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La Universidad de Cambridge ha incluido al caleño Andrés Jaramillo en la lista de los científicos más sobresalientes del siglo XX.

9 de julio de 2001

Andres Jaramillo —un caleño de 37 años que vive en su ciudad— es uno de los primeros científicos del mundo que ha podido manipular y simular moléculas con más de un millón de átomos. Trabaja a la vanguardia de la nanotecnología, ciencia que a través del estudio de lo microscópico ha desarrollado nuevas drogas y materiales. Por su brillante carrera acaba de ser incluido por el Centro Internacional Biográfico de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, en la lista de los científicos más sobresalientes del siglo XX.

No sabe de dónde le nació el amor por la ingeniería. Pudo ser que desde sus épocas de estudiante en el colegio Colombo Británico le gustaban las ciencias y su posible aplicación a los problemas del mundo real. O tal vez porque su padre amaba las motos y la mecánica y eso le despertó la curiosidad acerca de cómo operan las cosas.

De todos modos salió del país con la firme intención de dedicar su vida a la ciencia. Estudió ingeniería electrónica en la Universidad de Boston y en 1989 obtuvo una beca Fullbright para realizar una maestría en ciencias de la computación en la Universidad Estatal de Nueva York. Durante la década de los 90 fue investigador invitado en prestigiosas instituciones alrededor del mundo. Estuvo trabajando en los laboratorios de ingeniería mecánica en Tsukuba-Ibaraki, Japón, y en los de propulsión a chorro (Jet Propulsion Laboratory, JPL) de la Nasa. Así mismo fue profesor e investigador del reputadísimo Instituto Tecnológico de California (Caltech) de Estados Unidos. Recientemente, en 1998, obtuvo un doctorado en ingeniería industrial, en la especialidad de informática y automatización industrial, de la Universidad Politécnica de Valencia, España.

Desde 1990 ha publicado varios artículos científicos sobre arquitectura computacional de alto rendimiento, computación paralela, dinámica de multicuerpos moleculares, robótica y nanotecnología. Su trabajo en la tesis de su doctorado, por la cual fue laureado, estuvo encaminado en parte a mejorar la proposición de Isaac Newton en la segunda ley del movimiento. Desde 1998 se ha desempeñado como decano de la facultad de ingeniería de la Universidad Javeriana en Cali. Desde este centro académico impulsa un Grupo de Investigación en Automática y Robótica (GAR). También desde allí coordina el comité nacional técnico de Robótica de la Asociación Colombiana de Automática.

Jaramillo está casado y tiene un pequeño hijo y siente que tiene la vida por delante. Y que este país es una estrella con múltiples polos de desarrollo que no han progresado lo suficiente porque los esfuerzos no se han focalizado en un trabajo científico que le dé soporte a ese crecimiento. De ahí que haya tanto por hacer. Jaramillo ha trabajado con los mejores científicos del mundo y en institutos con tecnología de punta, pero aún así considera que Colombia tiene un capital humano enorme y que los profesionales están bien preparados. Para él, el saldo en rojo de la ciencia se debe más bien a que no hay cultura de pares, no hay metas de largo plazo y hay egoísmo para compartir saberes. “Hay demasiado facilismo que da al traste con las posibilidades de ciencia en el país”, dice.

A pesar de haber vivido más de 12 años fuera de Colombia no quiere ser otro cerebro fugado. “Vivo donde quiero y hago lo que me gusta”, asegura con firmeza. Más que hablar del futuro, Jaramillo se ha dedicado a anticipar los desarrollos tecnológicos que con seguridad vendrán. La prospectiva se ha convertido para él casi en un pasatiempo. Ahora, por ejemplo, está haciendo proyecciones a 15 ó 20 años en el campo de la cuántica para así poder abordarla hoy y desarrollar nuevas aplicaciones prácticas.