PRELIMINARES A LA PRIMERA REUNION CON LA FARC EN OSLO

Se inician todos los preparativos para las primeras conversaciones en Oslo y la Habana. Los negociadores del gobierno serán liderados por el doctor Humberto de la Calle Lombana, quien estará acompañado por el director de la Andi, Luis Carlos Villegas; el ex director de la Policía, general (r) Óscar Naranjo; el excomandante de las Fuerzas Militares, general (r) Jorge E. Mora; Sergio Jaramillo Caro, Alto Consejero para Seguridad Nacional y Frank Pearl González, ex comisionado para la paz. Además del equipo de cinco negociadores plenipotenciarios, habrá otros cinco suplentes y un conjunto mayor de treinta delegados del Ejecutivo. Los países acompañantes serán Venezuela y Chile. Las Farc nombrarían sólo a cinco voceros en el grupo principal (miembros plenipotenciarios), el grupo guerrillero incluyó a seis, pues insiste en que Simón Trinidad, preso en Estados Unidos, esté en la mesa. Los otros son: Iván Márquez, Rodrigo Granda, Andrés París, Marco León Calarcá y Mauricio Jaramillo o El Médico. Los integrantes del equipo de apoyo (miembros no plenipotenciarios) son Jesús Santrich, Hermes Aguilar, Bernardo Salcedo y Rubén Zamora.

Sobra recordar que este proceso tiene más de un año de conversaciones preliminares y que la apertura de los mismos corresponde al protocolo diseñado por las partes que evitará repetir los errores del pasado. Los negociadores nombrados por el gobierno y los propios de la guerrilla han tenido mucha experiencia en la materia, esta deberá traducirse en hechos concretos de acuerdo a la agenda, que por lo menos ya tiene la mayoria de temas acordados que es mucho decir.

La agenda todavía no ha sido publicada en su totalidad, pero se dejó ver entre las partes que se tocarán  los reclamos históricos de las Farc: (1) el tema agrario y (2) el de participación política. Otros dos puntos se pueden entender como reclamos de la sociedad: (4) "solución al problema de las drogas ilícitas" y (5) "Víctimas"; y el "fin del conflicto", y por último como se manejará las propias conversaciones y el protocolo final de la A-Z.

Colombia inicia un periplo donde prácticamente pone en juego el futuro de la nación y la configuración del estado, sobre temas específicos,  a través de un acuerdo concertado. No estoy diciendo que de no darse una concertación el país perdería toda posibilidad real de tener un futuro solido, de hecho ha vivido en medio de una violencia muy fuerte en los últimos cincuenta años y aun así nunca ha cedido en materia de crecimiento y agenda social, muy a pesar de las falencias conocidas por todos. La plataforma legislativa aprobada hasta la fecha le brinda al gobierno las herramientas jurídicas que permitirán asumir compromisos muy serios sobre puntos neurálgicos del estado Colombiano y la guerrilla en el otro costado, hasta ahora ha mostrado una intención de asumir la agenda con absoluta responsabilidad y con la intención de ponerle punto final al conflicto, esperamos que así sea.

No queda más buenos augurios a las reuniones de Oslo y la Habana.