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Camilo Romero (izq.) y Roy Barreras (der.) fueron aliados para hundir la llamada Ley Lleras, que pretendía imponer derechos de autor y restrtingir el uso de los contenidos en internet. Ahora se enfrentan por el posible escenario de revocatoria del Congreso | Foto: Archivo Particular

CONGRESO

El 'agarrón' del presidente del Senado y el congresista que quiere revocar el Congreso

Roy Barreras dice que Camilo Romero hace política "populista y pueril". Romero lo acusa de representar a la vieja clase política y el blindaje de los congresistas.

31 de agosto de 2012

El jueves al mediodía el senador Camilo Romero le entregó 205.000 firmas a la Registraduría para promover una iniciativa legislativa popular que reforme la Constitución para que la Carta política contemple el escenario de la revocatoria del Congreso.
 
Fue el final de una primera etapa de recolección de firmas que se inició en las calles de las principales ciudades del país como respuesta ciudadana al escándalo de la reforma a la Justicia. Camilo Romero, precisamente, fue uno de sus principales promotores.
 
La batalla de Romero por revocar el Congreso generó el rechazo del actual parlamento. El actual presidente del Senado, al afirmar que el escenario de la revocatorias es improcedente e inviable, aprovechó para cuestionar la forma de hacer política del senador del Polo Democrático.
 
“El senador Romero sabe que ha engañado a cada colombiano que firmó porque el camino de la revocatoria es absolutamente improcedente e inviable, y no tiene ningún futuro”, dijo
 
Barreras no sólo se redujo a controvertir el escenario de la revocatoria, sino que aprovechó a cuestionar la forma de hacer política de Romero, al calificarla de “aprovecharse de las emociones de la gente” para tener protagonismo. “Esa es su manera pueril de hacer política (…) en el Congreso la comprendemos, la padecemos, pero le tenemos paciencia”.
 
Romero no fue indiferente a las palabras del presidente del Senado y por eso las calificó de ser propias de quienes representan “la vieja clase política y el blindaje de los congresistas”.
 
“La clase política,que tradicionalmente ha engañado, ha posado de preocupada por los problemas y se ha aprovechado de las necesidades de la gente, iba a utilizar todos los calificativos, artificios y poderes, para impedir que la sociedad acreciente los mecanismos de control y participación. Pero no podrán detener la decisión de una Nueva Ciudadanía, que no sólo está asqueada de la forma de usar la política en Colombia, sino que está dispuesta a hacerles entender que lo público se coloca al servicio de la sociedad y no de unos pocos intocables, que hacen de la política un oficio que se les convirtió en vicio”.

Romero le advirtió a Barreras que su nueva apuesta será cautivar a dos millones de colombianos para que firmen una convocatoria de referendo que obligue a que en Colombia sea constitucionalmente “procedente y viable” revocar el poder “a quien mal lo use, buscando un poder legislativo en el que la sociedad pueda confiar, conformado por congresistas y no por comisionistas, por legisladores y no por tramitadores”.
 
“Roy y sus congéneres pueden tener las armas y el poder que les brinda sus prácticas políticas, pero no pueden entender que Colombia está cambiando y desde lo más profundo de la sociedad se levanta una Nueva Ciudadanía a la que se le acabó la paciencia”, sentenció Romero.