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Este martes 25 de mayo los candidatos presidenciales se presentaron en su segundo debate en Citytv | Foto: Cortesía: EL Tiempo

ELECCIONES 2010

Debate de Citytv: Candidatos se juegan sus últimas cartas

A cinco días de las elecciones, en otro cara a cara, los candidatos expusieron sus principales políticas para resolver el problema del desplazamiento y fortalecer la cultura. Además explicaron sus propuestas en materia tributaria.

26 de mayo de 2010

Tres temas fueron el centro de un nuevo debate televisivo entre los seis candidatos que registran porcentajes representativos en las encuestas. Antanas Mockus, del Partido Verde; Rafael Pardo, del Partido Liberal; Gustavo Petro, del Polo; Noemí Sanín, del Partido Conservador y Juan Manuel Santos, de La U, volvieron a enfrentarse  en el debate transmitido por Citytv y auspiciado por el diario El Tiempo y La W radio.

Las propuestas para atender el drama del desplazamiento; fortalecer la cultura como vehículo hacia la paz; y reformar el sistema tributario, concentraron las casi dos horas de discusión.

Los candidatos tuvieron la libertad de respuesta, al no tener presiones por el uso del tiempo. Y el formato permitió la controversia.

La tragedia del desplazamiento

El primer tema de discusión del debate fueron las medidas concretas de los candidatos para atender a los millones de desplazados que ha dejado el conflicto.

Gustavo Petro, candidato del Polo Democrático planteó dos soluciones. Una ley que permita la restitución de bienes y tierras a los desplazados, enmarcada en una legislación de reparación a las víctimas y una política de sometimiento a la justicia a los victimarios. “Una justicia transicional que permita cambiar extradición y otorgar beneficios como reducción de penas a quienes confiesen y entreguen tierras y poder político”, explicó.

Petro también propuso que el Plan Nacional de Desarrollo “debe construirse alrededor de la reparación de las víctimas” y, en la radiografía del desplazamiento, señaló que casi el 10 por ciento del Producto Interno Bruto, representado en casi 5,5 millones de hectáreas, fueron “robados por las mafias”.

La solución que planteó el candidato del Partido Liberal, Rafael Pardo, coincidió en que una política para los desplazados debe estar enmarcada en la Ley de reparación integral a las víctimas; un propósito que el Partido Liberal ha impulsado en la reciente legislatura.

Esa fórmula, según Pardo, tiene dos puntos centrales. La restitución de tierras, y la seguridad en las zonas de desplazamiento. El candidato lanzó una propuesta novedosa: que la extinción de dominio no sólo sea para incautar tierras al narcotráfico, sino que la extinción también pueda revisar “transacciones de tierra sospechosas”. Para ello, hay que revisar en las notarías las escrituras, pues en su criterio, hay muchas compras y ventas de tierra, avaladas por notarios, pero que fruto de la intimidación y la violencia.

Está propuesta, señaló Pardo, se complementa con seguridad en las zonas vulnerables, pues advirtió que hoy, después de la desmovilización de los paramilitares, hay más de 160 bandas de neo paramilitares que siguen delinquiendo y generando desplazamientos.

Noemí Sanín, candidata del Partido Conservador, introdujo un nuevo elemento en la discusión. Dijo que había que ayudar a los desplazados que no quieren retornar a sus tierras. Señaló que hay 2 millones 500 mil hectáreas que hoy no se usan y que podrían servir para la reparación de estas víctimas. Propuso capacitación, fortalecida por el Sena, créditos y subsidios, para los desplazados que opten por rehacer su vida en las ciudades.

La fórmula de Germán Vargas Lleras es reformar el uso de la tierra y democratizar el acceso a ésta. Su propuesta va de la mano de una reforma a la justicia, que amplíe las facultades al Estado para hacer efectiva la extinción de dominio de los bienes de las mafias.

Según el candidato, el Estado ha incautado al narcotráfico dos millones de hectáreas, pero tan solo 70 mil sentencias se han hecho efectivas.

Después de hacer ese diagnóstico propuso la creación de una jurisdicción especializada en la materia, que dependa directamente del ministerio de Justicia (que plantea reactivar).

Vargas Lleras coincidió con Petro y con Pardo en la necesidad de crear una Ley de reparación a las víctimas, que incorpore un mecanismo automático de restitución de tierras. Argumentó que la carga de las pruebas en estos procesos judiciales debe ser a favor de las víctimas y no de los victimarios. El candidato de Cambio Radical expuso que el Estado, a través del Incoder, puede garantizar esa restitución.

