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En las elecciones presidenciales anteriores el Polo logró sacar más de 2 millones 600 mil sufragios. En ese momento, el Polo apoyó a Carlos Gaviria Díaz. | Foto: Cortesía: archivo del Polo

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Arranca congreso del Polo sin Petro, Ema ni Lucho

El sector moderado no estará en la instalación del Congreso de delegados del Polo. Sin embargo, el senador Petro sí irá luego a defender su propuesta de aliarse con otros políticos para enfrentar las elecciones de 2010.

26 de febrero de 2009

Esta tarde comienza el II Congreso del Polo Democrático, en donde se decidirá la suerte del partido con miras a las próximas elecciones de 2010. Aunque el ex alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón y la ex ministra María Ema Mejía fueron invitados al acto inaugural, los dos decidieron marginarse de la instalación del Congreso. El senador Gustavo Petro, quien además es la cabeza de una lista de delegados, también decidió no asistir a la apertura del evento. 

Comunicaron su decisión de no ir al congreso en una carta en la que señalan que el presidente de la colectividad, Carlos Gaviria, "se ha apartado del espíritu que lo animó desde su fundación en beneficio del país”. También indicaron que aunque no asistirán a la reunión de los 1500 delegados del partido, que se efectuará en Corferias, insistirán en la creación de una fuerza de coalición para enfrentar las elecciones de 2010.

Las razones para la inasistencia de estos pesos importantes del partido son las que ya han esgrimido varias veces: en el Congreso no van a poder hablar los aspirantes a la Presidencia en las próximas elecciones y aparentemente ya las mayorías del partido tomaron la decisión de ir con candidato único a las elecciones presidenciales.

No obstante, el senador del Petro dijo que él sí asistirá a las otras actividades del Congreso y que su lista de delegados, la número 19, defenderá hasta el final la propuesta que ha hecho.

Los distanciamientos entre la llamada línea moderada del Polo con el resto del partido, se originaron con la temporada preelectoral y las fisuras se han agravado en la medida que ha subido la temperatura de la campaña. El senador Petro ha sido promotor de una iniciativa que busca convocar a sectores independientes y a otros partidos para construir una agenda de gobierno y convocar a una consulta interpartidista para elegir al candidato que enfrentará al del uribimo.
 
Esta apuesta no gustó entre el sector de la izquierda tradicional que argumenta que no irá a una coalición con partidos del establecimiento como el Liberal.

Petro también ha expuesto que su partido debe proyectarse a ser el defensor de la Constitución del 91, que fue un acuerdo nacional en el que participaron diversos sectores minoritarios y que debe defender la idea de que en el Estado reside el ejercicio legítimo de la fuerza.

En días pasados Petro renunció al Comité Ejecutivo de la colectividad. Para el senador, el hecho de que el comité no permitiera hablar a los precandidatos fue interpretado como una estrategia del sector radical del partido, para promover la candidatura única de Carlos Gaviria, actual presidente de la organización.

Días después, el mismo en que Petro le hizo un llamado al alcalde de Bogotá Samuel Moreno para que votara favorablemente su propuesta pues todavía no había ningún acuerdo, el senador hizo un pronunciamiento durísimo en el que calificó de clientelista la administración del Distrito. Las declaraciones le merecieron críticas desde todos los flancos del Polo que respaldaron el gobierno de Moreno.
 
Entre otras cosas el partido decidirá quien dirigirá la colectividad y quienes integrarán el Comité Ejecutivo a partir de la convención.

Juntos pero no revueltos

“Una cosa son las ideas, en donde todos coinciden porque son de izquierda, pero otra muy distinta son los intereses donde cada sector busca su propio beneficio”, dijo el analista político y director de la Fundación Arco Iris, León Valencia, refiriéndose al Polo. Para él, la puja entre las facciones del partido se debe a diferencias que son insalvables. Según su criterio, convivirían mejor si se separan. “Se harían menos daño”, agregó Valencia.

No obstante, Daniel García-Peña, quien es integrante del Polo, pertenece a la lista de Petro y fue secretario del partido, considera que una fractura en este momento sería grave para la izquierda. García- Peña aduce que “el esquema de división entre una izquierda moderada y otra radical es inoperante en Colombia. Lo mejor es que en el próximo Congreso nos demos todo el palo necesario y salgamos con una propuesta unificada”, dijo.

Según García-Peña las posiciones en el Polo “no son tan rígidas como las ha hecho ver la prensa”. Por ejemplo, según él, así como hay posiciones afines entre el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) y el Partido Comunista (considerados los radicales), también las hay divergentes.

Para el analista Fernando Giraldo el conato de fractura en el Polo se debe a que el partido no dirimió en sus orígenes temas sensibles como la posición frente al conflicto armado, que cada vez que sale a flote pone en crisis a todos los sectores. Según él la unión de las alas radical, moderada y anapista fue un acuerdo formal en aras de obtener el poder y no producto de la construcción de un proyecto político.

“El Polo cayó en lo que tradicionalmente ha pasado con los demás partidos colombianos, que están constituidos solo para obtener el control del poder y no para construir un programa de largo aliento, que anteponen el negocio a la vocación”, dijo Giraldo.