Home

Expertos

Artículo

La postura controversial de Mario Vargas Llosa sobre la opresión

Semana
12 de julio de 2012

 

El nobel peruano, Mario Vargas Llosa, en una carta enviada al alcalde de Bogotá defendió su postura sobre el toreo y añadió calificando esta actividad como una tradición que valora al toro por su bravura y por el respeto que da el torero al animal. Sin embargo, esta postura es tan contradictoria a su título de escritor, porque en sus libros es un defensor acérrimo de los oprimidos. Entonces, me resulta incomprensible tal pronunciamiento y considero que su ideología debe ir de acuerdo con lo que dicen sus escritos.

 

Podemos recordar su última novela, El sueño del Celta, en la que habla sobre la opresión que tuvo el Congo por el imperio belga, de Leopoldo II, y la maldad desatada en el Amazonas en la época del auge del caucho. En el recorrido por esta historia, Mario Vargas Llosa siempre describe, con un tono apacible, las crueldades sufridas por los pueblos indígenas del Perú y del Congo, en la que estos son incapaces de defenderse por si solos de los opresores. Por ello, no logro entender su postura a favor de personas que atacan cruelmente a los toros y justifican su maldad en la tradición. Si al menos el choque de fuerzas fuera equivalente y ambos bandos tuvieran las mismas armas, la pelea seria distinta y los vencedores no siempre serían los mismos, como ocurre en cada encuentro taurino.

 

Además, la civilización, en la que supuestamente estamos, no significa masacrar cruelmente a los animales, hasta llegar al punto de la extinción. No porque su comunicación con nosotros sea nula y no los entendamos, no significa que no puedan sentir dolor. Un pueblo que reconoce el valor sentimental  y espiritual de los animales es un pueblo civilizado y aquel que viva en armonía con las demás especies, vivirá en armonía consigo mismo. Por esta razón, es cuestionable todo argumento que defienda prácticas tan crueles como las de masacrar en público a un animal, solo por diversión. En algunos pasajes de su último libro, él describe pasajeramente la extinción de varias especies de su habitad natural por el avance supuestamente civilizado de Bélgica en el Congo y de la Peruvian Amazon Company en el Amazonas, aunque este hecho cobra poca trascendencia en la narración no deja de ser válido para defender la opresión sufrida por los pueblos nativos. De esta manera, si nosotros, como pueblo en vía de progreso, dejamos que las especies con las que convivimos desaparezcan, vamos nosotros mismos a desaparecer por nuestras ideas futuras.

 

 

 

?