Antanas Mockus, con vehemencia, propuso generar un consenso social de rechazo a las masacres, que son, en su criterio, las causantes del desplazamiento. Aseguró que no es posible acabar el desplazamiento sin erradicar la masacre del repertorio de la sociedad: “Ninguna tolerancia a las masacres”.

Según Mockus, en la guerra del Estado y de la sociedad contra la subversión, no se actuó legalmente. “Hubo un atajo”, por querer encontrar un resultado rápido, se financió al paramilitarismo. Indicó que algunos agentes del Estado, ganaderos, hacendados y empresarios buscaron ese atajo.

El candidato del Partido Verde dijo que no se podían tomar “medidas tibias” frente a alertas tempranas, que son las advertencias hechas por la Defensoría o las ONG sobre los riesgos de una población.

Para Juan Manuel Santos, de La U, argumentó que el remedio para el desplazamiento es “más seguridad democrática y cumplir las sentencias de la Corte Constitucional”. Para atender a este sector de la población propuso aplicar el modelo de atención de La Macarena. Allá, el Estado brinda subsidio, asistencia técnica y títulos sobre las tierras. Dijo que a los desplazados que deciden vivir en las ciudades, hay que darles prioridad para asignarles subsidios de vivienda, capacitación, atención en salud y protección infantil.

El tema del desplazamiento no estuvo exento de confrontaciones directas entre los candidatos. Por ejemplo, Pardo, aludiendo a Santos, dijo que el actual gobierno no está cumpliendo las sentencias de la Corte Constitucional, y que fueron los partidos de la coalición de Gobierno los que hundieron la Ley de Víctimas en el pasado periodo legislativo.

Santos respondió que lo señalado por la Corte Constitucional se debe cumplir de forma gradual. Vargas Lleras aclaró que su partido Cambio Radical apoyó la Ley de Víctimas y criticó que el Ministro del Interior se haya opuesto a la iniciativa porque vinculaba a víctimas de agentes del Estado. “De tiempo atrás hay jurisprudencias que señalan que si un agente del Estado comete un crimen, el Estado debe indemnizar”, dijo.

Petro, al advertir algunas coincidencias, propuso que todos los candidatos suscribieran un acuerdo basado en la restitución de tierras y en la reparación a las víctimas, con el objetivo de sacar al país de la violencia.

Sin embargo, mientras exponía su propuesta, Petro fue interrumpido por una pregunta de otro tema hecha por uno de los moderadores. La propuesta de suscribir un acuerdo no volvió a aparecer en el debate.

La cultura como vehículo hacia la paz

Según los moderadores, uno de los temas poco aludidos en la presente campaña ha sido el de la cultura. La propuesta de discusión fue cómo fortalecer la cultura y encaminarla hacia el objetivo de conseguir la paz.

Vargas Lleras aseguró que la asignación presupuestal para la cultura es “muy baja: 193 mil millones de pesos para el Ministerio de Cultura significa el 0,13 por ciento del Producto Interno Bruto (…) es un presupuesto inferior al que ciudades como Bogotá y Medellín han destinado para la Cultura”.

Su propuesta se basa en la restauración de culturas vivas del patrimonio colombiano. Formuló la restauración de redes de museos, garantizar el sostenimiento de bibliotecas, y promover las industrias culturales como fuente de ingresos, entre otras iniciativas. Puso como ejemplo para estimular la producción artística la Ley del Cine, que ha permitido el auge de la industria cinematográfica.

Noemí Sanín señaló que la cultura puede ser un valor agregado utilizado, incluso, por la diplomacia, para la solución de diferencias y para fomentar la riqueza de la nación. Puso de ejemplo que el TLC entre Estados Unidos y México permitió la exposición de una muestra cultural mexicana. Dijo que los artistas en Colombia están olvidados y se comprometió a ser la “hada madrina de la cultura”.

Santos se mostró de acuerdo con la radiografía de Vargas Lleras sobre el precario presupuesto para la cultura. Sin embargo, argumentó que el fortalecimiento de la tecnología podría generar un cambio cultural positivo para la sociedad. También propuso incentivos a las empresas privadas que fomenten la cultura.

