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| Foto: Guillermo Torres

DEMOCRACIA

Cinco razones del colapso del sistema electoral

Falta de capacitación de los jurados, cambio de proveedores, cambio del sistema de conteo, falta de información de los electores y el menosprecio por las consultas empañaron la jornada electoral.

15 de marzo de 2010

El gran perdedor al final de la jornada democrática de este 14 de marzo fue el sistema electoral. Este lunes, se cerró el conteo de votos de la Registraduría sin que la ciudadanía supiera quién había ganado la consulta conservadora. El hecho dejó un mal sabor en los electores acostumbrados a conocer los resultados de las votaciones con prontitud.

“Pareciera que hubiéramos retrocedido más de diez años en el sistema de divulgación de los resultados de las elecciones”, dijo a Semana.com el ex magistrado del Consejo Nacional Electoral, Antonio Lizarazo.

Son cinco las razones que explican el fracaso del conteo de los votos de la consulta azul, que además de tener un alto costo económico para el Estado, generaron desconfianza en los precandidatos y en sus seguidores. Ya se han escuchado voces que reclaman un nuevo conteo de los votos de la consulta del Partido Conservador, lo cual probablemente será lo que ocurra.


1. Falta de capacitación de jurados


Varios testimonios de jurados de votación demostraron que no tenían el suficiente conocimiento para administrar los votos. La confusión reinó en muchas de las mesas de votación, pues los jurados no sabían cómo debían clasificar los diferentes tarjetones.

En un momento, el jefe de campaña de Noemí Sanín, Juan Gabriel Uribe expresó su preocupación porque los jueces tenían informaciones contradictorias sobre cómo proceder a contar los votos de las consultas: unos decían que debían esperar para contar esos votos después de que se contaran los votos del Congreso y Parlamento Andino; otros comenzaron a enviar reportes al mismo tiempo; y otros enviaron los votos de las consultas en las bolsas destinadas a las ‘arcas triclave’, sin contar, lo que no permitió que se conocieran los resultados.

Al final dio la sensación de que los jurados no tuvieron la suficiente capacitación, que es responsabilidad de la Registraduría.

2. Cambio de empresa de preconteo y divulgación

La Registraduría decidió a finales del año pasado cambiar la empresa que presta el servicio de sistematización de la información de las votaciones y divulgación del preconteo. La empresa que había hecho este trabajo era Sistemas y Computos, pero esta vez lo hizo Une (de EPM).

El Registrador Carlos Ariel Sánchez explicó que el cambio de empresa se debió a que la empresa anterior tiene un contrato demandado judicialmente.

3. Cambio en la forma de reportar la información

La Registraduría cambió el sistema de acopio de información sobre los votos, lo cual generó mucha confusión. Según el especialista en derecho electoral, José Vicente Sánchez, “La Registraduría pretendió contar los votos de la consulta desde cada mesa de votación directamente”.

Tradicionalmente, dijo el especialista, los votos se cuentan en cada mesa de votación, pero la información se acumula en informes que se envían a la Registraduría, por puesto de votación.

O sea, al pretender recoger la información de los votos directamente de las mesas se le multiplicó el trabajo al Registraduría y la información se volvió más difícil de administrar.

4. Muchos tarjetones y poca información

Muchas personas se quejaron del diseño de los tarjetones y la cantidad de los mismos. Buena parte de los electores no sabía cómo votar en las elecciones de Parlamento Andino. Muestra de ello fue que los votos no marcados fueron, según el último informe de la Registraduría, más de dos millones, y los votos en blanco casi millón 500 mil.

Para el ex magistrado Lizarazo el problema de la confusión del elector es un problema estructural del sistema electoral, que requiere de una reforma profunda. “No se entiende por qué, por ejemplo, hay tantas circunscripciones. La gente no entiende cómo se deben votar”, explicó.

También contribuyó a la confusión el hecho que el tarjetón de la Cámara fuera más pequeño que el del Senado. “Se presentaron 67 movimientos por dos curules en la circunscripción de las negritudes en la Cámara, y sin embargo el tarjetón era más pequeño que el del Senado. Eso confunde a la gente”, explicó el experto en derecho electoral Sánchez.

5. Menospreciaron las consultas

El Registrador Carlos Ariel Sánchez le dio prioridad al conteo de los votos en el Congreso y de Parlamento Andino, antes que a las consultas.

Su argumento se basó en el hecho de que la Ley obliga a la Registraduría a entregar, antes de las 11 de la noche, los votos en las ‘arcas triclave’ para su consecuente escrutinio. Según dijo a los medios de comunicación, la Registraduría presta un servicio a los partidos “ayudándoles a organizar las consultas”, con lo cual quiso decir que no era su obligación emitir informes del preconteo. También dijo que los boletines que emitió no tienen valor jurídico y que lo importante es lo que digan los escrutinios que de ahora en adelante le corresponden al Consejo Nacional Electoral.

Según el especialista Sánchez el menosprecio por las consultas “quedó en evidencia con el hecho de que al exterior no se enviaron tarjetones para que los ciudadanos colombianos en otros países pudieran participar”.

A pesar de que es indiscutible que es más importante conocer los resultados del Congreso, que son de interés nacional, que los de los partidos, que son de interés particular, no se explica cómo no alcanzaron siete horas (desde las 4 pm hasta las 11 pm) para dar información sobre la consulta conservadora.

En muchos países, las consultas llamadas también primarias, son casi más importantes, desde el punto de vista de la participación, que las elecciones Presidenciales.