Matador cuenta como se gastaría hasta 100 millones de dólares
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Por: Victor Alfonso Amaya P
Cuando vi la caricatura de Julio Cesar González Quiceno “matador” uno de mis caricaturistas preferidos, quien con sus trazos mordaces refleja nuestra realidad nacional; sobre cómo se gastaría 100 millones de dólares (revista don juan.com), la primera impresión fue una sonrisa frente a las disparatadas imágenes, pues el humor permite estas “concesiones”; pero un segundo vistazo me genero un escalofrío, pues me mostro un claro panorama de nuestro pensamiento como hombres colombianos.
El interés egoísta en el cual priman mis deseos cuan absurdos sean, frente a necesidades de millones de compatriotas que padecen las inclemencias de una vida sin muchas oportunidades de trabajo, salud digna, servicios públicos o vivienda. Con mi plata. “Hago lo que me dé la gana” es el precepto que seguimos sin importar nada más, para que formar empresa o mejorar la situación de tantos compatriotas si lo más importante es mi satisfacción personal.
Así lo han hecho y lo seguirán haciendo aquellos que de un momento a otro amasan inmensas fortunas en este lugar del mundo en que en el índice Gini* nos sitúa entre los países más desiguales, cuando en esta realidad pensamos gastarnos obscenamente 100 millones de dólares en satisfacer nuestros deseos, tratando a los demás como simples objetos para nuestra satisfacción.
En la caricatura se deduce que para tener sexo con una voluptuosa morena en una selva y embriagarse con whisky son necesarios 100 mil dólares. De por si es la opción más barata; la afro descendiente vale menos, como valemos menos los habitantes del tercer mundo.
En otro de los dibujos el estar con la interesante rubia francesa y tomar coñac ya suma el millón de dólares, el primer mundo es mejor, será por clasismo… o racismo. Pero de igual manera se tiene que pagar para tener sexo y se refuerza la imagen de la mujer objeto, si quieres lo más lindo, lo más fino…eso vale.
En otra imagen se ve que el estar con una marciana y tomar de su añejo ron, vale los 100 millones de dólares, lo cual no dudo será una experiencia del otro mundo.
Lo que me espanta es cómo esta caricatura no despierta ningún comentario de alguien indignado, que estas imágenes no generen mayores reparos en Colombia donde hacemos uso de la violencia sexual y se utiliza la prostitución forzada a cambio de perdonar la vida, por dinero, pago de deudas, para conseguir y conservar un trabajo.
Colombia ha firmado tratados, como: la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW); la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención Belém do Pará) y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional; entre otros, pero como de costumbre estos compromisos se quedan en letras muertas enterradas en las sepulturas de los anaqueles.
En periódico El Tiempo en un titular del 7 de abril se podía leer: Es una cifra alarmante: cada tres días matan a una mujer en Cali ( EL Tiempo 07 de Abril del 2012).En este artículo se publicaban datos aterradores de Medicina Legal que reportaron que 17.628 menores fueron víctimas de abuso sexual, el 82,4 por ciento fueron niñas y de ellas, 6.473 fueron menores de entre 10 y 14 años; seguidas del grupo de entre 5 y 9, con 3.926; y el de 15 a 17, con 2.125. Estamos hablando de 3.926 “adultos” que abusaron sexualmente de menores entre 5 a 9 años. O los 6.473 que ultrajaron a menores entre 10 y 14 años.
Esto realmente es inimaginable y repugnante, más de 10 mil depravados puestos en evidencia por los datos de medicina legal, sumados a aquellos que no son denunciados, extendidos tantos abusadores de años pasados; por nuestras calles cuantos son los rostros que tras de su aparente normalidad esconden nuestra realidad, que se extiende en millones de víctimas cuyas vidas infantiles fueron corroídas dejándoles inmensas cicatrices que jamás sanaran.
En este entorno las imágenes del caricaturista “matador” son una radiografía de los hombres colombianos que nos perdemos en el alcohol y gastamos en sexo, somos machistas, soterradamente racistas y con ausencia total de conciencia social.
*(El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y donde el valor 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).