Mockus hizo hincapié en las experiencias de las ciudades de Bogotá y Medellín, en donde la cultura ciudadana intentó modificar comportamientos y motivó la “mutua regulación” entre los ciudadanos. También consideró que la tradición cultural y la industria de la cultura generan “sellos de identidad”, que en buena medida pueden servir para terminar, por ejemplo, el narcotráfico.

El ex alcalde de Bogotá también recordó la discusión que se generó durante su administración sobre si se duplicaba el presupuesto para comprar nuevas patrullas para la Policía o si se fortalecía el festival del Rock al Parque. Dijo que al final las dos cosas buscaban el mismo propósito que era lograr la convivencia ciudadana.

Pardo argumentó que la cultura debe ser fomentada por el Gobierno, pero incluida en el sistema de educación pública. Defendió su propuesta de educación de doble jornada, para que los colegios incentiven a los estudiantes a la cultura y al deporte. “Eso permite quitarle niños y jóvenes a la delincuencia”.

Petro advirtió que el Estado no debe “construir una cultura única, sino que la sociedad construya culturas, así pueden surgir las figuras. De esta forma la cultura se vuelve un bien común que beneficia a todo el país".

El candidato del Polo añadió que "la construcción de culturas ayuda a la comunicación y a la creación de diálogos que definitivamente ayudan a la paz y a superar la violencia".

Petro argumentó que la cultura podría servir como espacio de encuentro ciudadano que ayude a la reconciliación del país. Propuso generar una cultura de la comunicación a través de Constituyentes locales, donde víctimas y victimarios se encuentren con el propósito de alcanzar la reconciliación, principal presupuesto, según el candidato, para conseguir la paz.

El IVA, el impuesto de renta y otros tributos

El penúltimo segmento dejó claro que cada uno de los candidatos tiene propuestas diferentes en materia económica. La pregunta que contestaron los candidatos fue cuál es el tratamiento que le darán al IVA, al impuesto de renta y al de patrimonio.

Santos argumentó que “el país requiere un sistema tributario que sea amable con el crecimiento y la generación de empleo”, por lo cual se mostró en desacuerdo con subir el IVA, el impuesto de renta o el predial. En su criterio, el país por ahora no necesita una reforma tributaria, pues la economía está creciendo por encima de lo pronosticado y promover una reforma en ese sentido podría frenar ese crecimiento y ahuyentar a los inversionistas.

Dijo que el déficit fiscal se puede financiar con ampliación del crédito, restricción de los gastos y aumento de la eficiencia de los tributos. El candidato de La U sostuvo que si se reduce la evasión de impuestos a la mitad, se conseguirían 5 billones de pesos más para el Estado.

A la pregunta por cuáles serían los resultados de esa política contestó: “sacar 7 millones de colombianos de la pobreza, 4 de la indigencia, generar dos millones de empleos y formalizar 500 mil”.

Mockus le echó una pulla: “cuando uno está en plan de continuismo dice con lo que hay basta”. Acto seguido subrayó que Fedesarrollo había destacado que los equipos económicos de las campañas estaban de acuerdo con subir los impuestos. “Hay un cambio de posición y es el resultado, probablemente, de discusiones y optimización electoral”.

Explicó que hay dos razones para imponer más impuestos: La primera es para poder cumplir lo que ordena la Constitución y la Corte Constitucional. Puso como ejemplo la necesidad de atención a los desplazados, quienes requieren de medidas de atención urgentes. “¿Se van a atender dentro de 30 o cuarenta años?”, se preguntó.

La segunda razón que Mockus expuso para justificar el alza de los impuestos fue para lo que llamó “la construcción del futuro”. “La invitación es: pongámonos metas más ambiciosas. Donde la intervención del Estado genere mejores resultados”, dijo.

Argumentó que la consecución de los recursos implicaba apoyarse en el sector privado, pero “por las buenas”. Así aludió al titular de la entrevista publicada por El Tiempo, este lunes, que decía que el candidato del Partido Verde impondría más impuestos a los ricos.

A la pregunta qué título para la entrevista le hubiera gustado, respondió: “duro, pero también seductor con los ricos”. Explicó que había que decirles: “señores, Guatemala recauda el 12 por ciento del PIB en impuestos, Colombia el 18, Brasil 32, Estados Unidos 35, Francia 44, y el norte de Europa 50 o más. Escojamos a qué velocidad queremos avanzar”, concluyó.

