Home

Expertos

Artículo

Maquillajes a la Impunidad

Semana
16 de noviembre de 2011

Marco Aurelio Uribe García.?

MAQUILLAJES A LA IMPUNIDAD.

 

La impunidad siempre mantendrá florecida la corrupción, dándose aquella en distintos escenarios y modalidades: en las instituciones de control y de la justicia ordinaria, a través de algunos funcionarios ya sea prevaricando por acción u omisión, por interés económico o personal o por temor reverencial o por relación de dependencia; en la gente, en su mayoría, por temor o amenazas de muerte, incluido su núcleo familiar o, en menor grado, por interés económico o por solidaridad de cuerpo o por abulia o por cobardía y en los medios de comunicación por su silencio e indiferencia cuando los protagonistas no son personajes de renombre lo que no logra el impacto mediático esperado, teniendo màs cabida las consejas o la farándula,  incumpliendo con su deber sagrado de dar información oportuna y veras sirviendo asì como luz o guía en la investigación.

Por enésima vez repito, tengo una percepción distinta de la Fiscal General de la Nación, respecto de la que tiene Fernando Londoño Hoyos o Gustavo Petro Urrego, pero, todos sabemos de una verdad inocultable: la Fiscalía cuenta con unos funcionarios honestos, otros corruptos, deducción fácil y notoria dado el brusco cambio en su modus vivendi o su incremento patrimonial  injustificado, y alguno otro víctima de la presión y el chantaje por parte de los grupos al margen de la ley.

Si los magistrados de las Altas Cortes, por quienes profeso inmenso respeto, se desprendieran un poco de sus apetitos de poder màs corporativo que personal, aplicable  en uno y otro caso a la rama Ejecutiva y Legislativa, y pensaran con màs sentido patrio, buscarían una verdadera y contundente reforma a la justicia preservando los ‘pesos y contrapesos’ e indefectiblemente se tendría que partir del cambio urgente y radical de la forma de investigar y procesar a los altos dignatarios del Estado, incluido, por supuesto, el  Presidente,  con un sistema que garantice el debido proceso, pero también, una investigación imparcial que llegue a la absolución o la condena de manera certera, rápida, eficaz y blindada contra cualquier compadrazgo político o religioso. ¡Qué gran paso se daría en la lucha contra la impunidad!

La Constitución del 91, en la Organización Estatal en su estructura creó un organismo que forma parte de la  rama judicial, el Consejo Superior de la Judicatura, al cual le han sobrado detractores o enemigos a ultranza empezando por el Ejecutivo, el anterior y éste, y, casi, a la totalidad de la comunidad por considerar que no se requiere de un organismo sobredimensionado en costos y parafernalia para manejar los recursos de la rama, el registro de Abogados, la carrera judicial y la adquisición de suministros. ¡Y claro, estas son las funciones  sobresalientes y cotidianas! Funciones que son confirmadas, dando cabida a la crítica general, por el comportamiento pasivo y la canonjía de sus magistrados, tanto en el nivel central como en el seccional.

Qué gran equivocación  la  del Gobierno y de la mayoría de los colombianos. El Constituyente del 91, con la creación del Consejo Superior de la Judicatura, dotó al Estado de la mejor y màs eficaz herramienta para garantizar la prestación del servicio público gratuito, de fácil acceso, necesario y vital: la administración de justicia, la cual asegura la convivencia pacífica y la preservación de la sociedad con una cumplida y rápida aplicación.

 Si el Consejo Superior de la Judicatura cumpliera siquiera con una mínima parte de su  principal función, y que es la que justifica la razón de su existencia, cual es la de “examinar la conducta y sancionar las faltas de los funcionarios de la rama judicial, asì como las de los abogados en ejercicio de su profesión -que no es poca cosa-; administrar la carrera judicial y llevar el control de rendimiento de las corporaciones y despachos judiciales”, estaríamos en un paraíso de tranquilidad con índices imperceptibles de impunidad. ¡Qué importancia la de este organismo!

Por supuesto que las investigaciones en los despachos judiciales se deben realizar en el propio terreno no a control remoto, dejando de lado la desidia y el complejo infundado que pueden sentir por su desplazamiento al mencionado despacho, y cualquier sospecha de “canonjía” tendrá que desaparecer por sustracción de materia.

Hace ya la ‘pendejadita’ de 54 meses presente, por razones de seguridad en el despacho del Vicefiscal, denuncia penal escrita con sus pruebas documentales y testimoniales por los delitos (no presuntos) de Concierto para Delinquir- en la modalidad de paramilitarismo-, Enriquecimiento Ilícito, Peculado, Falsedad en Documento y Celebración Indebida de Contratos y Testaferrato.

A la fecha sólo se conoce lo siguiente: en la Fiscalía 13 Anticorrupción – proceso 2004 -se cerró la investigación por Celebración Indebida de Contratos, dictándose resolución de acusación en Marzo 24 de 2011, decisión que fue apelada y correspondió su conocimiento a la Fiscalía 62 Delegada ante el T. Superior de Bogotà, sin ningún pronunciamiento hasta la fecha (8 meses sin resolver una apelación contra una imputación de cargos). Como dato curioso, en este proceso por solicitud expresa que me hiciera como denunciante el Fiscal 13, se pidió el cambio de radicación para la Audiencia de imputación de cargos por asunto de seguridad, solicitud que el Fiscal 62 Delegado, en tiempo record negó por improcedente. Proceso que empieza a expeler el hedor putrefacto de corrupción e impunidad.

En la Fiscalía 25 Antiterrorismo reposa, en un prolongado sueño, el  proceso 314-Concierto para Delinquir- modalidad paramilitarismo- , sin que se conozca a la fecha ninguna decisión, no obstante reposar en el expediente la declaración de dos víctimas ( un Abogado y un Comerciante) del paramilitarismo que sindican de manera inequívoca y contundente a una persona determinada ,narrando con lujo de detalles y sin titubeos la odisea que tuvieron que soportar en un ‘juicio inquisitorio’ que les hicieron los paramilitares en Puerto Triunfo- Doradal-  en la finca Las Mercedes de propiedad de Ramón Isaza, jefe del grupo al margen de la ley en el Magdalena Medio. ¿Será que también empezaremos a sentir un horripilante hedor en este proceso?

¿Señores Magistrados de la Corte Suprema, Ustedes como electores de la Fiscal y que, además, les ha tocado privar de la libertad a tanto parlamentario por nexos menos comprometedores  con los paramilitares como el expuesto, que opinión les merece esta situación como parte integral de la rama judicial?

Señores Magistrados del Consejo Superior de la Judicatura, con todo respeto les solicito se sirvan asumir con toda la responsabilidad la sagrada e importante misión que les encomienda la Carta magna, y terminen de una vez por todas con ese “sambenito” que los persigue como su propia sombra. Ustedes son el organismo de control natural que tiene la Fiscalía y la Justicia ordinaria en su desempeño de funciones y cumplimiento de deberes, y demuestren que no son la `cenicienta’ de la rama judicial y cuán equivocados están de cabo a rabo.

Señora Fiscal General, Vivianne Morales Hoyos, leí con bastante cuidado la entrevista que le concedió a Gabriel Silva para la revista Bocas, y el mejor piropo que le puedo lanzar es: Usted es una persona proba y honesta, y que el Todopoderoso la proteja de tanto lamberico desleal que están incrustados en la Fiscalía a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Espero que no tenga necesidad de recurrir a la Corte Celestial.

Agradecimientos a la Fiscalía por haber solicitado a la Policía Nacional – Departamento de Caldas -, protección para mi integridad física.

 

Manizales, Noviembre 16 de 2011.