Home

Perfil

Artículo

El negociador

El estudioso economista Hernando José Gómez es el jefe del equipo que negociará por Colombia ante el Alca y un posible TLC con Estados Unidos.

15 de septiembre de 2003

Tiene muchas de las virtudes que necesita un buen negociador: excelente capacidad de análisis, disciplina de trabajo, profundidad, una educación de lujo y experiencia en el tema. También la terquedad que surge del convencimiento y las ganas de lucirse.

Y necesita todas estas cualidades pues a Hernando José Gómez le han encomendado una misión muy delicada: conducir las negociaciones de Colombia con Estados Unidos tanto frente al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (Alca) como al posible Tratado de Libre Comercio (TLC) entre las dos naciones. De cómo se diseñe ese acuerdo dependerá que se beneficien y florezcan las industrias colombianas; que en el país se genere nuevo empleo y que los costos que se paguen (económicos o políticos) por acceder al mercado del norte sean los menores para los colombianos.

Gómez Restrepo es de una familia tradicional caldense conservadora. Es nieto de uno de los admirados propietarios del diario La Patria de Manizales, don José Restrepo. Su padre, Hernando Gómez Otálora, renombrado abogado, fue ministro de Desarrollo, rector de la Universidad de los Andes y miembro de la Corte Suprema de Justicia.

Hernando hijo es economista de la Universidad de los Andes, tan pilo que se graduó cum laude. Luego hizo una maestría en la exigente Universidad de Yale, en Estados Unidos, a donde también llegó a candidato a Ph.D. Sus colegas lo reconocen como un economista de línea ortodoxa, muy apreciado por sus investigaciones, como un extenso estudio sobre el contrabando en Colombia que publicó con Roberto Steiner y otros colegas, y por sus aportes como promotor del desmonte del control de cambios.

Ha sido asesor de la Junta Monetaria y del Ministerio de Hacienda. Fue subdirector de Planeación Nacional. Tuvo una carrera destacada como técnico en el Banco de la República, a donde llegó a ser codirector en los 90. De esta experiencia sacó su dominio de los temas monetarios.

Aunque es un poco "neura", dicen sus amigos, ha demostrado toda su vida que no le tiene miedo a los retos. A su salida del Banco de la República no dudó en medírsele a dirigir al gremio de la construcción cuando atravesaba una severa crisis.

El gobierno de Andrés Pastrana lo nombró embajador ante la Organización Mundial de Comercio en Ginebra, Suiza. Allí ha participado en las difíciles rondas de negociación entre países ricos y pobres. Pero aún en esta difícil tarea siempre es optimista. Dice, por ejemplo, que en la OMC les ayuda el afán que tienen Estados Unidos e India de avanzar con puntos concretos antes de que arranquen las campañas electorales en sus países. También ha defendido las preferencias arancelarias que Europa les otorga a los países andinos en contraprestación por su lucha contra el narcotráfico. Esto porque otros países han demandado estas preferencias ante la OMC por considerarlas discriminatorias en su contra.

Es un convencido de que el gobierno lleve posiciones unificadas, que se hayan acordado en detalle previamente, a estas negociaciones internacionales. Considera que cuando se les trabaja en detalle a los temas es más fácil lograr que bandos aparentemente contrarios se acerquen.

Si bien Gómez, en la negociación con Estados Unidos, tendrá el apoyo de un sofisticado grupo de profesionales, él será quien fije el norte. Y los logros que alcance tendrán un gran impacto sobre el futuro económico del país.