El candidato Vargas Lleras sintetizó su propuesta de reforma política en tres características, simple, con equilibrio fiscal y que controle la evasión. El candidato dijo que ya tiene una propuesta de reforma tributaria redactada, contiene más de 200 artículos.

La propuesta busca eliminar los impuestos antitécnicos, que se crearon de manera provisional y terminaron perpetuándose (el cuatro por mil y el impuesto al patrimonio, entre otros). También incluye dejar solo una tarifa de IVA. En tercer lugar, establecer un impuesto de renta del 25 por ciento.

Vargas Lleras advirtió que de 20 millones de personas aptas para trabajar solo un poco más de 6 millones están preparándose para pensionarse, lo cual supone un problema grave que hay que resolver.

La candidata Sanín subrayó que el país no necesita más impuestos pero sí una reforma. En su criterio, el sistema de recaudo de impuestos es difícil de explicar a los inversionistas y a la ciudadanía. “Es un galimatías”, dijo. Por esta razón, su propuesta se basó en la simplificación del sistema, la eliminación del IVA diferencial (las diferencias que hay en el pago de este impuesto en cada producto) y los impuestos antitécnicos.

“El 4 por mil está sacando de la bancarización a la gente”, sentenció. “No necesitamos más impuestos, necesitamos administrar más, gerenciar más, simplificar más y priorizar más”, agregó.

Pardo dijo que sí era necesaria la reforma tributaria, y que ésta debía comenzar por eliminar las exenciones tributarias. En una clara alusión a la política del Gobierno, Pardo dijo que “la exención a la reinversión de utilidades por bienes de capital distorsiona la relación entre empleo y capital. Y subsidia el capital a costa de desempleo”.

Advirtió que hay inequidad en el sistema tributario, cuando éste fija impuestos según el sitio donde están ubicadas las empresas. Que las exenciones deberían ser solamente para las empresas que promueven la innovación.

Dijo que una medida que contribuye al bolsillo de los colombianos es bajar el precio de la gasolina.

Petro explicó que una política fiscal ingresos-gastos es un pacto político de la sociedad que implica un objetivo del Estado. “¿Qué queremos de nuestra política fiscal?”, se preguntó el candidato del Polo. “Yo digo: equidad social. Justicia social, si me permiten el término”, agregó.

Defendió que la política social de su programa busca traducirse en derechos universales y gratuitos. “Eso no quiere decir que no haya fuentes de financiación”, advirtió.

Propuso aumentar los recursos de la educación para los más pobres con un impuesto a la tierra improductiva, promover la medicina preventiva con los mismos recursos de la salud, garantizar el derecho al mínimo vital de agua con tasas contributivas por concepto de contaminación, que ya existe.

Dijo que su propuesta acabaría las exenciones tributarias como la deducción por bienes de capital, los contratos de estabilidad jurídica y las zonas francas. “Son 7 millones de millones al año con los que puedo financiar la producción de alimentos, si es que queremos reparar a las víctimas…”. Al final propuso “cambiar el sistema de transporte con combustible al sistema eléctrico, que es más amable con el medio ambiente”.

Al final, los candidatos tuvieron un derecho a réplica. Santos aprovechó para replicarle a Pardo que la equidad no construye con los impuestos, “sino focalizando el gasto público en los sectores más necesitados”.

Advirtió que bajar el precio de la gasolina es lo más regresivo, porque quienes la consumen no son los pobres, sino la gente más pudiente.

También se refirió a Mockus. Dijo que él habría titulado la entrevista que le hizo El Tiempo a Mockus así: “el Dr. Mockus quiere aumentar impuestos, no a los ricos sino a todos”, dijo. Explicó que al aumento del IVA y del impuesto de renta desestimula el consumo y la inversión con lo que se generaría más desempleo.

Mockus le contestó que la única variable para que un empresario decida invertir en Colombia no era la presión tributaria. “Si un país le ofrece mejores carreteras, ciencia y tecnología, una sociedad más armónica, cada cosa de esas puede ser un atractivo”.

El candidato del Partido Verde aseguró que el estilo del Gobierno es apagar incendios, y que "la seguridad democrática, que es la política estrella, no está asegurada", dijo Mockus refiriéndose a la falta de dinero para sostener esa política en el tiempo.

Al final, los candidatos invitaron a los televidentes a votar por cada uno de ellos enfatizando en sus diferentes formas de ver los problemas del país y en sus propuestas para resolverlos.