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EL GALLO TAPADO

El padre Gonzalo Gallo es hoy uno de los personajes más populares de Cali y, de acuerdo con las encuestas, podría ser su próximo alcalde.

7 de julio de 1997

Es el hombre de las tres G: Gonzalo Gallo González. Pero en Cali, donde vive desde hace 17 años, nadie lo llama así. La gente lo conoce simple y llanamente como el padre Gallo. Este sacerdote es unhombre que mueve masas en la capital del Valle del Cauca y despierta simpatía en otras partes del país por cuenta de su columna de prensa y de su programa de radio. El pasado 24 de mayo reunió a 38.000 personas en el estadio Pascual Guerrero. Todos los asistentes pagaron el precio de la boleta sólo para poder oír dos conferencias: la del mexicano Miguel Angel Cornejo y la del padre Gallo, que trató sobre valores. Durante el evento, realizado para recaudar fondos para tres fundaciones, las luces del estadio permanecieron apagadas para que alumbraran las 38.000 velas que prendieron los asistentes.Un religioso que reúne 38.000 personas sólo para escucharlo y sin prometer nada a cambio puede hacer poner verde de la envidia a cualquier político. Pero lo que sienten hoy los políticos vallecaucanos no es envidia sino preocupación por la enorme simpatía que despierta el padre Gallo, según lo muestran dos encuestas diferentes publicadas en periódicos caleños, en caso de que se lanzara a la alcaldía. El no había pensado en esta posibilidad. Suficiente trabajo tiene ya como profesor, conferencista y escritor. Sin embargo los resultados de las encuestas lo pusieron a meditar. Hasta el momento le propusieron dos cosas: postularse como candidato a la alcaldía o encabezar una plancha al Concejo. Aunque todavía no sabe qué va a hacer, sí tiene claro que debe darle una respuesta rápida a quienes tienen puestas sus esperanzas en él. Por eso anunció que en la última semana de junio o, a más tardar, en la primera de julio, le dará una respuesta a los caleños. Por ahora la sola inclusión de su nombre en la lista de los candidatos a la alcaldía provocó polémica. Diego Martínez Lloreda, columnista de El País, dijo que "Gallo es un gran líder. Una persona que genera confianza y credibilidad. Y sería ideal para una ciudad que haya sido mal manejada por su clase dirigente y que requiere un viraje radical en su conducción". El padre Gallo es consciente de la imagen de confianza y credibilidad que proyecta, pero sabe que con eso no basta para gobernar una ciudad. No darse cuenta de esto a tiempo fue, en su opinión, el pecado que cometieron los sacerdotes que fueron elegidos como alcaldes en elecciones pasadas. Por eso, antes de tomar cualquier decisión y para no cometer este mismo error, se ha dedicado a pensar en los nombres de quienes lo acompañarían en su aventura política. Tiene claro que "ser alcalde no es hacer obras físicas, eso es bueno pero es parte del trabajo que debe realizar un alcalde. Lo importante es que, además, mueva a la población y la comprometa como hizo Antanas Mockus. Eso es lo que yo podría ofrecer".