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Curul de Dilian Francisca Toro, segunda 'silla vacía' en el Senado

La primera consecuencia política de la medida de aseguramiento contra la expresidenta del Congreso es que el Partido de La U pierde una curul. La condición del delito que la Corte Suprema le imputa no permite reemplazar el escaño.

24 de julio de 2012

La orden de captura de la Corte Suprema de Justicia contra la expresidenta del Congreso Dilian Francisca Toro, por presunto lavado de activos, tiene consecuencias políticas inmediatas.

El Partido de La U no podrá reemplazar la curul que ocupaba la senadora vallecaucana, porque la condición del delito que se le investiga, lavado de activos, no permite reemplazos.

Esa disposición está consignada en el artículo 134 de la Constitución, el cual fue reformado por la reforma política del 2009. Dicha norma establece que los congresistas no tendrán suplentes y que no podrán ser reemplazados si son condenados o tienen medidas de aseguramiento por los delitos de promoción o financiación a grupos armados ilegales, de narcotráfico, delitos contra los mecanismos de participación democrática o de lesa humanidad.

Roy Barreras, presidente del Congreso, dijo que "hay toda la certeza" de que a la curul de la senadora Toro se le aplicará la sanción de la silla vacía. La curul sólo podrá ser recuperada por Dilian Francisca si se produce una sentencia de la Corte que la absuelva del delito que se le investiga.

De haber sido aprobada la reforma a la Justicia, Dilian Francisca Toro no podría ser privada de la libertad, pues había un artículo que pretendía establecer que los congresistas sólo podrían ser capturados tras una condena, y no con una medida de aseguramiento.

La de Dilian Francisca Toro es la segunda silla vacía del actual parlamento. La primera fue la del exsenador de Cambio Radical Javier Cáceres, quien fue condenado por sus nexos con paramilitares.