actuaciones ha sido el narcotráfico, esta es una realidad sin cortapisas.

 En los dos últimos años, la FARC ha vuelto a penetrar regiones que antes fueron de su absoluta influencia y dominio así como retomar temas de la agenda política olvidados, que denotan una preocupación por recuperar de nuevo el rol y la importancia  en el contexto del conflicto.

Sobra decir, que aun existen regiones de su absoluta influencia así le duela a nuestro gobierno. La FARC está lejos de ser desmantelada o acabada. Las famosas razones objetivas del conflicto, de tanta discusión teórica y pese a su anacronismo continúan vigentes o por lo menos son relevantes: Inequidad, injusticia, desempleo, falta de oportunidades, abandono y desplazamiento.  

Nuestro país está sobre-diagnosticado. Los temas vuelven a la palestra sin ninguna modificación, ni como son expuestos, con los mismos factores objetivos que los sustentaron y lo que es peor, parecen los mismos hechos, como sí repitiéramos una pelicula, el país parece congelado: El secuestro, las tomas a pueblos, los bombardeos, con graves consecuencias para la población civil.  No progresamo en temas de suma importancia para nuestra convivencia, como sí estuviésemos  condenados a una barbarie eterna. Esto pasa con la violencia. Estamos marcados desde tiempos inmemoriales por una violencia que nos avasalla y siempre nos preguntamos, cuando acabará. Hemos asistido a enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla en los últimos dos meses: Bombardeos, tomas de pueblo, secuestro y persecuciones, que vuelven a recordarnos aspectos de nuestra historia que simulábamos haber superado.

La FARC parece estar buscando protagonismo para forzar a  diálogos con el gobierno, a una mesa, que permitan una salida política al conflicto. Para ello debe demostrar su fortaleza política, territorial y armada. Si esta es la situación, como todas las guerras, esta estrategia cobrará muchas vidas.  Sus líderes deberán entender que hay tres cosas a las que deben renunciar de manera absoluta, sin discusión: El narcotráfico, el secuestro y sus alianzas con las Bacrim.  No será fácil, pero este será la primera actitud real que avale los diálogos.

Recuerdo un estudio muy serio de Posada Garbo sobre la violencia. Discutía con cifras la afirmación que asumíamos como cierta e inobjetable  que la violencia política es la que más homicidios aporta a nuestra cruel realidad, que está lejos frente a los muertos que pone la violencia común, el narcotráfico y las Bacrim, buscaba dejar en claro que esta no tiene origen político. Que nosotros nos hemos mentido mucho al respecto. Lo hacía con estadísticas, cifras y estudios muy serios.

Cito a Garbo, porque nadie se ha preguntado si la FARC, tienen la importancia real que ellos aducen tener, sobre todo en la sociedad nueva y virtual que se está configurando, en el nuevo país.  Si es así, como se le da una salida política que no repita los errores del pasado. Si se asume la posición Uribista  que solo ve en la fuerza la salidad, la pregunta a resolver: ¿seremos capaces de asumirla y algún día tendremos como acabar esta guerra interna?  La FARC, parece tener clara la estrategia. No veo al gobierno en este aspecto con una agenda.

Lo visto en la última semana, demuestra que el gobierno está lejos de controlar esta región y que incluso actores civiles de importancia, caso explicito la comunidad indígena, poco reconoce su legitimidad. El camino es culebrero.  Amanecerá y veremos