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LO QUE VA DE URIBE A SANTOS

Semana
11 de junio de 2011

O LA TRANSICION  DE LA ULTRADERECHA A LA DERECHA


Apenas estamos reconociendo los desafueros de Uribe, que en su momento como hipnotizados la mayoría de lagente aplaudía y no falta quienes lo sigan haciendo a pesar de lo abrumador de las evidencias; pero como si no hubiéramos aprendido nada, nuevamente estamos esperando de Santos lo que no puede dar. Santos no es lo mismo que Uribe, pero tampoco  la diferencia es tan radical como lo quieren ver los eternamente ilusos queandan buscando siempre un salvador.


Para quienes no entienden la política como lo que es, la lucha por los intereses estratégicos en una sociedadentre los principales grupos que hacen parte de ella, pueden ver en el gobierno Santos, de manera simplista, elcambio que todos estábamos esperando, pero no; solo es el viento refrescante del descanso y la ilusión de uncambio no mas allá de los sueños. Sueños que no son tan gratuitos como lo pregona el viejo aforismo popular” soñar no cuesta nada”, al revés a veces cuestan mucho!. 


 El proyecto Uribista fue un proyecto de extrema derecha que llego al poder con el apoyo de la oligarquía tradicional que medro a su sombra, pero que nunca lo acogió en su seno, de la misma manera que la oligarquía amedrado a la sombra de los capitales del narcotráfico, sin aceptar a sus dueños, y Juan Manuel Santos su mejor ejemplo.Nacido para ser presidente,  hizo todo lo necesario para lograrlo,  incluso  hacerse   elegir a nombredel Uribismo, pero no va a ser su continuador, excepto en lo fundamental. Seguirá su proyecto neoliberal, oligárquico, pero sin los continuos quebrantamientos a la ley y a la constitución; sin la corrupción generalizada pero si reducida esta a sus “justas proporciones” porque sino para que el poder?; no será tan cínica la presencia de personas subjudice en el gobierno y los nexos de estos con la criminalidad;  la confrontación y los enfrentamientos con otros poderes públicos y con los gobiernos de los países vecinos, con la oposición y el movimiento social, serán con guante de seda, pero serán!. En resumen va a ser un gobierno reformista sin olvidarlos intereses de la elite nacional y extranjera,  no mas, pero tampoco nada menos!.


Los logros propios de Santos en lo corrido de su gobierno no se notan, los mayores logros  hasta ahora y por todo un periodo,  los hará a costa de Uribe con el destape paulatino de las ollas podridas de su gobierno, que echa pus” por cualquier parte donde se toque: los Nule, Saludcoop, Dirección Nacional de Estupefacientes, Das, Falsos Positivos, Parapolitica, Inco, Zonas Francas, Agro Ingreso Seguro, Ingeominas, Inpec, etc. la lista puede ser interminable porque aún falta mucho por destapar.


En lo demas  seguirá la misma política neoliberal que de prosperidad para la mayoría de la población no tiene nada y de democrática menos: las privatizaciones y entrega de las empresas y los recursos públicos a intereses privados, a monopolios  nacionales y extranjeros continuara con sus propuestas de la entrega de la minería a las grandes empresas, de la privatización del agua cuyo manejo se quiere entregar a particulares y no estamos hablando de acueductos; venta de las empresas públicas y la nueva reforma al estado, después de la que hizo Uribe y para la cual ya tiene facultades extraordinarias; la negación del estado social de derecho y en consecuencia de los derechos de la población con la sostenibilidad y la regla fiscal; la propuesta de reforma a la salud, en nada resuelve la quiebra de la salud publica por parte de los privatizadores y en consecuencia la mejora y la ampliación real en la prestación de los servicios.


Ahora, no podemos de dejar de reconocer gestos como el de la ley de tierras y reparación de víctimas, que falta ver que hay detrás porque de eso tan buena no dan tanto y porque  no podemos olvidar que todo gobierno que se respete tiene su cortina de humo y Santos su picardia: Gaviria la Nueva Constitución mientras imponía el neoliberalismo en el país; Uribe el combate a las FARC, mientras entregaba el país a la corrupción nacional y a los monopolios extranjeros.