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LO INTRINCADO DEL POSIBLE DIALOGO DE PAZ

Semana
27 de agosto de 2012

La primera pregunta, es a quien representa la FARC.  La  presión a que la sometió el gobierno de Uribe, convirtió a los frentes en grupos independientes del comando central (Franquicias dice Alejandro Gaviria), sostenidos por el negocio de la droga y con absoluto control de amplias zonas de la geografía nacional. A esto se suman los carteles de la droga, con vinculaciones con  la guerrilla y con sectores de la economía subterránea, las  Bacrim y la delincuencia común.   El factor común es el negocio del narcotráfico.

Qué pasará con el ELN. Las Bacrim, están fuertemente relacionadas con la delincuencia común, los grupos más fuerte ya hacen parte de estas organizaciones, entramado laberintico difícil de asimilar en una posible negociación. Como estarán en una mesa, sería el mayor interrogante que tendría que resolver el gobierno. Los deberes del estado como tal y los conceptos de ley y autoridad  se han vuelto vitales, para el manejo de la actual coyuntura.  Es un hecho que el estado Colombiano ha perdido el control de amplias zonas,  no cumple con las responsabilidades más importantes determinadas en la constitución, hoy campea: una pobreza excesiva, el desempleo está por encima de la justa media, no hay salud, el déficit de vivienda es alto, la  inequidad lo mismo. Ahora,  sí la pobreza continua en los niveles en que se encuentra, todos los factores de violencia serán difíciles de erradicar.  Es cierto que la relación de causa y efecto de estas dos variables no es directamente proporcional, pero tampoco se excluyen.

 El posible dialogo implica tener en cuenta todo estos factores, para que pueda tener sentido y está demostrado que amplios sectores de la clase política, la más radical no está de acuerdo con ellos. En todo caso el liderazgo del ejecutivo es incuestionable a estas horas del partido. Creó,  a pesar de la arremetida terrorista de la FARC, en los últimos dos meses, el mayor problema son las BACRIM y el narcotráfico, que seguirán dando que hacer, muy a pesar de los diálogos e inclusive de una posible negociación.

No la tiene fácil el presidente.  No sabemos qué papel jugará la unidad nacional y si está de acuerdo con los presupuestos del dialogo. Cuál serán las posiciones del partido liberal y del partido conservador, de los gremios y de las organizaciones no gubernamentales.  Estos realmente son los interrogantes que se deberán ir despejando. Esperaremos pacientemente.