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Según las encuestas, el número de personas con intención de votar ha aumentado en las últimas semanas. Según los analistas esto se debe al nivel de competencia entre los candidatos Mockus y Santos.

ANÁLISIS

De la intención de voto a la real posibilidad de votar

La pregunta de las encuestas sobre si los potenciales electores que consultan tienen su cédula inscrita, ha generado confusión. Hablan encuestadores y críticos Pero, ¿quiénes pueden votar y en dónde?

10 de mayo de 2010

Los “filtros” o “preguntas” utilizados por dos recientes encuestas sobre la intención de voto de los colombianos en las próximas elecciones -la del Centro Nacional de Consultoría (publicada el pasado jueves por CM&) y la de Ipsos Napoleón Franco (publicada el pasado domingo por SEMANA)- han alentado una polémica entre twitteros, blogueros e incluso columnistas sobre los procedimientos utilizados en los estudios de opinión. El debate tiene que ver con los cambios en la metodología de las encuestas, a tres semanas de la primera vuelta presidencial.

Según la encuesta publicada por CM& el jueves pasado, la intención de voto por el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, disminuyó levemente, del 39 por ciento que registró en una encuesta del 29 de abril, al 38 por ciento. El candidato de La U, Juan Manuel Santos, se mantuvo en el mismo 34 por ciento. No obstante, según los expertos en estudios de opinión, los dos resultados no son comparables, por cuanto utilizaron técnicas diferentes para definir el universo.

En la encuesta publicada por SEMANA, la intención de Mockus disminuyó en cuatro puntos, del 38 por ciento al 34, en relación con una encuesta semejante publicada el 26 de abril. El resultado más sorpresivo de esta encuesta fue el repunte de Santos, quien recuperó 6 puntos y pasó de 29 a 35 en la intención de voto.

En otra encuesta de la semana pasada, hecha por Datexco, Mockus obtiene el 37,7 por ciento de la intención de voto y Santos el 25,2 por ciento. Comparada con una encuesta similar publicada por El Tiempo el 29 de abril, Mockus desciende un punto y Santos un poco más de un punto.

Las diferencias de resultados entre unas encuestas y otras obedecen no solo a que se hicieron con metodologías distintas, sino que, además, la técnica de recolección de datos es diferente. Mientras la encuesta de CM& y de la de Datexco fueron con entrevista telefónica, la de SEMANA se hizo mediante entrevista personal.

Pero las diferencias van mucho más allá. La encuesta hecha por el Centro Nacional de Consultoría y publicada por CM& preguntó a los encuestados si tenían intención de asistir a la jornada electoral del 30 de mayo y si tenían la cédula inscrita.

Esta pregunta fue un filtro que, según el Representante del Centro Nacional de Consultoría, Carlos Lemoine, tenía el objetivo de reducir el margen de error. Su inclusión en la encuesta se basa en el argumento de que no todo el que quiere votar puede hacerlo. En su criterio, es más preciso preguntar si el potencial elector puede votar, antes de saber si quiere hacerlo. Además, Lemoine aseguró que en adelante todas sus encuestas incluirán el filtro, como lo hacen otros países del mundo.

Enseguida se dio el debate porque se comparó la encuesta hecha sin el filtro con la adelantada con el filtro.

“Desde el punto de vista metodológico una encuesta no se puede comparar con otra cuando se ha cambiado la muestra. Tal vez un periodista lo hace por falta de rigor técnico, pero los encuestadores sabemos que no se puede comparar dos muestras que han sido tomadas con procedimientos distintos”, explicó a Semana.com Javier Restrepo, director de estudios de opinión de la firma Ipsos Napoleón Franco.

Iván Jaramillo, uno de los analistas de la revista virtual RazónPública.com, le escribió el pasado viernes un correo a Lemoine, en el que le recordó que: “Las cédulas expedidas entre el 8 de enero de 2003 y el 30 de enero de 2010, que nunca se han inscrito, no votan en los puestos censo, sino en un puesto de votación cercano a la Registraduría en donde fue tramitada la cédula”. En tono irónico agregó: “Con lemoines así, para qué los J. J. Rendón”.

En otras palabras, para Jaramillo, el filtro aplicado es “amañado”, pues no se ajusta a los requerimientos para votar.

Lemoine le contestó desde su Black Berry: “Pongo la mano en el fuego por mí y por los colegas (encuestadores) cuyo cuidado e interés es acertar y servirle bien al país”.

Y agregó: “lo que buscamos con la pregunta es simular esa condición, que la persona tenga registrada su cédula en algún sitio, Corferias, o el sitio que le asignó la Registraduría cuando le expidió la cédula, o el que usted escogió para votar. Tenga la seguridad de que hay muchas personas que queriendo votar no lo hacen porque su cédula no está inscrita en el municipio donde vive”.

