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Clára López, fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, nueva presidenta del Polo. | Foto: Juan Carlos Sierra

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Clara López, tras la unidad del Polo

La nueva presidenta del partido asume el reto de cerrar las heridas de la reciente división. Ratifica que el Partido contempla la posibilidad de una alianza pero solo si es para cogobernar.

6 de abril de 2010

Clara López Obregón se convirtió, desde este martes, en la primera mujer en dirigir un partido político en la historia del país. Su proclamación unánime como presidenta del Polo Democrático Alternativo también le da un nuevo aire al movimiento que mejores resultados electorales le ha significado a la izquierda colombiana, a la vez que envía un mensaje de unidad de cara al próximo reto: las elecciones presidenciales.

El Polo Democrático, luego de un año difícil, marcado por las divisiones de las dos corrientes: la moderada y la radical, como las han denominado los medios de comunicación, quiso con la proclamación de Clara López demostrar que el partido ha dejado sus disputas internas y está alineado en torno a un solo propósito: superar la primera vuelta electoral con su candidato, el actual senador Gustavo Petro.

Esa es la conclusión que destacan varias de las figuras trascendentes del Polo. Clara López, quien además es la fórmula vicepresidencial de Petro, era la persona que más aceptación generaba al interior de la colectividad. “Su proclamación es sinónimo de expresar la voluntad de encarar unidos el debate presidencial”, dice el senador Jorge Enrique Robledo.

El representante Germán Navas Talero dice que Clara López, en el país, “es sinónimo de Izquierda”. Su afirmación pretende demostrar que ningún sector del Polo rechaza su designación.

Iván Cepeda, representante electo, advierte que la figura de la nueva presidenta encarna los principales objetivos del Polo, pues no sólo representa su carácter de oposición, sino que es un ejemplo de que el Partido puede gobernar. “Fue quien denunció en la Corte el fenómeno de la parapolítica; como Secretaria de Gobierno en Bogotá demostró su capacidad ejecutoria; da la cara a la adversidad; y tiene carácter de estadista”, señala Cepeda.

Los retos

Y parece que la unidad es el camino que han adoptado en el Polo ante los nuevos retos que tendrá la Presidenta. Las elecciones presidenciales son el primer objetivo a la vista.

Acceder a la segunda vuelta está en la mira del Partido. Sin embargo, dicha tarea no será fácil dadas las presentes circunstancias del debate electoral que, al menos por número de candidatos y de opciones, es menos polarizado que el del 2006, cuando el Polo obtuvo la histórica votación de 2 millones 600 mil votos, aproximadamente.

También no hace fácil el objetivo el reciente antecedente de las elecciones parlamentarias. El Polo, por ejemplo, redujo en dos curules -pasó de 10 a 8- su representación en la cámara alta del legislativo.

Las elecciones de las consultas internas, en las que resulto investido como candidato Gustavo Petro, estuvieron por debajo de las expectativas, pues no superó los 500 mil sufragios.

Iván Cepeda dice que el reto es obtener una votación significativa y Clara López deberá conducir la campaña de Gustavo Petro hacia ese objetivo.

Polo descarta alianzas antes de la primera vuelta

Para demostrar su fuerza y su unidad, el Partido decidió cerrar puertas a una eventual alianza, similar a la sellada en el sector independiente por Antanas Mockus y Sergio Fajardo.

Este martes, cuando el Comité Ejecutivo del Polo designó a su presidenta, también empezó a definir la recta final de su estrategia con miras a las elecciones presidenciales, y allí quedó claro que el Polo apostará por su proyecto sin ningún cálculo electoral.

Clara López y Jorge Roblado dicen que están abiertos a cualquier intención de alianza, siempre y cuando esta sea en torno al Polo y a su programa. Una expresión que ha hecho carrera en este partido es la de las alianzas de “cogobernabilidad”, con el Polo. López dijo que no desestimará una acercamiento a otros partidos, siempre y cuando se trate de "acuerdos programáticos que se reflejen en posibilidades de cogobierno con otras fuerzas políticas".

Esta definición también aclara la estrategia del Partido, ya que en 2009 fue motivo de álgidas discusiones internas, pues en ese entonces, Gustavo Petro era más abierto a las alianzas con sectores independientes, posición que lo distanció mucho del entonces presidente del Partido, Carlos Gaviria.

Ese apuesta, sin embargo, es de cara a la primera vuelta. Los resultados electorales determinarán si el Polo puede convertirse en fuerza decisiva para inclinar la balanza de la segunda vuelta, y sólo en ese momento se determinará la ruta futura del partido que representa la izquierda democrática.