UN NUEVO NUEVE DE ABRIL
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EL nueve de abril de 1948 era un día corriente para los bogotanos. Muchos se disponían a tomar su almuerzo en alguno de los restaurantes típicos del centro de Bogotá. La ciudad estaba quizá más concurrida que de costumbre por causa de la Novena Conferencia Panamericana que se celebraba en la capital colombiana. Muchos ciudadanos extranjeros, recorrían gustosos las célebres calles del barrio La Candelaria. Seguramente podían verse gentes tomando fotosy posando ante la catedral Primada o las casas de estilo repúblicano y colonial, justo antes de la una de la tarde. Cínco minutos más tarde, cuatro disparos cambiarían de tajo el curso de los acontecimientos y la historia de una república con ciento treinta y ocho años de existencia. El abogado y caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, caía herido mortalmente frente al edificio donde operaba su oficina.
Este episodio se ha visto teñido de diferentes interpretaciones a través de las décadas. En el famoso libro "El Bogotazo, memorias del olvido", el escritor Arturo Alape, entrevista a distintos personajes presentes en el hecho quienes dan su punto de vista. Arnold Toynbee, historiador británico, sostenía que la historia es inaprehensible; es decir, tratar de tomar los hechos por la cola y diseccionarlos someramente, es una tarea infructuosa. El protagonismo de los narradores y su intervención en las acciones narradas en el texto, es muestra evidente de la afirmación anterior.
Las teorías del complot tampoco han dejado de oirse casi por seis décadas y media. Si bien es cierto, que los Estados Unidos triunfantes en tras la Segunda Guerra, junto a la Unión Soviética, planeaban organizar a su antojo los poderes hemisféricos, no ha podido todavía afirmarse categórica y taxativamente que el crimen fuera complot de parte del gobieno de Washington. Moscú quedaría de plano descartado, pues los afectos de Gaitán hacia el modelo de gobierno soviético, pese a no ser del todo compatibles, estos no veían como amenaza un hipotético gobierno de corte socialista. Juan Domingo Perón tuvo un gran interés en participar en un proyecto latinoaméricano denominado como la Tercera Vía, consistente en el fortalecimiento y autonomía de algunos países, encabezados por la Argentina de ese tiempo, para librarse del colonialismo norteaméricano. Si bien ahora estos modelos están teniendo auge nuevamente, se olvida el decisivo impulso de Jorge Eliecer Gaitán al socialismo latinoaméricano.
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