Vea el intercambio de correos aquí
 
Una pregunta, antes que un filtro

La encuesta publicada por SEMANA en la más reciente edición incluyó esa pregunta, pero no la utilizó como filtro. Es decir, la pregunta no fue determinante para el resultado. Por esta razón, el resultado de la Gran Encuesta es comparable con las anteriores ya que utilizan la misma metodología.

En el artículo de la portada titulado ¡Empatados!, la revista escribió: “El estudio introdujo filtros adicionales para conocer la intención de los colombianos de participar en los comicios. Indagó si quienes dicen que van a votar han inscrito su cédula o saben dónde pueden sufragar si no lo han hecho, y concluyó que el 66 por ciento dice que seguramente votará, y el 76, que probablemente lo hará”.

Si bien el uso de la palabra “filtro” puede generar confusión, lo que hizo la encuestadora fue agregar una pregunta adicional, al final, para efectos de análisis interno de la revista.

En palabras de Restrepo de Ipsos Napoleón Franco, “el término filtro es para decir que unas personas pasan al universo de la muestra y otras no. En este caso la pregunta no sirvió para reducir el universo, lo que buscamos es saber si las personas saben que pueden votar y en dónde pueden hacerlo”. Restrepo explicó que la encuesta además incluyó preguntas para determinar si la gente sabía en dónde votar y cómo averiguar el sitio de votación.

Ahora bien, en las elecciones que se avecinan hay una inmensa posibilidad de que muchos jóvenes –población que concentra la mayor intención de voto por Mockus- serán ‘primivotantes’, es decir, participarán sin necesidad de inscribir su cédula para votar. Para ellos lo importante es tener claro en dónde pueden votar aunque no hayan inscrito la cédula.

Para Jorge Londoño, director de la empresa de estudios de opinión Invamer Gallup, “la inscripción de la cédula no es un requisito sino una facilidad que tiene el elector para poder votar. No todo el que tiene cédula puede votar, pero tenerla inscrita no es requisito para todos”.

Londoño forma parte de las encuestadoras que han decidido no incluir el filtro.

¿Quiénes y en dónde pueden votar?

Sin embargo, más importante que la técnica que decidan utilizar las encuestadoras (al fin y al cabo todas son válidas) es que los electores conozcan dónde podrán votar las personas incluidas en el Censo Electoral. Es decir, el total de ciudadanos que tienen cédula de ciudadanía y están habilitados para sufragar que, según la Registraduría, hasta la fecha son: 29´997.574.

En ese sentido, las cédulas expedidas desde 1988 ingresan automáticamente al censo electoral, sin necesidad de inscribirse previamente. Las cédulas expedidas antes de esa fecha, no.

Según la Registraduría, existen tres grupos de ciudadanos, cuyo lugar de votación depende de la fecha de expedición de su cédula:

1. Cédulas expedidas antes de 1988: Votan en el lugar en donde está inscrita la cédula. Pero si entre 1990 y 2009 el ciudadano no inscribió la cédula en ninguna ocasión, no hace parte del censo electoral y por lo tanto no está habilitado para votar.

2. Cédulas expedidas entre el 1 de enero de 1988 y el 7 de enero de 2003: Votan en el lugar en donde está inscrita la cédula. Si el ciudadano nunca ha inscrito la cédula, está habilitado para votar en el puesto censo de su municipio. En el caso de Bogotá, en Corferias en Bogotá; en Medellín Colegio San Ignacio y Palacio de Exposiciones; en Barranquilla, Coliseo Distrital Antonio José de Sucre y Coliseo Cubierto Elías Chewin; y en Cali, en el Diamante de Béisbol. Los municipios de más de 20 mil habitantes también tienen su respectivo puesto censo asignado.

3. Cédulas expedidas entre el 8 de enero de 2003 y el 30 de enero de 2010: Votan en el lugar en donde está inscrita la cédula. Si el ciudadano nunca ha inscrito la cédula, está habilitado para votar en un puesto de votación ubicado en la zona o localidad de la Registraduría en donde tramitó su cédula. Por ejemplo, si la persona tramitó su cédula en la Registraduría de Usaquén, en Bogotá, está habilitada para votar en un puesto de dicha localidad y no en Corferias, a menos que la haya inscrito en otro lugar.

Para precisar la ubicación exacta del puesto de votación en el cual un ciudadano se encuentra habilitado para votar, se recomienda llamar al 113, a la línea 01 8000 52 2010 o verificar en www.registraduria.gov.co.