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LA HORA DE LA SOCIEDAD CIVIL

Semana
30 de junio de 2011

La Constitución Política que nos rige estableció el modelo de Estado Gerencial que poco a poco se viene implementando en el país. Con ello, las necesidades socioeconómicas y en general los asuntos del desarrollo, se deben atender con políticas públicas en lugar de las políticas gubernamentales con las operaba el Estado antes de 1991, para así de aplicar ciertamente, la Democracia Directa en concordancia con el espíritu de la Carta. Para el efecto, se han expedido las leyes necesarias, de modo que hoy se cuenta con el piso jurídico suficiente para alcanzar la legalidad y legitimidad necesarias en los procesos participativos.

 

El modo de participación social en los términos de la Democracia Directa, no es otro que el de la co-gestión con responsabilidad compartida entre el Estado y la Sociedad, para lo cual el fortalecimiento de las organizaciones sociales es un requisito indispensable; pero a los gobiernos poco les ha interesado que la contraparte se fortalezca para compartir la gestión de las políticas de desarrollo bajo los principios de la concertación, por lo cual no han propiciado la construcción de una sociedad civil adecuada a los requerimientos de las políticas públicas y en estas condiciones, los politiqueros y las mafias que controlan la rama administrativa del poder público, han hecho fiestas de interés particular, por encima de los intereses del bien común. Para la próxima elección de gobernantes territoriales, ya se alistan para continuar el festín con los recursos públicos, según se deduce de los candidatos que hoy están en el ruedo electoral.

 

Pero hasta cuándo? Acaso no es suficiente con lo que ha ocurrido en estos 20 años? Será posible que la sociedad esté anestesiada y no sienta el dolor de la descomposición social que viene ocurriendo?

 

Como se vislumbra, para los años venideros no se debe esperar nada bueno de los gobiernos territoriales. De los candidatos que hay para gobernador y alcalde no hay dónde escoger, así que la tendencia se mantendrá y el proceso descendente continuará hacia el abismo profundo, si la sociedad se queda de brazos cruzados, simplemente rajando del gobernante y en total pasividad.

 

O será posible que por aparte de las entidades gubernamentales se conforme una organización social fuerte que paralelamente al gobierno territorial impulse y direccione procesos de cambio aprovechando las oportunidades que brindan la políticas del Presidente Santos, que en su plan de desarrollo contribuye a profundizar la participación social abriendo puertas para que la iniciativa civil tenga acceso a los mecanismos de financiamiento. Desde ya  la comunidad territorial debe prepararse para que, si el gobernador y el alcalde no dan la talla, a través del PND se puedan concretar proyectos trascendentales propiciando ahora sí la hora de la sociedad civil.