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Opera prima

Luis Alberto Restrepo estrena 'La primera noche', su primer largometraje. Bien recibida en varios festivales, la película desnuda al país.

7 de septiembre de 2003

Hace poco menos de cinco años Luis Alberto Restrepo estaba en Pereira, trabajando en un documental, cuando vio a una mujer, muy linda, que estaba tendiendo una cama con periódicos muy cerca a la vitrina de un almacén. Junto a ella estaba un hombre que cargaba a dos niños. Esa imagen que, según Restrepo, los colombianos han visto muchas veces, fue el punto de partida de la película La primera noche, su debut oficial como director de cine. Oficial, pues ya había hecho un largometraje para televisión que hizo parte de una serie de películas históricas que se llamó Amores y delitos, que todavía se exhibe en los canales públicos.

También había trabajado cortos, mediometrajes y documentales con temáticas totalmente diferentes a La primera noche. En Maletas, un cortometraje, se basó en un sueño que tuvo un amigo suyo y que se fue convirtiendo en pesadilla mientras andaba en un bus que se paseaba por la sabana de Bogotá. En Los perros, el deseo y la muerte se centró en el instinto sexual, mientras que en Con amigos así tuvo como personajes a una mujer burguesa que se relaciona con una serie de personajes alternativos.

La afición de Restrepo por contar este tipo de historias nació cuando estudiaba filosofía en la Universidad Nacional. Allí, usando cámaras super-8 y al lado de sus compañeros, se dejó llevar por ese interés que consolidó por sí mismo. "Yo hice algunos cursos de televisión en la Universidad de Nueva York, pero lo que sé lo aprendí en la práctica, en mis trabajos", dice. Tuvo su primer golpe de suerte en la televisión cuando, al lado de su amigo Alberto Quiroga, se le presentó la oportunidad de reemplazar a Dago García en la realización de los guiones de la comedia Si nos dejan, que producía Punch. Muy pronto pasó a trabajar en la serie Escalona y también participó en la edición de la película Rodrigo D. No futuro, de Víctor Gaviria. En su trayectoria en televisión están incluidas las series El informante, La dama del pantano, Pecado santo y las telenovelas La costeña y el cachaco y Lolita.

Lo curioso de Restrepo es que no se declara ni buen televidente ni tampoco un gran cinéfilo. "No me gusta ver televisión. En mis ratos libres prefiero dedicarme a otro tipo de actividades, como leer, estar con la familia, los amigos. Tampoco voy a cine muy seguido, sólo una o dos veces al mes, y cuando lo hago trato de ver cine europeo, latinoamericano o asiático". Su director favorito es el yugoslavo Emir Kosturica, pues le envidia la capacidad de trabajar temas serios con humor. Esa es una de las virtudes que más añora Restrepo. No en vano los dos proyectos de ahora tienen un corte humorístico, uno de ellos llamado El sobrino, una parodia de El padrino, que cuenta la historia de un mafioso fracasado. La otra, una sátira a la vida cotidiana que estará lista en febrero.

Mientras tanto La primera noche, que ya se ha presentado en varios festivales del mundo, seguirá viajando por San Sebastián, La Habana y Viña del Mar. Aunque la película toca temas tan vigentes como los desplazados, los paramilitares, la guerrilla y el Ejército, Restrepo aclara que no se propuso hacer una radiografía del país sino centrarse en el drama humano, en la historia de los personajes. "Creo que esa es la función del artista: hablar de los hombres y su drama". Restrepo, quien se recupera de una dura experiencia personal, logra su cometido y demuestra que el cine colombiano sí tiene opciones.