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BOGOTÁ

¿Cómo será el modelo de izquierda de Petro alcalde?

¿Autoritario o conciliador? ¿Radical o pragmático? ¿Proteccionista o aperturista? ¿Cómo será el talante del alcalde electo? Semana.com consultó con analistas que se atreven a pronosticar cuáles serán las características principales del modelo político marca Petro.

Jonathan Bock, periodista de Semana.com
6 de diciembre de 2011

Después de las administraciones de Luis Eduardo Garzón y Samuel Moreno, que llegaron a la alcaldía blandeando las banderas de la izquierda que defendía el Polo Democrático, Bogotá espera con expectativa el modelo diferente de Gustavo Petro. ¿Qué cambios le esperan a Bogotá en los próximos cuatro años?
 
Para varios expertos, Petro es un enigma político, ya que su vida pública se ha movido entre el radicalismo que lo llevó a enfilarse en el extinto grupo guerrillero M-19 y el oportunismo político del que se le juzga por haber abandonado al Polo para desvincularse de sus escándalos de corrupción pero después de utilizarlo como plataforma para las elecciones a la Presidencia en el 2010. Entonces, la primera duda es: ¿Cuál es el modelo de izquierda que propone el actual alcalde?
 
Jorge Rodríguez, doctor en economía y director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID), de la Universidad Nacional, explica que en Colombia “hay una izquierda que busca la revolución y otra que busca la reforma, esta última es la de Petro”. Para el economista, las políticas económicas de Petro no serán asistencialistas, es decir, no estarán enfocadas hacia las poblaciones más vulnerables, sino que serán políticas generales y universales. “Se espera que les enseñe a pescar a todos y no que les entregue el pescado a unos cuantos”, ejemplifica el director del CID.
 
El ánimo reformista del exsenador es también resaltado por Ángela Robledo, representante a la Cámara por el Partido Verde, quien repara en las primeras puntadas que ha dado el líder de Progresistas durante el proceso de empalme que adelanta con la alcaldesa encargada, Clara López. “El tema de las alianzas que ha buscado con un fortalecimiento del sector público lleva a pensar en Petro como el Santos (Juan Manuel) de la izquierda”, asegura la congresista.
 
Para Robledo, los ingredientes que llevan a predecir una tónica dialogante por parte del alcalde se han visto en diferentes situaciones en los que ha buscado “bajar tensiones, buscar alianzas y neutralizar debates necesarios en una ciudad más polarizada”.
 
Una tercera voz analiza a Petro como “un personaje que no se mueve por ideología sino por una forma de pensamiento estratégico, con indicios de un político moderno que desde el punto de vista de la izquierda es tildado de oportunista”, explica Jorge Gaitán, investigador y consultor en pensamiento estratégico aplicado y editor adjunto de Razón Pública.
 
Gaitán explica que su faceta estratégica se hizo evidente durante la campaña, en la que trató de no jugar a lo mismo que proponían los demás candidatos y su “postura de no seguir el discurso políticamente correcto le sirvió para ser el elegido”.
 
Más allá de la línea política, el gran desafío que tiene el actual alcalde, al igual que lo ha tenido la izquierda, es pasar del discurso a la realidad, tal y como afirma Jorge Rodríguez. Para el experto, Petro no sólo tendrá que transformar en hechos sus ideas, sino que también deberá demostrar a los ciudadanos que “su izquierda reformista no significa convertirse en una izquierda más burocrática, como le sucedió al gobierno de Samuel Moreno”.
 
Más equidad, más impuestos
 
Los analistas coinciden en que más allá de sus doctrinas ideológicas, el mensaje político que engloba Gustavo Petro “es que durante su gobierno prevalecerá el bien público sobre el bien privado, un principio que dejó de existir en la ciudad desde hace muchos años”, asegura Jorge Gaitán. Esta premisa significa quitarles de las manos el poder de las tierras a los contratistas y urbanizadores, y esa es la gran esperanza que hay puesta en su gobierno”, explica el investigador.
 
“Entender este enfoque es fundamental para ver su alcance como alcalde porque su independencia lo capacita para decir yo no le obedezco a nadie, el que manda soy yo y ser el mediador de las tensiones de poder que hay en Bogotá, en especial lo referente al suelo como negocio privado”, observa Gaitán.
 
Frente a los temas económicos, el enfoque se resume en tener el Estado al servicio de la economía popular, con acciones que planteó en su plan de gobierno. El alcalde prometió la creación de la empresa de servicios públicos de Bogotá, aseguró que la ETB no será privatizada y anunció el recaudo de impuestos más justo y equitativo con la eliminación de subsidios para quienes perciben altos ingresos.
 
Para Jorge Rodríguez, la línea general será la de “un énfasis en la mayor tributación progresiva en la ciudad hacia los más pudientes, especialmente en la tierra urbana y otras políticas que se pueden resumir en la solidaridad de la sociedad, en la que los más ricos contribuyan proporcionalmente en las cargas públicas”.
 
La congresista Robledo coincide en que la retribución a partir de impuestos será una de sus principales políticas porque en este momento “Bogotá no cuenta con el saneamiento fiscal que hubo en las pasadas administraciones. Yo lo que veo en Petro es que habrá un fortalecimiento del estado social de derecho, por la necesidad de que el Estado intervenga para garantizar los derechos básicos de los ciudadanos”, detalla Robledo, quien concluye que “tomarse en serio el estado social de derecho es ser de izquierda porque regula el interés privado”.
 
El próximo primero de enero, Gustavo Petro empezará su administración y las voces de los analistas diagnostican que el grupo de expertos de los que él se está rodeando será fundamental para poder ejecutar su marca personal a su proyecto izquierdista.