Home

Expertos

Artículo

Obras son amores y no buenas razones.

Semana
18 de septiembre de 2011

El presidente Santos va a tener que dedicarle más tiempo a cuadrar su gobierno para la foto que desea, no llegando al extremo de la micro gerencia pero si revisando indicadores, tomando decisiones frente a los colaboradores que no caminan al ritmo requerido y “tirando línea” en los aspectos estratégicos del manejo del Estado. Las señales que se han emitido desde el alto y medio gobierno confunden a la opinión nacional y a la comunidad internacional, a la que estamos vendiendo la imagen de una economía emergente sólida y de un país que va por las vías del desarrollo.

 

En el frente del Ministerio de Defensa, con la llegada del nuevo titular y del cambio de la cúpula de las Fuerzas Armadas, se han presentado señales preocupantes de futuros problemas si no se establece una definición política a tiempo: El ministro ha manifestado su intención de restablecer el fuero militar; las declaraciones del general Navas en las que eleva a héroe nacional al coronel Plazas Vega y controvierte la decisión judicial que lo condenó por los desaparecidos de la retoma del Palacio de Justicia y la defensa del teniente Muñoz, en el caso de la violación y asesinato de una niña y sus hermanos también menores de edad en Arauca, con recursos del ministerio. Las señales son preocupantes por el cambio de estrategia de la guerrilla y, por consiguiente, también la de la lucha antisubversiva que las Fuerzas Armadas deben desplegar para contenerla y derrotarla. El escenario de la guerra se estaría alejando de las selvas, con una poca densidad de población civil, a centros rurales y urbanos con mayor población, es decir, de nuevo el conflicto se le está acercando al ciudadano. Esta conjunción de actores armados y civiles requiere para el actor de goza de la legitimidad del uso de la fuerza por parte del Estado un mayor compromiso con la aplicación de la legislación que garantiza la protección de los Derechos Humanos; por lo tanto, se debe evitar confundir las acciones miliares, con sus protocolos y procedimientos,  con flagrantes violaciones al régimen penal sobre personas inocentes. Las declaraciones del general Navas indicarían exactamente lo contrario: que en la guerra todo vale para derrotar al enemigo y, en forma indirecta, expresar que sí el coronel Plazas hubiese sido juzgado por un tribunal militar hoy no estaría condenado y las víctimas seguirían reclamando una lejana justicia. No debemos retroceder en materias que la historia ha dejado sus enseñanzas. Hoy los tratados de libre comercio del país con Canadá y la Comunidad Europea dependen de las evaluaciones que nos hagan sobre el respeto a los Derechos Humanos que se observe en Colombia. Señor presidente: cuide que su imagen en el exterior coincida con las políticas que al interior de la nación tome y que el deseo de que en el país se desarrollen grandes negocios no se frustren por las degradaciones que se puedan presentar en el desarrollo de nuestro conflicto interno.

 

Hablando de comercio se hace necesario tocar el tema de infraestructura y transporte. Sin una red de autopistas,  careciendo de un sistema de transporte férreo y con unos ríos que deben ser navegables, y hoy no reúnen esas condiciones; sumado a ello, la cantidad de automóviles que están  y seguirán ingresando al país no sería raro que en un lustro las carreteras, además de las avenidas de ciudades importantes, colapsen quitándole competitividad a nuestros productos y haciendo de la gestión de la logística de transporte en Colombia una actividad caótica. Si bien el gobierno anterior dejó en esa cartera un carriel feo, es hora de concretar proyectos de infraestructura; sí estos hay que hacerlos con capacidades no utilizadas de constructores extranjeros, pues no hay otro remedio, se deben convocar las licitaciones internacionales; los escándalos de los últimos años en esa materia no dejaron bien parados a los empresarios colombianos del sector. Señor presidente: de nada nos sirven los tratados comerciales si no existen los medios eficientes para mover el flujo de mercancías que estos generan.

 

La problemática de la salud va mas allá de unas intervenciones a EPS´s o al encarcelamiento de funcionarios públicos o privados que le han abierto boquetes financieros al sistema. No se nota el liderazgo del ministro en la búsqueda de una solución integral y de largo plazo. Por el contrario,  los intereses cruzados de “puertas giratorias” de funcionarios, de laboratorios de medicamentos y de políticos poderosos llevan a la opinión pública a ver que el ministerio no funciona pensando en los usuarios sino en los intereses particulares de los actores económicos. Señor presidente: ¿Si se busca una afiliación universal al sistema, porqué debe ser necesaria la competencia comercial entre las EPS´s, distrayendo recursos? ¿No se puede pensar en una fórmula de agentes de operación que reciban una prima, del 10% por ejemplo, por la administración y operación de solicitudes de un número de usuarios? Después del monumental fracaso del gobierno anterior en el tema, este gobierno no puede salir al término del mismo con un resultado equivalente.

 

La lista de pendientes llega a la minería y al medo ambiente, la liquidación del DAS y, en fin, lo que se puede concluir, respetuosamente,  es que al alto gobierno le hace falta un poco de gestión estratégica y de liderazgo político para plasmar sin demoras innecesarias los buenos propósitos que se tienen. Imagen y realidad, en la política sobre todo, deben ser convergentes a fin de inspirar positivamente a una sociedad con anhelos superiores.

?