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Lo que en Santa Marta no se publica

Semana
4 de septiembre de 2012

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Con el proyecto Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), se desarrolla desde hace tres años.

El Grupo Daabon, cuyos socios son de la familia samaria Dávila Abondano, no solo es una de las mayores empresas del mundo en la comercialización de productos orgánicos, sino que además es pionera en el país y Latinoamérica en la reducción de gases de efecto invernadero, a través de un proyecto denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).

Este proyecto es desarrollado desde hace tres años en la empresa C.I. Tequendema, dedicada a la producción de aceite de palma orgánica, y consiste en la captura forzada del gas metano generado en la planta de tratamiento de las aguas residuales de la extractora Tequendama, en Aracataca (Magdalena).

El proceso es sencillo. Las aguas residuales son vertidas a una piscina de seis metros de profundidad y cubierta por un plástico negro de 4,5 metros de altura, que no permite la entrada de oxígeno, lo que facilita que las bacterias se coman la materia orgánica y generen gas metano.

Este gas es conducido a través de una tubería hasta una planta que lo quema, eliminando el 99,9 por ciento del metano que se produce en la extractora Tequendama, según Felipe Guerrero, director del Departamento de Sostenibilidad del Grupo Daabon.
La quema es solo la primera fase.

La idea es también aprovechar este metano para producir energía.

"En una segunda etapa tenemos la oportunidad de producir 1,6 megavatios de energía, eso daría la capacidad para que la extractora trabajara totalmente independiente a la red de energía", explica Guerrero.

A partir de febrero o marzo de 2012 el gas que se estará quemando (1.100 metros cúbicos por hora) será conectado a unos cogeneradores para producir la energía que requiere la planta de producción de aceite de palma, con lo que se ahorrarían cerca de 1.600 millones de pesos anuales.

Pero este no es el único beneficio. También podrán acceder a los bonos de carbono o Certificados de Emisión Reducida (CER) que entregan las Naciones Unidas, en retribución económica por el esfuerzo que hacen algunas empresas por disminuir las emisiones de gases invernadero generados en sus procesos de producción.

La certificación de la ONU

Por cada 123 mts. cúbicos de metano capturado, la ONU emite un certificado que podrá ser vendido a países interesados en que se disminuyan los gases.

"Eso no solo representa ingresos extras, sino que es parte de la elite de las empresas que están en la punta de lanza del cumplimiento ambiental en el mundo", dice Guerrero