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UNA NUEVA RECONFIGURACION DEL ORDEN MUNDIAL: EL MUNDO ARABE COMO CAMPO DE BATALLA

Semana
30 de enero de 2012

Luego de terminar de leer el documento de la profesora Gema Martín Muñoz, “El creciente desorden regional  Árabe”,  queda en mi mente la idea de que las sociedades árabes están destinadas a ser un campo de batalla y de experimentación de las grandes potencias que buscan incansablemente desde hace ya bastante tiempo, aumentar día a día su influencia y poder en la comunidad internacional.

 

El mundo árabe se ha vuelto visible desde las protestas que dieron inicio desde finales de 2010; protestas que han sido producto de más de tres décadas de constantes abusos de los gobernantes hacia los gobernados, las cuales han producido grandes dificultades en la supervivencia cotidiana, cansancio ante la represión y la falta de libertades, pero ante todo un cansancio por el dominio de regímenes corruptos incapaces de desarrollar un modelo idóneo de desarrollo que logre integrar a las nuevas generaciones[1]. Sin embargo, muy a pesar de todo esto, las grandes potencias como EE.UU, Gran Bretaña, Francia, China, Rusia, ente otros, siguen utilizando al mundo árabe como fichas de ajedrez en lo que me atrevo a llamar una nueva reconfiguración del orden mundial que día a día deja de ser tan rígido producto de las constantes fluctuaciones del sistema internacional, fluctuaciones que ponen al mundo árabe como principal protagonista en estos momentos.

 

En este contexto, no resulta tan difícil leer entre líneas las actuales noticias que surgen sobre el mundo árabe. A la fecha, la principal noticia que tenemos es la de Siria[2], en donde el régimen de Bashar Al Assad se niega a abandonar el poder; y como noticia adicional agregaría a Egipto que tras un año del derrocamiento de Hosni Mubarak, mantiene una enorme tensión entre los militares en el poder, los jóvenes egipcios y los Hermanos Musulmanes.
Ahora, centrándonos en el grueso de la pregunta, pienso que un patrón político que ha sido constante en la actualidad haciendo referencia al mundo árabe es, -como ya lo he contextualizado anteriormente- El papel de los países potencias, los cuales estratégicamente han optado por defender a sus aliados en vez de condenar los abusos a los derechos humanos;  Siria es claro ejemplo de esta afirmación y estoy completamente seguro de que la influencia de la política internacional seguirá primando en espacios comunes como la ONU en vez de primar el respeto por los principios de la misma y trabajar mancomunadamente para asegurar una transición hacia democracias genuinas y no hacia democracias disfrazadas.
Otro patrón político que a mi modo de ver se está dando es la maximización mediática que le han dado a la coyuntura en Siria (sin querer decir que no sea necesaria) y la minimización mediática que ha tenido las protestas en países como Arabia Saudita y Bahréin, en donde las realidades políticas no son tan diferentes a las dictaduras de Libia, Siria o Egipto antes de sus derrocamientos, me explico: en el caso de Arabia Saudita tenemos a un país que funciona bajo una monarquía Absolutista, con un sistema Feudal y en donde la dinastía de los Al- Saud gobierna concentrando toda la autoridad y además no existen partidos políticos ni tampoco elecciones; en el caso de Bahréin tenemos a un país que funciona bajo una monarquía hereditaria de la familia Al Khalifa. En ambos países podemos encontrar en común efectos derivados de este tipo de gobiernos como lo son las malas condiciones laborales, el inconformismo social producto de la baja calidad de vida, entre otros. 
Por último quisiera decir que sigo siendo muy escéptico con lo que pueda pasar y lo que pueda resultar de estos cambios en el mundo árabe, me atrevería a decir que las dinámicas de cambio tardarán mucho tiempo para que se vean reflejadas en cambios a los sistemas políticos, ya que esta comunidad está impregnada de una fuerte religiosidad que constituye el centro y la razón de ser de cada persona, por lo que al pensar en ampliar las libertades y desarrollar una autonomía individual, se me es imposible desligar estos cambios del tema religioso, y ahí yo personalmente encuentro varias contradicciones.
Un feliz y productivo día.
Alejandro Henao Ruiz
alejo0574@gmail.com



[1] Comparto con la profesora Martín el argumento de que los Estados árabes han llegado a este punto básicamente porque  estos regímenes se han preocupado más en garantizar su pervivencia y dominación, sumado esto a la gran dependencia que tienen de sus aliados exteriores.
[2] En la cual tenemos un enfrentamiento de las potencias en pleno Concejo de Seguridad de la ONU. Estados Unidos y la Unión Europea a favor de sancionar de manera multilateral a Siria y contrariamente China y Rusia que se oponen tajantemente a dicha propuesta.